Canciller designado

Rodolfo Nin Novoa: Con Argentina "vamos a actuar con amistad, pero con firmeza, defendiendo los intereses de los uruguayos"

Rodolfo Nin Novoa. ©RICARDO ANTUNEZ.URUGUAY.2008
Rodolfo Nin Novoa ©RICARDO ANTUNEZ.URUGUAY.2008

A dos días de haber ganado el balotaje, Tabaré Vázquez ya anunció quiénes serán sus ministros en el próximo período. Algunos seguirán es su cargo, otros vuelven a la actividad ministerial luego de algunos años, y algunos estrenan, pero lo que primó fue la confianza ante la cuota política. Una de las sorpresas de la jornada fue Rodolfo Nin Novoa, designado canciller de la República. En diálogo con En Perspectiva, el ex vicepresidente relató como se dio su elección para este cargo y en qué medida puede incidir su antecedente como vicepresidente: "me relacioné con los presidentes y los vicepresidentes de toda América del Sur. Estuve en innumerables reuniones de carácter técnico y diplomático".

(emitido a las 8.51 hs.)

EMILIANO COTELO:
El presidente electo, Tabaré Vázquez, decidió no perder tiempo. Solo dos días después de haber sido confirmado en las urnas, presentó a los integrantes del gabinete que lo acompañará en su segunda gestión de gobierno.

Danilo Astori en Economía y Eduardo Bonomi en Interior eran nombres que el propio Vázquez ya había adelantado en campaña electoral, y ayer completó la lista.

Algunos de los funcionarios que fueron anunciados eran manejados, mencionados desde hacía varios días. Y otros, en cambio, causaron sorpresa.

Quizás a uno de estos últimos casos sea el de quien ocupará la cartera de Relaciones Exteriores, para la cual fue designado Rodolfo Nin Novoa.

Nin Novoa tiene 66 años, es técnico agropecuario, actualmente es senador de la República, pertenece a la Alianza Progresista, Frente Líber Seregni. Antes, en el gobierno Vázquez, fue vicepresidente de la República. Y en su trayectoria política figura también su época de intendente de Cerro Largo, en ese caso elegido por el Movimiento Nacional de Rocha, Partido Nacional, cargo que desempeñó entre 1985 y 1994.

Yo decía que tal vez su nombramiento como canciller sea de los más sorprendentes de la lista conocida ayer. ¿Cómo surgió esta posibilidad?

RODOLFO NIN NOVOA:
Este ofrecimiento nació hace más de un mes. Un día después de la primera vuelta de las elecciones, el presidente Vázquez, en una reunión familiar, cuando me saludó me dio un abrazo y me dijo: "Tú vas a ser mi canciller". Durante la campaña electoral hablamos en dos oportunidades sobre el tema, después de aquellos actos que se hacían tanto en el interior como en Montevideo tuvimos la oportunidad de conversar e intercambiar ideas.

El domingo por la mañana me preguntó si ya había pensado en quién me podía acompañar en la subsecretaría y le dije que tenía un nombre, que era el de José Luis Cancela, un embajador de carrera, y él me dijo que había pensado en el mismo nombre. Por lo tanto me pidió que me ocupara de llamarlo y de ofrecerle que nos acompañara. Cosa que hice en la noche del domingo, y aceptó. Esa es la historia, corta, concreta y sorprendente, si se quiere.
    
EC - ¿Cómo recibió esa posibilidad de ser canciller cuando Vázquez habló por primera vez con usted de esa idea?

RNN - En primer lugar con sorpresa, porque yo había estado trabajando mucho en el tema agropecuario con él; usted fue testigo, en el programa Presidenciables que usted hacía, me llevó como referente en la política agropecuaria.

EC - Sí, lo tengo bien presente. En aquella presentación del doctor Tabaré Vázquez y su equipo en el ciclo en el Hotel Dazzler, quienes contestaron las preguntas sobre agro fueron usted y Luis Fratti.
    
RNN - Exactamente. Pero además lo sorprendente, si se quiere, es que usted le dio la chance de poner algún tema del que quisiera hablar, y puso la política agropecuaria. Podría haber puesto la política de salud, la política tributaria, cualquier otra cosa, pero pidió para hablar de ese tema y nos confió a mí y al doctor Fratti esa responsabilidad. Entonces parecía que todo podía estar encaminado para ahí. Pero la verdad hay que decirla también, el Uruguay tiene un gran ministro de Agricultura, y me parecía un desperdicio dejarlo ir sin más. Yo hablé de este tema con el doctor Vázquez también. Me hacía acordar en un momento –no porque yo haya sido un gran intendente– de que cuando fui a la reelección como intendente también salí senador, soy reelegido y salgo senador, y opté por la Intendencia para no desaprovechar esa experiencia adquirida.

EC - Por lo que dice, usted mismo desactivó la posibilidad de ser ministro de Ganadería, sugirió que quedara Aguerre.

RNN - No no, yo no influí en eso, pero le dije a Vázquez que era un gran ministro. Y él lo consideraba así también, un gran ministro.

Lo tomé con sorpresa, me hace un gran honor, sin lugar a dudas, y es una gran responsabilidad. Ya tengo todo el organigrama del ministerio, tengo que ver cómo nos sentamos en él, cuáles son las líneas de acción, a quiénes nombramos directores de las siete áreas que tenemos.

EC - Está claro que en esta designación uno de los criterios que tienen que haber primado es el de la confianza política. Usted tiene una relación con Vázquez muy estrecha desde las campañas electorales que compartieron como fórmula presidencial del Encuentro Progresista-Frente Amplio en 1994 y 1999, ya desde aquellos años. Está claro que hay mucha afinidad. Y supongo que eso para Vázquez no es menor, teniendo en cuenta la experiencia de su primer gobierno, en el que el canciller fue Reinaldo Gargano, a partir de aquel criterio que eligió de nombrar a los cabezas de lista de las distintas agrupaciones para las carteras principales. Y todos conocemos las diferencias que Vázquez terminó teniendo con Gargano en varios asuntos delicados. Parece claro que con usted hay una sintonía fina y que aquella experiencia complicada no se va a repetir.

RNN - Parecería que no. Yo consulto mucho con él y tenemos mucha afinidad y mucha sintonía. Si quiere le cuento una intimidad, que se dio justamente en la elección del vicecanciller. Cuando yo le digo el nombre de José Luis Cancela, él me dice: "Yo había pensado exactamente lo mismo, viste que jugamos que taquito". Utilizó esa expresión tan popular que da a entender que dos personas se conocen bien.

Ha habido otros casos, Álvaro Ramos era ingeniero agrónomo también y fue un buen canciller, pero me parece que eso en el mundo internacional no se puede comprender mucho. Pero si le dicen "el canciller del Uruguay es alguien que fue vicepresidente de la República y tres veces senador" es otra cosa.

EC - Está bien el acento que usted pone por el lado de su vinculación con el sector productivo, que a los efectos del manejo de las relaciones exteriores es un conocimiento útil teniendo en cuenta los desafíos que Uruguay tiene por delante en cuanto a su inserción internacional. Pero, claro, hay varios oyentes que preguntan más en general cuál es su idoneidad en los asuntos diplomáticos, en los asuntos de relaciones exteriores. ¿Qué contesta sobre ese punto?

RNN - Yo fui vicepresidente del Uruguay, me relacioné con los presidentes y los vicepresidentes de toda América del Sur. Estuve en innumerables reuniones de carácter técnico y diplomático, fui quien firmó el acuerdo de la Unasur. Y no creo ser tan negado como para no poder aprender. Vamos a asumir este cargo con mucha responsabilidad, como lo he hecho toda la vida en todos los cargos; cuando me fueron a buscar para ser intendente estaba esquilando ovejas y no me fue tan mal tampoco en la Intendencia. Y desde ese punto de vista tengo un gran subsecretario, que ha hecho un larguísimo camino en las relaciones internacionales y diplomáticas, y hay lineamientos tradicionales del Uruguay que vamos a seguir respetando.

EC - Vayamos por ese lado. ¿Cuáles serán los acentos de la política exterior de la administración Vázquez? ¿Por dónde los ubica usted?

RNN - Primero mantener los lineamientos tradicionales: el principio de no intervención, la vigencia del multilateralismo, la seguridad jurídica, la solución pacífica de las controversias, el respeto al derecho internacional. Esta administración que está saliendo tiene logros muy importantes, está la presencia de un presidente que ha tenido una resonancia internacional muy fuerte, al grado de ser propuesto para un Premio Nobel, cosa que jamás había ocurrido en el Uruguay. El Uruguay tiene también una larguísima tradición en materia de relacionamiento. Eduardo Jiménez de Aréchaga fue miembro de la Suprema Corte Internacional, redactó dos artículos de las actas de derechos humanos. Uruguay tiene una larguísima tradición en esto; está nominado para ser integrante transitorio o alterno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esos son todos logros de las administraciones anteriores, particularmente de la del presidente Mujica.

Y después tenemos allí la relación con el Mercosur, con Argentina, con Brasil, la mirada hacia lo que está pasando en el mundo, las relaciones comerciales.

EC - Hablemos del Mercosur. Allí hay un cuello de botella que hay que encarar. Tabaré Vázquez ha dicho en distintas ocasiones que el Mercosur es la base de la inserción internacional de Uruguay, pero que también hay que abrirse hacia otros mercados. Y eso presenta sus dificultades, porque el acuerdo del Mercosur condiciona, establece límites a la posibilidad de tratados bilaterales que Uruguay quiera firmar. ¿Cómo piensan trabajar esa parte delicada?

RNN - Primero, en Argentina va a haber un cambio de gobierno en octubre próximo, de manera que ahí puede haber algún tipo de ventana de oportunidades para hablar de estas cosas.

En segundo lugar, las relaciones con Brasil están muy bien, y hay un grupo de alto nivel que va solucionando todos los problemas que se van planteando. Aparte hay una demanda también en Brasil, de muchos sectores empresariales, de trabajadores y sociales, de revisar el tema del Mercosur, sobre todo en esta posibilidad que tenemos, que habíamos tenido y que seguimos teniendo de hacer un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.

Después están los temas de la Alianza del Pacífico. Creo que ahí tenemos que actuar con cierto pragmatismo responsable.

EC - ¿Qué quiere decir?

RNN - Quiere decir que vamos a ser prácticos, pero no vamos a aceptar cualquier cosa, nada más ni nada menos que eso. Uruguay es un país enraizado en la región, pero con cierta proyección universal. Somos un país moderado, promotor del diálogo, articulador, defendemos principios y valores universales. De manera que tenemos allí una amplia posibilidad de ver cómo mejoramos nuestras relaciones en este contexto de integración en todos estos organismos, porque además tenemos el Mercosur, la Unasur, la Celac, la Aladi. Son varios los mecanismos de integración en los hay que profundizar y trabajar.

EC - Mencionaba recién su experiencia individual y gremial en el sector agropecuario, decía que en un país productor de alimentos no parece mala cosa que el canciller tenga esos antecedentes. Justamente, a propósito de agro viene una pregunta que le plantea la ingeniera agrónoma Rosanna Dellazoppa, coordinadora de las Tertulias Agropecuarias. Es una pregunta inspirada en la entrevista que hicimos hace pocos días aquí con el gerente general de Conaprole, Ruben Núñez. ¿Usted coincide en que los aranceles que se puedan conseguir en los accesos a mercados son algo tan o más importante que tener mercados?

RNN - Les doy importancia a las dos cosas. Tener mercados responde, entre otras cosas, a cierto prestigio en la producción de alimentos, en el caso de Uruguay el cuidado, la trazabilidad, etcétera. Pero el tema de los aranceles es fundamental. Venezuela antes de entrar al Mercosur le compraba lácteos a Nueva Zelanda, y los neocelandeses pagaban para entrar en Venezuela el 16 o 18% de aranceles. Cuando Venezuela entra al Mercosur, entra a la zona de libre comercio, sin barreras arancelarias en el comercio, ¿quiénes pasan a ser sus proveedores en materia de lácteos? Uruguay y Argentina. Esto es lo que nos está pasando hoy respecto a Nueva Zelanda y Australia; Nueva Zelanda dentro de tres años va a entrar con arancel cero en China para los lácteos y nosotros estamos pagando el 16%. Ahí vamos a estar complicados.

EC - Por eso la pregunta: ¿está dispuesto a trabajar en ese sentido y en coordinación con los exportadores agroindustriales?

RNN - Naturalmente. Es más, diría que esa va a ser una de mis principales tareas, más que las diplomáticas; aunque eso también es diplomacia, sin duda. Australia acaba de firmar un tratado de libre comercio con China y nosotros vamos a estar en problemas con nuestra colocación de carnes en China, que se ha vuelto un demandante muy importante. Le doy una importancia muy alta al tema de trabajar por acuerdos bilaterales que mejoren nuestro acceso a los mercados ya conseguidos.

EC - La relación con Argentina ha sido un dolor de cabeza, sobre todo a partir del conflicto por las plantas de celulosa, que estalló en el primer gobierno Vázquez. Luego, durante la administración Mujica hubo distintos intentos por acomodarla, pero siempre quedaron roces que se tradujeron en dificultades comerciales o incluso para la llegada de turistas argentinos a nuestro país. ¿Cómo ve ese frente, cómo piensa trabajarlo?

RNN - Es un frente complejo, creo que lo primero que tendríamos que hacer sería recrear los vínculos políticos. Por eso le digo que va a haber un cambio de gobierno y quizás con ese cambio se nos abra la oportunidad de recrear esos vínculos. No me voy a meter en absoluto en las elecciones argentinas, pero el gobierno va a cambiar. Nosotros tenemos que trabajar con firmeza, a veces hay medidas que son legítimas para Argentina pero inamistosas para Uruguay, como el tema de la carga de los puertos y la carga de las mercaderías argentinas en los puertos argentinos y la prohibición de que carguen en otros lados. Nosotros tenemos gestos muy amistosos con ellos, como por ejemplo toda esta situación del abastecimiento de los barcos que vienen de las Islas Malvinas, que nos cuesta mucho, pero que parece no tener un correlato del otro lado del charco. Ahí hay un tema de excepción del contrato no cumplido: si uno no cumple conmigo, yo tengo derecho a no cumplir con él.

Vamos a actuar con amistad, pero con firmeza, defendiendo los intereses de los uruguayos, porque yo he definido la política exterior como el instrumento que tienen los estados para defender y proteger sus intereses fuera de fronteras. En consecuencia, vamos a poner todo nuestro empeño en defender los derechos de los uruguayos, que en este caso son básicamente los vinculados al trabajo y a la producción.

EC - En cuanto a la llegada de los presos de Guantánamo que acordó el presidente José Mujica, la embajadora Julissa Reynoso decía ayer que habló con Tabaré Vázquez y que Vázquez está convencido de que es una buena solución. ¿Ha podido involucrarse en ese asunto?

RNN - No, no lo he hablado para nada. El presidente Vázquez habló con el vicepresidente Biden, pero, según dijo ayer públicamente, no tocaron ese tema. Eso está más bien en manos del presidente, a quien le cedemos toda la derecha.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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