Balotaje

Luis Lacalle Pou: En el camino hacia el 30 de noviembre "no se trata de hacer matemática" sino "de convencer que nuestro proyecto es el mejor"

Luis Lacalle Pou. Archivo
Luis Lacalle Pou Archivo

La campaña electoral vuelve al ruedo y las primeras encuestas ya fueron difundidas. La fórmula Tabaré Vázquez-Raúl Sendic muestra una importante ventaja frente al Partido Nacional. Sin embargo, Luis Lacalle Pou se muestra confiado en que podrá vencer, pero para eso deberá captar votos de colorados, independientes, indecisos e incluso algún frenteamplista. A poco menos de tres semanas de la segunda vuelta, En Perspectiva dialogó con el candidato blanco. Lacalle Pou cree que este "es un buen momento" para escucharse entre todos "porque la cancha quedó totalmente despejada". También confirmó que los nombres que maneja para la cúpula del Ministerio del Interior son Álvaro Garcé y Carlos Moreira.

(emitido a las 8.36 hs.)

EMILIANO COTELO:
La semana pasada las consultoras de opinión pública comenzaron a dar los resultados de sus primeras encuestas sobre el balotaje. Tanto Factum como Equipos presentaron escenarios claramente favorables a Tabaré Vázquez.

Con ese telón de fondo, se inició la recta final hacia el 30 de noviembre. Y la fórmula del Partido Nacional (PN) tomó la iniciativa, con una agenda cargada de actos, tanto en Montevideo como en el interior, para hacer llegar su mensaje y sus propuestas a la ciudadanía.

Vamos a conversar con el doctor Luis Lacalle Pou.

¿Dónde lo hemos encontrado?

LUIS LACALLE POU:
Ahora estoy en mi casa. Ayer tuvimos un acto y me vine a mi casa. Y ya arrancamos: un poquito más cercano al fin de semana los departamentos que nos quedan, con Jorge, terminamos en dos semanas todos los departamentos y después tenemos temas puntuales y recorridas puntuales en la última semana y media.

EC - ¿Cómo evalúa este momento de la campaña, cuando faltan 20 días?

LLP - Es una campaña mucho más corta, distinta. Creo que es un buen momento para escucharnos todos, sobre todo porque la cancha quedó totalmente despejada. Ya no hay candidatos al Senado, candidatos a Diputados, candidatos a la Junta Electoral; ya no hay agrupaciones, ya no hay números de listas. En toda la cancha quedan cuatro personas: Tabaré Vázquez, Raúl Sendic, Luis Lacalle Pou, Jorge Larrañaga. Toda la atención, todos los focos supuestamente están arriba de estas personas. Y me parece que estos 19 días que quedan rumbo a la elección serían un buen momento para saber exactamente, después de tanto ruido y en este silencio, qué es lo que se pretende hacer en temas sensibles a los que, desde mi punto de vista, no se les ha prestado del todo atención.

Obviamente reclamar un contradictorio con Vázquez y con Sendic a esta altura parece llevar demasiadas veces el cántaro a la fuente y no se ha roto. Me da un poco de pena que terminemos estos días con cuatro personas que no se sienten a intercambiar. Estamos tratando, a sugerencia de la presidenta del Frente Amplio (FA), a priori –ahora parece que no tienen tantas ganas–, de que distintos actores de relevancia en distintos ámbitos del país se junten a conversar.

Por ejemplo, en términos económicos. Ahí me quedan muchísimas dudas, después de escuchar a algunos dirigentes del Frente, después de escuchar al doctor Vázquez y de leer las Bases Programáticas del FA 2015-2020, de que no aumente los impuestos o que no haya impuestos nuevos. Sería una buena cosa que quien seleccionó el doctor Vázquez como su posible ministro de Economía, Danilo Astori, se siente a conversar con quien nosotros seleccionamos como nuestra posible ministra de Economía, Azucena Arbeleche.

EC - Esa posibilidad ya quedó por el camino. Cuando entrevistamos el viernes pasado aquí en En Perspectiva al contador Astori, lo consultamos específicamente por ese eventual debate, y él decía: "Yo tengo otras prioridades en esta campaña electoral, no esa", no la de debatir con Azucena Arbeleche.

LLP - Lo mismo debe suceder entonces con Bonomi. Porque el doctor Vázquez ya ha declarado que tanto Bonomi como su hermano quedarían en el equipo del Ministerio del Interior. Nosotros dijimos que no, ni Bonomi ni el hermano de Vázquez. Tenemos un equipo de gente idónea en seguridad y hemos ofrecido, por ejemplo, que el doctor Álvaro Garcé debata e intercambie con Bonomi. Tampoco debe de tener tiempo el actual ministro del Interior.

Y así sucesivamente. Estamos esperando que alguien de educación, quien seleccione el FA como posible ministro de Educación, debata con Pablo da Silveira. Tengo mis serias dudas de que estos contradictorios se den. Lo que no puedo es amputarme la posibilidad –y creo que la necesidad– de que la gente sepa exactamente qué va a pasar.

Hablaba de los temas tributarios. Cuando uno lee las Bases Programáticas del Frente, en dos carillas, en las páginas 27 y 28, se menciona cuatro veces la posibilidad de modificar la carga impositiva. Dice especialmente: "No queremos menos impuestos, sino mejores y más justos". Y después empieza a hablar de estos temas.

Estas afirmaciones de las Bases Programáticas, más lo que dijo en su momento el senador Michelini –que iba a haber más impuestos–, más los gastos que suponen las afirmaciones del doctor Vázquez –que ascienden a más de 2.500 millones de dólares–, obviamente eso va directamente al bolsillo de la gente.

No queremos que termine este proceso rumbo a la segunda vuelta y que nos quedemos con ganas de saber qué va a ser de la política tributaria si gana el PN o la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga, o si gana la fórmula Tabaré Vázquez-Raúl Sendic.

EC - Cuando escucho que usted pone el acento en un capítulo como el tributario, que mencionó en dos oportunidades en lo que va de la entrevista, me queda la duda de cómo es entonces el enfoque de la campaña de aquí a la segunda vuelta. Parecería que no está colocando tanto el foco en las propuestas del PN como en llamados de atención a propósito de lo que podrían implicar las propuestas del FA.

LLP - Es un poquito más amplio en realidad. Es: cada uno parte de un diagnóstico, a raíz de ese diagnóstico se toman caminos, y ese camino va rumbo a un fin. Nosotros hemos predeterminado el fin –está en nuestra agenda de gobierno–, y lo que queremos es simplemente decir: "Este es el diagnóstico, este es nuestro camino, este es el camino –porque no logramos que Tabaré Vázquez lo diga– de Tabaré Vázquez. Para nosotros el nuestro es el mejor, por estas razones". No se hace hincapié en la agenda de la otra fórmula, simplemente se hace una comparación. Ya que la opinión pública no va a poder tener esta comparación, porque algunos la rehúyen, nosotros aportamos elementos. No estoy inventando nada, no me gusta inventar ni ha sido mi campaña así. Simplemente digo lo que leo y lo que escucho de fuentes calificadas, no de cualquier persona.

EC - Ante un planteo como ese, la pregunta cantada que le deben de estar haciendo todos los periodistas es: ¿y eso encaja dentro de la filosofía de "la positiva"? ¿O ahora se está optando por otro tipo de encare?

LLP - Siguen discutiendo si la positiva es una estrategia. Me gustaría que un día que tu producción tenga tiempo –si es que un día tiene tiempo–, se fije cuál ha sido mi carrera política. Si no ha sido de propuestas, si no ha sido de tratar de ser un agente positivo. En mi vida he sido así. La positiva está siempre y cuando esté Luis Lacalle Pou, el día que no quieran más positiva lo que tienen que hacer es que no esté más Luis Lacalle Pou.

Simplemente, en este escenario hay cuatro personas, dos fórmulas, 19 días. Entonces me parece lógico y positivo para la gente que se sepa exactamente lo que va a hacer cada uno. Si eso no es positivo para la opinión pública, no sé qué puede llegar a ser positivo.

EC - Se lo digo porque seguramente la respuesta o la reacción ante declaraciones como esta es "Lacalle Pou está azuzando cucos", el cuco del aumento de los impuestos.

LLP - ¿Es una afirmación de la gente o es una afirmación tuya?

EC - Es una afirmación que ya he visto en algunos comentarios de dirigentes del FA y también de militantes en las redes sociales, que se ha optado por ese giro en la campaña.

LLP - No hay ningún giro. Es diagnóstico, dos caminos y decir que el nuestro es el mejor. ¿Qué es lo malo de eso? Cucos e insultos, mentiras y agravios… Yo no vi que nadie le pregunte al doctor Vázquez, al presidente Mujica, a sus ministros por qué han insultado, agraviado y mentido. Resulta que porque nosotros diagnostiquemos y digamos cuáles son los dos caminos…

Dicho sea de paso, no son cucos, no estoy inventando, estoy leyendo. Acá frente a mí tengo Bases Programáticas del Tercer Gobierno Nacional del Frente Amplio, 2.2.1. Política tributaria, página 27, y tengo subrayados cuatro párrafos.

Dice uno: "Revisar el esquema de presiones tributarias sectoriales en función de un proyecto de desarrollo nacional al servicio de una economía que privilegie el agregado de valor".

Otro: "Como toda opción de política económica, el resultado final del aumento de la presión tributaria tiene cierto grado de incertidumbre. La alternativa entre mantener inalterables los niveles de rentabilidad de los principales actores de la economía privada o asumir el riesgo de un enlentecimiento de la inversión actual y acelerar la mejora de las condiciones de vida que se mantienen aún entre los postergados".

Otro párrafo: "No queremos menos impuestos, sino mejores y más justos. Se puede seguir avanzando en el nuevo sistema tributario alterando selectivamente la presión tributaria sin afectar la competitividad sectorial".

Obviamente habla de una reforma de tributos. Yo no estoy hablando de cucos. Cuando el doctor Vázquez habla del sistema de cuidados y tantas otras cosas, lo que dice es que va a haber un gasto de 2.500 millones de dólares más. Y el propio Raúl Sendic dijo que iba a haber más impuestos. Nuestra agenda tributaria habla de menos impuestos, de renuncias fiscales, de políticas sectoriales de estímulo. Habla de cómo se va a financiar, de cuánto vamos a poder reducir el déficit, con propuestas serias. ¿Por qué no sentarnos a conversar?

EC - Usted mencionó el Sistema Nacional de Cuidados. Yo estaba repasando acá la presentación del doctor Tabaré Vázquez y su equipo en el ciclo Presidenciables 2014, que organizó El Espectador con Deloitte. Allí exponían sobre el tema Sistema Nacional de Cuidados el propio Vázquez y Fernando Filgueira. Se explicaba que cuando el sistema esté en pleno funcionamiento, en el año 2020, el presupuesto será de 220 a 240 millones de dólares por año, y se aclaraba que se va a ser un proceso gradual.

LLP - Puse eso como ejemplo. Los números que hace Sayagués ascienden en gastos a 2.500 millones de dólares.

EC - ¿En qué período?

LLP - Los gastos que pretende aumentar el doctor Vázquez si cumple todos los compromisos.

EC - Ah, todos los compromisos. Porque en el caso del Sistema Nacional de Cuidados Filgueira decía que el presupuesto de los servicios que se van a ir incorporando de esa forma gradual se puede cubrir con los espacios fiscales surgidos del crecimiento de la economía y un buen manejo de la gestión. Yo le preguntaba por la posibilidad de crear algún tributo a esos efectos, y Vázquez respondió: "No, no va a haber ningún impuesto agregado". Y Filgueira añadía: "Lo que no quiere decir que no vaya a haber posibilidad de copagos para algunos de esos servicios para sectores de la población de ingresos medios y altos".

LLP - Está bien. Pero yo insisto: eso se lo dijo Filgueira a Emiliano y Emiliano me lo dice a mí… Son como tres personas que intervinieron. ¿No es más civilizado que se sienten Astori y Arbeleche? Pregunto: ¿es tan raro lo que estoy pidiendo? En el mundo moderno no lo es. ¿Es tan raro que sienten Vázquez y Lacalle Pou? Quizás sea raro, entonces vamos a dejarlo de lado. El Uruguay no está acostumbrado a esto. Pero ¿es ilógico que pidamos en 19 días tener un intercambio? A mí no me parece. Pero, bueno, se supone que esto es agitar cucos. No es agitar cucos los insultos, los agravios y las mentiras, y pedir un intercambio y decir qué es lo que va a pasar es agitar cucos. Me parece, con todo respeto, que las sensibilidades están un poquito volcadas hacia un lado.

***

EC - ¿Cómo reaccionó cuando conoció la semana pasada las primeras encuestas con vistas al balotaje? Por ejemplo la de Factum, que le da a Tabaré Vázquez 52% y a Lacalle Pou 36%, 16 puntos por debajo, y luego indefinidos más en blanco 12%?

LLP - Venimos todos medio quemados con las encuestas –por lo menos en lo que a mí respecta– a raíz de los últimos dos procesos, el de las internas y este último. Sin perjuicio de eso, las miré y yo les haría alguna corrección desde mi punto de vista. Pero son los números que manejan algunas encuestadoras.

EC - Esas son las cifras de las encuestas. De todos modos tenemos también el antecedente de la propia elección, la votación del 26 de octubre.

LLP - Esa sí, esa es la que uno tiene que tener en cuenta, de donde partimos en la realidad.

EC - Allí no hay discusión posible.

LLP - Y no.

EC - Tabaré Vázquez tuvo el 48%, Lacalle Pou 31%, Bordaberry 13%, Pablo Mieres 3%, Unidad Popular 1%, en blanco y nulo 4%.

Ese mapa dejó claro que para ganarle a Vázquez usted tendría que capitalizar todo el voto del PN, más los votos del Partido Colorado (PC), más los votos del Partido Independiente (PI). E incluso así no le alcanzaría, tendría que ganar el respaldo de buena parte de los ciudadanos que apoyaron al FA en primera vuelta. ¿Cómo está encarando este desafío?

LLP - Como siempre, diciendo quiénes somos, qué es lo que pensamos hacer y por qué pensamos que nuestro proyecto es mejor. Yo no puedo cambiar mi forma de ser por dos puntos más, dos puntos menos. No estaría siendo genuino ni auténtico. Me parece que tenemos un buen proyecto, que es el mejor proyecto, que quizás el de los demás sea bueno también, para nosotros tiene algunas falencias, y el nuestro quizás también tenga alguna.

Le hablamos a todo el mundo igual. Una pregunta que nos hacían rumbo al 26 de octubre, que a veces se repite, ahora no con el tema de los supuestos indecisos sino con otros partidos: "¿Cómo se dirige a…?". Me dirijo a todo el mundo igual. Porque nosotros difundimos lo que pensamos, y lo que pensamos una vez y de la misma manera para todo el mundo. Puede ser que hagamos hincapié en distintas sensibilidades según el grupo, pero la agenda es exactamente la misma.

EC - Por ejemplo, a los frenteamplistas, o a los votantes frenteamplistas, a los que usted necesita atraer, ¿cómo les habla? ¿Es el mismo discurso para todos?

LLP - Exactamente.

EC - Se lo pregunto porque usted necesita captar votos provenientes de la masa que votó a Vázquez el 26 de octubre, porque ya se sabe que…

LLP - Nosotros necesitamos la mitad más uno de los votos válidos.

EC - Sí, pero votos del PN algunos va a perder, votos del PC también, según se sabe, va a perder…

LLP - Se sabe ¿qué? A ver, me gustaría que me defina el "se sabe".

EC - Por ejemplo, me baso en declaraciones públicas de algunos dirigentes o caudillos intermedios del PC, sobre todo de sectores batllistas.

LLP - Sí, pero, a ver… estamos dándole nivel estadístico a eso, ¿no?

EC - Sí, a lo que voy…

LLP - Está bien, pero si empezamos en esa, pasa que nosotros no los salimos a mostrar, pero hay gente del FA que ya ha venido a decir que nos va a votar. El FA también va a perder votos. Y uso la misma afirmación que tú, "según se sabe".

EC - Bien. Y a esos que votaron a Tabaré Vázquez el 26 de octubre, ¿de qué manera los llama, con qué argumentos?

LLP - Te la hago bien fácil: dijimos desde el primer día que era difícil, ¿verdad?, pero era posible. Y como la Constitución nos habilita esta posibilidad de convencer, de alertar y de entusiasmar, la vamos a aprovechar.

No se trata de hacer matemática. Se trata de decir: ¿estamos convencidos de que el nuestro es el mejor proyecto? Bueno. ¿Tenemos una posibilidad? Sí, tenemos. ¿Cuándo? El 30 de noviembre. Vamos a salir a convencer a la gente. ¿Y cómo hacemos para convencerla? Hablando de las bondades de nuestro proyecto y tratando de compararlo con el otro proyecto, cosa que hasta el momento se ha complicado muchísimo por lo que hablábamos al principio. Ni más ni menos.

Quien pretenda que por alguna matemática nosotros cambiemos nuestra forma de ser –gritemos, insultemos, descalifiquemos, busquemos cucos– no lo va a lograr, lo lamento pero no lo va a lograr. Te podrás imaginar que en estos días, después de vistos los números, muchos han dicho: "¿Por qué no se hizo esto?", "Hay que hacer aquello", ahora todos tienen la fórmula. Es bien claro: para cambiar, tienen que cambiar de candidato, y el candidato que está hasta el 30 de noviembre –y ojalá que nos vaya bien– es Luis Lacalle Pou, que tiene su forma de ser, que lo ha dicho en todos lados de la misma manera. Nadie se puede llamar a engaño de cuál ha sido nuestra llegada, que ha sido un largo peregrinaje de 22 meses con un mismo estilo. No voy a cambiar en estos 19 días. No lo voy a hacer, y espero no cambiar en el resto de mi vida tampoco.

EC - Pero por ejemplo, el PN hizo un acuerdo con el PC y en la declaración que sacó el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PC se mencionó que se había llegado a un entendimiento con la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga sobre los siguientes puntos, que son algunos de los temas esenciales del programa de gobierno colorado: educación, seguridad, carga impositiva, transparencia, política exterior.

Si piensa en otro tipo de electorado, en el que votó al FA, ¿qué destaca de su programa de gobierno?

LLP - Que es un programa de inclusión, que es un programa que se va a dedicar realmente a solucionar temas que se excluyen y  se vienen arrastrando desde hace muchísimo tiempo –por ejemplo el tema del asentamiento cero–, que vamos a ser cuidadosos en el manejo de los fondos públicos, que vamos a tratar de equilibrar las cuentas –porque después redundan en un perjuicio a los que menos tienen–, que vamos a ser implacables con la seguridad pública y que vamos a trabajar sobre el futuro del país. Y el futuro del país está íntimamente vinculado a la educación, y dentro de la educación a la educación pública. Obviamente la transparencia en la gestión. Aquí tengo un libro de Bernardo Kliksberg que se llama "Más ética, más desarrollo", y todo el centro, el eje de este libro, cosa que comparto, es que cuanto mejor, con más transparencia y más ética se gestionen los fondos públicos, más prosperidad termina teniendo la ciudadanía y más respeto a los gobernantes.

Todos esos elementos estuvieron presentes en la reunión con el CEN colorado. Dicho sea de paso, su recomendación a votar a la fórmula fue mucho más generosa que un acuerdo. Porque no estuvo sujeta a condición, simplemente sugirieron esos cinco puntos que obviamente compartimos netamente. Hay que ver después cuál es el camino para llegar a esos entendimientos o a esos puntos. Si uno lee la agenda del PC y lee la agenda de la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga, hay un buen porcentaje de coincidencias que eventualmente si nos toca ser gobierno tendremos que limar y tener la verdad superadora. Pero por el momento no ha habido un condicionamiento en el apoyo, si bien los puntos son totalmente compartidos.

EC - Pero por ejemplo, pensando en seguridad pública, el miércoles de la semana pasada, en el acto de presentación de la propuesta del PN en materia de seguridad, el senador Carlos Moreira decía: "Este es el tema que más le interesa a la gente. Y acá las encuestas no se equivocan. La seguridad es el cometido más esencial del Estado y la situación actual no permite el optimismo". Si la inseguridad pública es el problema que más le interesa a la gente, ¿cómo se entiende que el 47,8% haya votado a Tabaré Vázquez?

LLP - Esa no es una pregunta para mí. Es una pregunta para un sociólogo, un politólogo, no para mí. Porque no hay que simplificar la vida, me parece que simplificar el voto con respecto a un ámbito de la vida es una visión bastante simple de las decisiones personales. Yo todavía no he tenido tiempo de hacer un análisis de la votación lugar por lugar, por condición económica, cultural, franja etaria, cruzamiento territorial. No lo he hecho aún, porque estamos rumbo al 30 de noviembre y tenemos todas las fuerzas destinadas a eso. Lo vamos a hacer.

EC - Ayer el matutino La Diaria publicó un informe según el cual las zonas de Montevideo donde el FA votó mejor son los barrios de clase media hacia abajo, los que tienen menos recursos para enfrentar a la delincuencia.

LLP - Sí, el FA gana en Pocitos y gana en Punta Carretas también. Habría que ver.

EC - No no, justamente, en esas zonas es donde votaron mejor el PN y el PC.

LLP - Claro, pero gana el FA ahí también. Habría que ver lugar por lugar. Lo que no creo es que haya que simplificar el voto por un tema simple de una actividad. Es mucho más complejo. Algún día, si querés, después de que terminemos estos procesos, ojalá presidente de la República [se ríe], nos podemos juntar a conversar sobre este tema, que para mí es bien interesante y te podrás imaginar que lo es desde un punto de vista de insumo de trabajo político.

EC - Iba a que por lo visto ese 47, 48% de la población no le asignó una importancia prioritaria a la crítica que el PN y el PC le hacen al FA por su manejo de la seguridad pública. Votaron igual al FA. Entonces, si ahora usted necesita…

LLP - ¿Me dejás meterte una pastillita ahí?

EC - … si ahora usted necesita algunos de esos votos, necesita atraer gente que en la primera vuelta votó a Tabaré Vázquez. En esta materia, seguridad pública, ¿qué les dice a esos votantes?

LLP - Otra cosa, te quiero agregar un elemento que no es menor: un altísimo porcentaje de la ciudadanía acompañó la reforma constitucional, ¿verdad? Eso indica que el tema de la seguridad es importante. Estoy seguro de que mucha gente que votó la reforma constitucional ni siquiera la leyó, ni siquiera tiene un sentido acabado de qué es lo que va a pasar, cuál era el contenido. Simplemente fue una expresión de rebeldía contra la inseguridad pública.

EC - Sí sí, y hubo mucho voto frenteamplista con la papeleta del Sí incluida.

LLP - Con lo cual no significa –vuelvo al argumento inicial– que no sea un tema importante. No hay que atar el tema de la importancia y el grado que se le da al partido que se vota, ¿verdad? Esto está claro. Entre otras cosas por lo que tú decías recién, que hay gente que votó un partido político que también vota la reforma. O sea que al tema de la seguridad pública le asignó vital importancia.

Yendo al tema puntual, primero, ¿quién lleva adelante las gestiones? Las llevan adelante personas. Personas al amparo y en utilización de la Constitución, de la ley y de los instrumentos, en este caso los órganos pertinentes. En la seguridad pública, las distintas leyes habilitantes, allí hemos propuesto la reforma del Código Penal, la reforma del Código de la Niñez y la Adolescencia, hemos propuesto reformas puntuales en los procedimientos policiales, en lo que hace a la protección de las víctimas, a la protección de los testigos, a la posibilidad de los informantes. Allí hay elementos jurídicos para modificar.

Obviamente dijimos que no van a quedar ni Bonomi ni Jorge Vázquez, porque creemos que han fracasado en lo que hace a la seguridad –hay un fracaso de 10 años en lo que hace a seguridad pública en este gobierno–.

Y después hay algunos elementos de índole de estrategia y táctica en lo que hace al despliegue, a las comisarías, a radiopatrulla, al armamento, a nuevos protocolos de acción, al ámbito rural, al trabajo con distintas fuerzas sociales. Y después algo que no es menor, que yo he indicado muchas veces: el respaldo del ministro –que tiene que ser el primero de los policías– a los cuerpos que manda. Pero ese respaldo no es incondicional, es un respaldo en el estímulo a que actúen bien, lo que quiere decir que también debe haber una censura y un castigo a los que actúen mal. Y ese modus operandi no lo hemos visto, yo no lo siento, no lo conozco. Mejor dicho, tratando de conocerlo no lo he visto, porque tengo contacto con cuerpos policiales y sé el desánimo que hay en un gran número de fuerzas policiales comandadas por el FA a través del ministro Bonomi.

EC - Usted habla de nombres, de personas. En ese sentido, ¿qué protagonismo tendría Álvaro Garcé?

LLP - De primer nivel.

EC - ¿Ministro?

LLP - De primer nivel.

EC - Nunca ha habido una definición concreta en esta materia. Hay dos posibilidades [Lacalle se ríe]: que el ministro del Interior sea Carlos Moreira o que sea Álvaro Garcé. Se ha hablado de los dos en caso de un gobierno suyo.

LLP - Estamos como cuando éramos chicos y jugábamos a encontrar algo y decían "caliente, caliente". Bueno, caliente, caliente.

EC - Esos son los dos nombres para la cúpula del Ministerio del Interior, no define el orden.

LLP - Por respeto a Álvaro Garcé, a Carlos Moreira, al resto del equipo, y por cumplir con lo que hemos establecido de palabra en una muy buena relación que tengo con Jorge Larrañaga y una relación de confianza, hasta ahí voy a llegar.

***
 
EC - En los días posteriores a la primera vuelta, un argumento que empezó a ser manejado con insistencia tanto por el PN como por el PC era que había que votar la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga porque, como el FA ya tiene mayoría propia en Diputados, hay que evitar que también la tenga en el Senado, hay que lograr que el próximo sea un gobierno de diálogo y negociación entre todas las fuerza políticas, en el cual, además, el Parlamento aparezca jerarquizado.

Me llama la atención que usted no haya utilizado esta línea de discurso en lo que va de esta entrevista.

LLP - Yo hablo en mi discurso –y ahora lo voy a hacer en la entrevista– de un gobierno de convicción y no por imposición. Primero porque en mi vida no he tratado de evitar cosas, he tratado de que sucedan cosas; es una deformación por la positiva, si se quiere. Y en ese sentido sería una buena cosa en los próximos cinco años tener la capacidad de acuerdos, la capacidad de diálogo, la capacidad de convencer, y no necesariamente imponer una mayoría.

Porque lo que ha pasado en estos 10 años es que la verdad ha quedado titular de una forma de pensar. Y se ha escuchado muy poco o pocas veces –si no casi ninguna– que quienes tenemos un voto menos en el Parlamento hemos logrado convencer de cosas que son buenas para el país. Es más, en reclamos que hemos hecho, advertencias que hemos hecho desde el punto de vista constitucional, legal, el tiempo nos ha terminado dando la razón y al Estado le ha costado dinero. Y cuando le cuesta dinero al Estado le cuesta dinero a Juan Pueblo, y cuando se usa dinero de Juan Pueblo para resarcir errores de índole legal, de índole de gobierno, terminan retaceándose recursos para otras cosas.

Para mí es muy importante ir a un gobierno de acuerdos, a un gobierno de convicción. Obviamente, si nos toca gobernar vamos a tener que sentarnos, hasta obligadamente. Cosa que ya veníamos diciendo rumbo al 26 de octubre; si alguien revisa nuestros discursos verá que hablábamos de un gobierno de convicción y no por imposición. Hablábamos de la necesidad de entendimientos y de generar instancias en las que estemos de acuerdo.

Y como nuestra agenda es una agenda positiva, una agenda que desde nuestro punto de vista genera más bienestar en la gente, que no recibe rechazo y resistencia, estoy seguro de que los votos en el Parlamento pueden ser conseguibles de forma bien fácil.

EC - Justamente, ahí tenemos un punto delicado de su posicionamiento rumbo al 30 de noviembre.

LLP - ¿Por qué delicado?

EC - Usted promociona determinadas políticas y medidas, pero como, suponiendo que gane el balotaje, en Diputados no va a tener mayoría y en el Senado tendrá que construirla, tiene que tener el apoyo por ejemplo del PI, si no, no llega a los 16. Ya se sabe que ese programa del PN va a ser sometido a negociación, por lo tanto difícilmente se aplique como usted lo expone.

LLP - Es que la vida es así. La vida es negociar, desde una pareja hasta un trabajo, un club de fútbol y un gobierno.

EC - Cuesta imaginar cómo sería el rumbo de ese gobierno Lacalle Pou, estaría permanentemente sometido a negociación.

EC - ¡Es que la vida es negociar! Yo me levanto todos los días y empiezo a negociar, ahora hasta mis hijos chiquitos quieren negociar, todavía no estamos en esa situación, pero en cualquier momento. Y así es la vida. ¿Cuál es el temor a la negociación? ¿La obstrucción? No creo. Entre otras cosas si la negociación tiene dos elementos que desde mi punto de vista son vitales. El primero: lo que yo negocie dentro de un cuarto con dirigentes políticos, poder salir y contarle exactamente a la gente lo que negociamos. Y el segundo, que para mí es muy importante, es negociar en tanto y cuanto uno no cambie la esencia, no cambie lo que comprometió ante la opinión pública. Yo no puedo ir a negociar y por conseguir un voto más en el Parlamento modificar totalmente lo que propuse y por lo cual me eligieron y me votaron. Entonces obviamente va a ser una discusión y una negociación constante.

También hay que saber y hay que agregar que nuestro régimen se sitúa dentro de los regímenes semipresidencialistas: un Parlamento fuerte pero con acciones del Poder Ejecutivo comandado por el presidente de la República, actuando en acuerdo o en Consejo de Ministros, con muchas facultades. Facultades que desde mi punto de vista el presupuesto del primer gobierno del FA peligrosamente le otorgó fuera del control legislativo, como el tema de la inteligencia. Pero sin entrar en la casuística y el detalle, tenemos un régimen semipresidencialista que tiene que sortear algunos obstáculos necesarios como por ejemplo la ley de presupuesto. Eso es lo que más se va a tener que negociar y en lo que vamos a tener que llegar a acuerdos.

EC - Por ejemplo, usted ha señalado que una de las primeras medidas será la derogación del IASS (impuesto a la asistencia a la seguridad social). ¿Cómo la implementaría, teniendo en que cuenta que no tendría mayoría en la Cámara de Diputados y que la del Senado la tendría que negociar?

LLP - Es una buena pregunta, porque es uno de los planteos que yo le hago a la gente ahora en mis conversaciones en el interior y en Montevideo. El 1.° de marzo vamos a mandar el proyecto de ley de derogación del IASS, la vamos a escribir el 5 de diciembre. ¿El FA no va a votar la derogación de un impuesto?

EC - Hoy mismo, cuando usted hace ese anuncio, en el FA se discrepa con una medida así. Se sostiene que el IASS alcanza a los jubilados que ganan más de 22.552 pesos, que son aproximadamente el 18% del total de jubilados. O sea, que es una medida destinada a beneficiar a los jubilados "ricos".

LLP - ¿Alguien puede pensar seriamente que alguien que gane 22.000 pesos es rico? ¿Sobre todo a determinada edad, cuando se necesitan más cuidados, más remedios, más atención? ¿Alguien puede pensar eso en serio?

EC - Se cuestiona el hecho de que se ponga la atención en ese impuesto…

LLP - Nadie puede pensar en serio que una persona con 22.000 pesos es rica.

EC - De 22.000 para arriba.

LLP - ¿Y alguien puede pensar que de 22.000 para arriba es una persona que tiene capacidad económica para ser rica? ¿Con 22.000, 23.000, 24.000, 25.000? ¿Con lo que cuesta una canasta básica? Salgamos rápidamente, así no incomodo con el razonamiento económico. Es un razonamiento de índole de coherencia.

Cuando este proyecto de ley se votó en el Parlamento, en el PN dijimos y confiamos en que este es un impuesto inconstitucional, que no está de acuerdo con los parámetros constitucionales, entre otras cosas porque no es una renta, etcétera. Si dijimos eso cuando nos tocó votar, ¿qué vamos a hacer si somos gobierno? Actuar en consecuencia. Si no, estaríamos engañando a la gente una u otra vez, y yo no quiero ser considerado alguien que engañe con tal de conseguir un voto. Por eso lo vamos a derogar.

Una cosa es lo que el FA diga en campaña y otra cosa cuando tenga enfrente un proyecto de ley derogando un impuesto. Y podríamos seguir…

EC - La pregunta sobre el IASS es de dónde saldrían los 200 millones de dólares anuales que hoy recauda ese impuesto. El FA dice "ojo, esa plata va a financiar las jubilaciones menores".

LLP - Es muy lineal y no es cierto ese razonamiento. Por ejemplo, fue para financiar –y ni siquiera dio– la pérdida del desastroso negocio de Pluna. Por ponerte uno de los elementos. O los balances de empresas públicas deficitarios. O los cargos de confianza. No hay que ser tan lineal y hay que decir la verdad. No se puede ser tan simple en algunos razonamientos, porque hay que cuidar los fondos públicos, y para cuidarlos primero hay que mirarse al espejo.

Pero siguiendo con ese razonamiento, hablamos de los ahorros que podemos generar sin tocar nada que perjudique la actividad diaria del Estado ni del gobierno. Gran parte de esos 200 millones de dólares aproximadamente –no llegan– de renuncia fiscal va a volver al mercado. Porque no creo que si a alguien se le afloja el cinturón por unos pesos guarde en obligaciones negociables o títulos de bolsa. Va a vivir mejor, va a comprar más remedios, va a comprar más comida, va a pagar un poquito más de luz, va a comprar más gas para la estufa. Va a hacer esas cosas. Y eso vuelve al mercado y termina pagando tributos, entre otras formas.

EC - Esa es la forma de financiamiento, entonces.

LLP - No no no… Nuestro equipo de economía tiene claramente identificados algunos incisos y algunas acciones con los cuales podríamos ahorrar entre 400 y 500 millones de dólares. Porque también tenemos otras erogaciones importantes. Por ejemplo, el Plan Asentamiento Cero, que llevaría 180 millones de dólares al año. Todo esto sin empezar a hablar de gestión, de cuidar el dinero, de controlar. Ahí es donde yo me tengo fe, nos tenemos fe, en estar arriba del dinero de la gente, gestionarlo de forma transparente, eficaz, eficiente, austera e informar a la gente en qué se está gastando. Ahí me juego todos los boletos a que mi equipo, encabezado por el presidente de la República y con el contralor parlamentario, va a tener una gestión tal que con los mismos recursos se van a poder hacer más cosas.

EC - El proyecto para la derogación del IASS será una de las primeras medidas en marzo del año 2015 si usted es presidente. ¿Qué otras puede mencionar, en un listado rápido?

LLP - Hemos hablado de las urgencias y de la ansiedad por empezar a hacer las cosas. Con lo cual el gobierno empieza formalmente el 1.° de marzo, pero el pregobierno empieza el 1.° de diciembre a las cuatro de la tarde, el día después de la segunda vuelta, y a las cuatro de la tarde porque alguno va a tener ganas de sestear y es mejor que esté descansado.

Ese día, lápiz y papel en mano, se tratará de empezar a obtener las mayorías parlamentarias, a hacer los acuerdos necesarios con los distintos partidos políticos, a componer el Poder Ejecutivo, a designar o empezar a buscar la designación de los presidentes de entes autónomos y servicios descentralizados, a trabajar sobre quiénes van a integrar los desconcentrados. Calculo que una semana y media después, cuando hayamos determinado quiénes serán los titulares de los órganos, empezamos con las medidas. El 1.° de marzo, vía texto legal, leyes de urgencia, los instrumentos que se acuerden y que se encuentren para ser más eficaces y ahorrar tiempo, vendrán las primeras medidas. Otras de índole administrativa, con un acto administrativo, un decreto. No podemos singularizar en una.

Me viene a la mente una que para nosotros es fundamental, que es el estado de las rutas nacionales. El compromiso de nuestra fórmula es que en cinco años el 60% de las rutas nacionales estén en muy buen estado. Hemos hablado de prioridades, la 4, la 30, la 31, la 26, la 14, la 54, la 55, la 12, la 6, conjuntamente con otros tramos. El 1.° de diciembre tenemos que empezar a buscar los instrumentos. Los primeros meses serán con fondos públicos, al mismo tiempo que trabajemos sobre los instrumentos. Seguramente deberemos modificar algún tema administrativo de la ley de PPP, apelar a la vieja ley de concesión pública, buscar el financiamiento con bancos de desarrollo internacionales, estimular que las AFAP eventualmente puedan volcar parte de sus fondos a este tipo de emprendimientos, rápidamente dialogar a través del IIRSA a nivel americano…

Allí tenemos una convocatoria –que para mí es muy importante– a todos los partidos políticos para que miren los sobres. Ocho ojos ven más que dos. Que en todos los procesos de licitación, aparte de las formalidades del Tribunal de Cuentas, esté gente de los distintos partidos observando esos procesos para que después no haya lugar a lamentos no solo por irregularidades sino también económicos. Eso se va a hacer el primer día de gobierno.
    
Tenemos temas como la ley 18651, la ley de discapacitados, que tiene 94 artículos, dos de los cuales han sido regulados, que es de extrema sensibilidad para la opinión pública y para un sector importante de la sociedad. Tenemos que trabajar con todas las instituciones en su reglamentación; eso lo haremos entre diciembre y febrero. Mandaremos proyectos de ley en lo que hace a las exoneraciones tributarias en determinados sectores, en lo que hace a la modificación del Código del Niño en las penas de los menores y la final separación del Sirpa de otros organismos. Innumerables cuestiones.

Una cuestión que me interesa particularmente: el día que esté elegido el gobierno que viene van a estar terminando las clases, el día que asuma el nuevo gobierno van a estar empezando las clases. Con lo cual la transición en el ámbito educativo es fundamental. Si esa transición no se hace de forma civilizada la agenda de aquella fórmula que sea elegida no se va a poder aplicar hasta el otro año lectivo.

EC - ¿A qué se refiere con "transición" en este caso?

LLP - Terminamos un quinquenio de aplicación de algunas políticas educativas desde nuestro punto de vista –y desde el punto de vista de los registros– deficitarias. Y venimos con una agenda educativa que tiene más de 50 medidas, que necesariamente sugieren empezar o que el gobierno que se va allane el camino, respetar la institucionalidad pero al mismo tiempo que se nos dé cabida para empezar ese proceso de transición en algunas medidas que son muy importantes desde nuestro punto de vista.

EC - ¿Y no habría que negociar esa política educativa, no habría que acordarla con los otros partidos?

LLP - Obviamente, por eso estoy hablando de diciembre a febrero.

EC - Con la idea de llegar al 1.° de marzo, ¿en qué condiciones?

LLP - En condiciones de establecer los mecanismos de estas 50 medidas para la educación. Algunas de ellas son de índole legal, por ejemplo la derogación –esto sí seguramente más complejo– parcial de la ley de educación.

EC - Ahí no veo el apoyo del FA, sobre todo en Diputados.

LLP - Va a ser complejo, pero hay que tratar de convencer. Y si no podemos, no lo haremos. Es bien fácil.

***

Transcripción: María Lila Ltaif