Entrevistas

Comunistas afirman que el Frente Amplio no habilitó un TLC con Estados Unidos

El Partido Comunista presentó ante la Mesa Política del Frente Amplio un documento crítico sobre la posibilidad de firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. El senador Eduardo Lorier afirmó que, ante el fracaso del ALCA, la estrategia de la administración Bush puede ser firmar acuerdos país por país. "Como come la gallina, meterse cada maicito para adentro", ironizó.

(Emitido a las 7.42)

EMILIANO COTELO:
La posibilidad de firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos vuelve a empañar la interna del partido de gobierno.

Es que el Partido Comunista (PCU), ya conocido crítico de la posibilidad de un TLC, arremetió con firmeza y presentó ayer en la Mesa Política del Frente Amplio un documento en el que sentencia que hay un antes y un después de un TLC con Estados Unidos.

El documento se titula "Inserción internacional de Uruguay y sus consecuencias", y plantea ese punto de inflexión que implicaría un TLC utilizando un lenguaje dramático. Dice: "Hay un antes y un después de un TLC con Estados Unidos y no solo en lo económico-social y en las relaciones de dependencia, sino, y esto lo decimos y advertimos con el dolor del alma, también desde un ángulo político interno".

¿Qué quiere decir ese alerta? ¿Por qué el documento se presentó ayer en la Mesa Política? ¿Qué implica como escenario para el Plenario del Frente Amplio (FA) que discutirá nuevamente este asunto el próximo 10 de junio?

Vamos a conversarlo con el senador Eduardo Lorier.

***

Senador Lorier, ya habíamos conversado con usted hace unos días, cuando finalizaba la visita del presidente Tabaré Vázquez y su comitiva a Washington, en la que la posibilidad de un TLC estuvo sobrevolando, no como algo imprescindible, algo a lo que se vaya necesariamente, pero como una alternativa. Se va a negociar la profundización del intercambio comercial con Estados Unidos y ese camino puede terminar llevando a un TLC.

Ustedes han entendido necesario formular la crítica del PCU en un documento.

EDUARDO LORIER:
Sí, a las palabras que usted señalaba agregamos que nadie debería preocuparse si lo que se está tratando o negociando no es un TLC o un sucedáneo de TLC, tal como establece nuestro programa, tal como dijo Tabaré en Caracas, Venezuela, tal como corresponde a nuestros vínculos actuales con el Mercosur. Eso forma parte del párrafo siguiente al que usted mencionaba en la introducción, cuando advertía que era una intervención con un cierto aire de dramatismo. Tratamos de sacarle ese dramatismo en la medida que advertimos que nadie debería preocuparse si no se está tramitando un TLC. Pero si se está tramitando un TLC, evidentemente que sí, sería la parte anterior.

EC - Usted decía que había que recurrir al final de ese punto 4 del documento. Dice: "Por cierto, también decimos que nadie debería preocuparse si lo que se está negociando no tiene nada que ver con un TLC o su sucedáneo, o sea, si se respeta el programa del FA en su letra y en su espíritu".

Hace muy pocas horas el presidente Vázquez, hablando con el diario El País, entrevistado en Viena, dijo: "El FA tiene una definición del Plenario Nacional que nos estamos olvidando de ella muchas veces. En su resolución dijo que respetando desde el Mercosur y no deteriorando el relacionamiento regional, podemos trabajar en esa dirección. Así que nosotros estamos basados justamente en ese plenario para seguir trabajando".

EL - Efectivamente, y hay que agregar que el plenario remite al programa del Frente. Es, decir, remite a dos anclas o a dos cuestiones básicas, que son, una, el programa del Frente, donde se establece con total claridad que en las actuales condiciones no es conveniente para el Uruguay productivo un TLC con Estados Unidos o el ALCA, si lo consideramos más grandemente; y, dos, la normativa del Mercosur. En ambos casos, si somos fieles a la letra y al espíritu, tendríamos que estar transitando muy cuidadosamente todos estos pasos.

Pero en este trabajo que hemos presentado nos hemos tomado la tarea de analizar con profundidad, la máxima posible de acuerdo con los materiales de que disponemos sobre este tema. No se trata de seguir conectándonos entre nosotros, sí o no, sin indagar las causas de por qué sí o por qué no, y eso implica profundizar en el estudio e intentar, por todo lo que se juega, por la implicancia que tiene esto en materia de inserción internacional de Uruguay por muchísimos años.

EC - En ese sentido, para usted, del material que acumulan en la argumentación del PCU, ¿qué es lo fundamental?

EL - Los órdenes y consecuencias básicos son los que tienen que ver con las contrapartidas que Uruguay debería concederle a Estados Unidos por el ingreso de algunos de sus productos al mercado de estadounidense, y en segundo lugar lo que nos perderíamos con relación a los vínculos en el Mercosur. Porque nosotros partimos de la hipótesis de que en este mundo del realismo a ultranza, del pragmatismo, es válido, somos bastante realistas en esto y consideramos que más allá de las formalidades –que importan–, no podríamos permanecer en el Mercosur si vamos hacia un tratado, llamémosle así o le ubiquemos una forma diferente. Entonces nos perderíamos lo que ya implica el Mercosur, que no es poca cosa, acaban de recuperarse nuestras compras de Argentina y Brasil con el 23% de nuestras de nuestras exportaciones, y todo lo que nos perderíamos a futuro por no estar.

Pero avanzando cada vez más en la concreción, les pido a usted y a la audiencia que analicen lo que ha venido señalando la industria farmacéutica uruguaya. En el semanario Brecha el último viernes es muy interesante el estudio que se realiza acerca de las posibles consecuencias que tendría para este sector de punta, un verdadero ejemplo en nuestro concepto de lo que debe ser la industria nacional metida a invertir en ciencia y tecnología y dar trabajo a los uruguayos, ahí vemos este grito de alarma que ellos ponen. Pero también recomiendo que lean Café & Negocios, suplemento del diario El Observador del domingo, donde el grito de alarma lo pone la industria del plástico, que es una de las principales exportadoras a la región, en particular hacia Argentina y Brasil.

EC - ¿Por qué se perderían esas exportaciones a Argentina y Brasil en caso de avanzarse hacia un TLC con Estados Unidos?

EL - Si avanzamos hacia un TLC con Estados Unidos y decidimos irnos o nos hacen ir del Mercosur, evidentemente que el arancel que hoy no pagamos se establecería, porque es una de las claves de los vínculos de una zona de libre comercio que tenemos con los restantes países.

Y el tercer factor, a cuenta de todos los muchos que van a ir apareciendo, es el tema de la lechería. El otro día el ingeniero agrónomo José Paniza, que es el presidente de Conaprole, señalaba –mire qué interesante para investigarlo, para aclararlo, porque lo que queremos es eso, que no se avance alegremente o que no se nos diga o no digamos alegremente "Mercosur" sin entrar a profundizar en las consecuencias de múltiples órdenes que puede tener esto para el país– los problemas que están teniendo los subproductos lácteos para su ingreso al mercado mexicano, donde tenemos un TLC. ¿Cuál es el problema? Que no podemos competir o tenemos dificultades de competencia con la leche en polvo subsidiada de Estados Unidos. A tal punto –decía Panizza–, que los mismos productores mexicanos tienen problemas para la industrialización de su misma leche frente al ingreso de esos productos subsidiados que tienen un costo muy inferior.

Anoche me metí en Internet y observé un retraso en el TLC con Colombia. Aparentemente todo estaba solucionado pero los importantes intereses económicos internos que están siendo afectados hacen que se enlentezca ese TLC. Un sector muy afectado va a ser el avícola, porque el ingreso de distintas partes de pollo de Estados Unidos seguramente va a impedir la supervivencia de ese sector por razones estrictamente de costos.

De manera tal que en una primera parte señalamos que las contrapartidas –ni que hablar si me pongo a hablar del tema de las empresas públicas–, nosotros hemos basado este estudio en un estudio muy serio, muy interesante –que pienso que En Perspectiva, que siempre alimenta o ayuda a indagar objetivamente los elementos que están en juego, podría poner en su web–, un estudio de Ceres de 2002 hecho por dos mexicanos que estuvieron en el trabajo de los vínculos de México con Estados Unidos y Canadá por el Tratado de Libre Comercio del América del Norte (NAFTA), a solicitud de la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos. Es revelador de los sectores o capítulos que tendría un TLC entre Uruguay y Estados Unidos, siguiendo el modelo clásico, y analiza sector por sector. Hablan de las exigencias que tendría Estados Unidos en materia de energía y petroquímica; yo pensaba para mí "pobre Ancap". Después en materia ya no de generación de energía, que dicen ellos que ya hoy se puede analizar, sino en la trasmisión; allá está el problema de UTE. También señalan en telecomunicaciones –ya sabemos que se avanzó mucho en la privatización de la telefonía móvil– que la telefonía fija es un monopolio y ellos estarían exigiendo un cambio en el status jurídico.

Luego en el tema compras gubernamentales, donde hay un 10% por ciento de preferencia de la industria nacional, yo me pongo en el lugar de un empresario metalúrgico mediano, del pequeño que dos por tres gana una licitación en el Estado uruguayo y eso le permite sobrevivir o por lo menos seguir en pie, lo que podría ser afectado cuando venga una licitación donde se pierda el 10% de preferencia que hoy tiene la industria nacional y además se le brinde trato nacional, como exige el tratado para los bienes de Estados Unidos. Ese es uno de los rubros que se me ocurre y que ya han señalado algunos empresarios este tipo de aprensiones.

EC - Usted habla de riesgos, enumera riesgos, el documento que elaboró el PCU enumera riesgos. En ningún momento se detiene en las oportunidades, en las posibilidades de mejora de nuestras exportaciones y de la producción nacional que un tratado de este tipo también acarrea.

EL - Para eso está todo el poderoso lobby que desde hace muchísimo tiempo sólo se preocupa de enumerar a diestra y siniestra esas oportunidades. Lo decimos en el documento, hay un permanente mirar solamente las ventajas, y nosotros no dejamos de reconocer que en el rubro carnes habría un incremento, como lo han varios analistas, de 100 millones de dólares, que sería cuantificadamente lo que percibiríamos al lograr que el resto de las toneladas que ingresa por encima de las 20.000 deje de pagar el arancel del 26% que paga hoy. Pero si son 100 millones de dólares, nada más, por favor. No voy a simplificar, pero también analizo, porque otro sector que se ha dicho que podría ingresar es el lácteo, ahí yo ya tengo mis dudas frente a lo que está pasando con México.

EC - Usted prefiere poner el énfasis en los riesgos, en incorporar a la discusión el capítulo riesgos que entiende que figura escasamente en el debate.

EL - Está bien sintetizado.

EC - Desde la audiencia Néstor, de Soriano, le pregunta: "¿Por qué no es posible permanecer en el Mercosur y negociar, al mismo tiempo, TLC con otros países, sea Estados Unidos, la Unión Europea o la China? ¿Por qué una cosa o la otra?".

EL - En primer lugar porque el artículo 1º del Tratado de Asunción, directa o explícitamente en su letra, lo establece así; pero más concretamente porque hay una resolución, que es la 32/00, del Consejo Mercado Común que, nos guste o no, nosotros mismos la firmamos, la aprobamos, que establece que para avanzar en negociaciones con otros países, con terceros países –no habla explícitamente de Estados Unidos–, se debe acordar entre los diferentes países del Mercosur.

EC - ¿Y por qué no puede existir esa autorización?

EL - Desde hace tiempo ya una negociación colectiva con Estados Unidos, con la Unión Europea, que sí ha reconocido la Unión Europea las negociaciones no individualmente sino con el Mercosur como tal, y nosotros hasta ahora nos habíamos plegado a esta estrategia. No quiero decir con esto que en esta estrategia no seamos funcionales a Brasil. Evidentemente que ha habido cierta subordinación a los intereses brasileños. También podríamos avanzar en la hipótesis de si el hecho de que se le haya trancado el ALCA a Estados Unidos en Mar del Plata de una manera bastante radical no ha hecho que la estrategia de Estados Unidos hacia el ALCA, buscando una zona continental de libre comercio, no haya avanzado más en la medida que va logrando país por país, como come la gallina, meterse cada maicito para adentro, lo que alguien ha llamado "alquitas", TLC país por país.

EC - La pregunta era por qué usted descarta que el Mercosur autorice a Uruguay a negociar un acuerdo de este estilo. De hecho ya hubo manifestaciones verbales de los presidentes Kirchner y Lula en el mes de enero favorables a esa posibilidad.

EL - Usted que está muy bien informado también habrá retenido todas las contrarias que ha habido desde los cancilleres a otras importantes autoridades. Pero más que eso, nadie puede desconocer que se hiere bastante gravemente al Mercosur, más allá de todo lo que está herido, maltrecho y de lo que podemos criticar y lo criticamos fuertemente, un Mercosur que no ha estado jamás a la altura de sus posibilidades inmensas, y sobre todo por dos países que no han sabido liderarlo al punto de lograr mínimamente la generosidad de avanzar en liquidar las asimetrías, las desigualdades lógicas y naturales que tenemos. Eso es lo que puede suponerse, pero además partimos de la hipótesis de que el golpe es desde el punto de vista político, no desde el punto de vista económico, porque no somos mucha cosa en materia de apetencia, pero analicemos que si bajamos los aranceles –vamos al punto económico, si queremos– a cero a muchísimos productos de Estados Unidos, ¿a quién le pueden caber dudas de que nos estaríamos convirtiendo en una cabeza de playa para el ingreso de mercaderías de Estados Unidos hacia los restantes países del Mercosur en la medida que mantengamos un cero en las barreras arancelarias hacia esos países?

EC - En este terreno de los riesgos, que es lo que este nuevo documento del PCU expone, vuelvo al comienzo de esta conversación: en el punto 4º ustedes dicen: "Debe analizarse lo que podría significar la modificación del panorama político-social de Uruguay. ¿Qué queremos decir con esto? Que la potencial renuncia del canciller Gargano o las movilizaciones de la central obrera y otras organizaciones sociales y nuestras –me imagino que se refiere al PCU– propias e inevitables acciones contrarias a un TLC, deberían hacer meditar a cualquiera, incluso a aquellos muy preocupados por el clima inversor, ellos también necesitarían reflexionar sobre cómo afectaría ese clima, un tal estado de situación, en la escena política y social". ¿Qué tipo de actitud puede adoptar el PCU si se va hacia un TLC? Porque también señalan que puede haber un antes y un después en la interna de la fuerza política FA.

EL - En la misma medida en que para nosotros lo habrá desde el punto de vista económico-social, desde el punto de vista de los intereses uruguayos, creemos que también va a haber un antes y un después desde ese punto de vista, desde el ángulo político-social.

EC - ¿Usted está pronosticando movilizaciones, manifestaciones, huelgas, agitación en torno al asunto?

EL - No vamos a entrar en ese tipo de pronósticos, de futurología. Decimos con claridad que ya nos estamos movilizando, ese documento que usted está analizando y que nosotros hemos producido es parte de la movilización. Es muy importante que la gente sepa de qué se trata, que se discuta y se analice y que estas cosas no pasen entre gallos y medianoches o entre negociadores, pretendemos que desde un primer momento en esas negociaciones en Estados Unidos vayamos conociendo, porque no estamos dispuestos a aceptar después como un dato de la realidad, como algo inmodificable, lo que allí se acuerde. De eso se trata. En cada momento, en cada instante iremos evaluando, midiendo y viendo los pasos a dar por una cuestión que para nosotros es muy importante.

EC - Pero en la interna del FA, ¿qué puede implicar? ¿Hay allí una amenaza velada del retiro del PCU del FA?

EL - ¿Cómo vamos a retirarnos del FA si lo que estamos buscando y peleando es por el respeto a su programa, que es lo que nosotros mismos estamos haciendo? ¿Qué dice el programa con toda claridad y precisión?

EC - ¿Entonces cuáles son las consecuencias que puede haber en la interna del FA?

EL - Vamos a dar una importante pelea para que no se modifique lo que se resolvió en un congreso. Y opinamos que cualquier modificación al programa –porque hay otra cosa importante, estamos dispuestos a discutir con todos aquellos que son partidarios de un TLC en la interna del Frente, estamos dispuestos a intercambiar ideas y ver quién tiene razón, en ese plano vamos a un congreso y allí modificamos – según quién tenga más votos y fuerza– lo que haya que modificar y después la cuestión es diferente.

EC - ¿Para usted tiene que laudarse esto en un congreso? ¿No alcanza con el Plenario que va a tener lugar el 10 de junio?

EL - Si usted tiene una resolución de un congreso, ¿cuál es la entidad partidaria que tiene el mismo nivel que un congreso para modificar lo que resolvió un congreso? Otro congreso, no hay otra forma de entender esto, es como en la jerarquía de las leyes, la Constitución y demás. Tenemos una jerarquía de instituciones, la resolución de un congreso sólo puede ser modificada por la resolución de otro congreso. Pero además lo del Plenario admite distintas interpretaciones, yo ya le di la nuestra, nosotros entendemos que si las anclas son el programa del Frente y la normativa o la legalidad o la conveniencia del Mercosur, desde ese ángulo entendemos que la fuerza no está habilitada para un TLC. Por lo tanto pretendemos ir hacia esa instancia, sabiendo que en el medio hay un encuentro de comités de base y otras múltiples posibilidades de acción que van a ser operadas por nosotros y por todos aquellos que entiende que de desfavorable o negativamente entienden que este es un tema crucial.

EC - En síntesis, están anunciando una resistencia fuerte, dura del PCU a la posibilidad de un TLC.

EL - Con argumentos, como estos que estamos proporcionando ahora. Usted habrá visto que es un documento largo que tiene muchos datos, muchos elementos concretos; no estamos oponiéndonos –como muchas veces se nos acusa– por razones ideológicas sino que usted mismo va a ver, cuando empiece a haber sectores que despierten y analicen qué me va a pasar a mí, también van a intervenir en esta discusión, porque detrás de cada sector, detrás de ese 23% de exportaciones, analice usted viendo el suplemento Café & Negocios, qué cantidad de sectores están involucrados, y detrás de los sectores productivos hay trabajadores que pueden verse afectados. Todo esto debe ser analizado, por no decir otro tipo de cosas que también se manejan, que tienen que ver con reglas, de las cuales después no podríamos apartarnos, con reglas que quedarían firmemente establecidas. Lo dice Julio Pebe en un artículo de Economía y Mercado con mucha claridad: "Entraríamos en el club de la gran potencia, seríamos parte de los países serios de este mundo". Y bueno, cuando el débil hace pacto con el fuerte ya después no hay retorno.

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Edición: Mauricio Erramuspe