Entrevista con el presidente de la Asociación Rural, Fernando Mattos, tras una edición histórica de la feria del campo en la ciudad.

La ARU tras el éxito de la Expo Prado

Por muchas razones, la 101ª. Expo Prado fue histórica. Fue la de mayor asistencia, en un momento de indicadores récord para el campo. También será recordada por ser la primera a la que no asistió un presidente. El dirigente de la Asociación Rural, Fernando Mattos, lamentó ese hecho "anecdótico". Además, reiteró los reclamos contra las ocupaciones y la política laboral del gobierno.

(Emitido a las 8.55)

EMILIANO COTELO:
Esta del año 2006 no fue una edición cualquiera para la Rural del Prado. Porque el sector agropecuario atraviesa uno de sus mejores momentos, porque según los organizadores esta fue "la mayor feria de la historia", porque fue mucha la gente que se acercó; y –también– porque el que no se acercó fue el presidente de la República, Tabaré Vázquez.

Y no hay que olvidar que hace pocos meses el doctor Vázquez había incluido al presidente de la Asociación Rural (ARU) en la lista de quienes practican una "oposición sistemática".

Por todos estos factores, la expectativa que se había creado de cara al acto de clausura de la 101ª Expo Prado superaba la de muchas ediciones previas.

El presidente de la ARU, Fernando Mattos, realizó un discurso sobrio, sin referencias a la ausencia presidencial pero que incluyó varios reclamos concretos.

Sobre algunos de ellos dialogamos con el ministro José Mujica, ahora nos interesa conversar directamente con el presidente de la ARU.

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Ingeniero Mattos, volvemos a encontrarnos en estudios, después de que nos cruzamos tantas veces en el Prado.

FERNANDO MATTOS:
Estuvimos tres o cuatro días viendo cada uno la actividad del otro en su sector. Reconocemos mucho la presencia de El Espectador en la Expo Prado, siempre es un aporte importante acercar la información a la gente.

EC - En su discurso usted enfatizó: "vivimos un momento histórico que no podemos desaprovechar". ¿Qué quiso decir? ¿Cree que hay gente dentro del sector que no ha entendido que tiene por delante una coyuntura histórica?

FM - Estamos en un proceso de crecimiento que arrancó antes que la propia recuperación de la economía luego de la profunda crisis de 2002. El sector agropecuario viene presentando señales de crecimiento importantes, si bien algún subsector puntual puede estar en una situación no tan positiva. Eso hay que aclararlo y lo dijimos en el discurso. Lo fundamental es que los procesos de crecimiento sean sostenidos, cosa que también ha manifestado el propio equipo económico en diversas oportunidades. Es una carencia de América Latina, hemos tenido un proceso de crecimiento muy errático fundamentalmente porque existe la mala tendencia a revisar todo aquello que se hizo en la administración anterior.

Nosotros propusimos fijar las bases para un proceso sostenido de crecimiento económico, de desarrollo del país, que tanto lo necesita, y que para eso son importantes algunas señales. Algunas de ellas las mencionábamos en el sentido favorable, como el manejo responsable de las cuentas públicas, lo que ha realizado un equipo económico que ha tenido un enorme profesionalismo pero que además ha sabido aprovechar la excelente coyuntura internacional que vivimos en un proceso de crecimiento económico internacional, donde se dinamizan los requerimientos o las demandas de materias primas, que son en definitiva nuestra capacidad de oferta exportable y que hace, con el proceso de producción encadenado con el comercio, con los servicios y con la industria se dé el proceso de cadena productiva integrada que genera hoy más del 70% de las exportaciones de bienes del país.

EC - Usted dice que esas son las cosas que se están haciendo bien. También le preocupaban las reglas del juego, evidentemente estaba aludiendo al gobierno. ¿De qué manera?

FM - Tratamos de trasmitirlo en forma clara. Hicimos algún tipo de observación en cuanto a que no deberíamos estar discutiendo si queremos establecer la estrategia de desarrollo a largo plazo con verdaderas políticas de Estado y retirar de la discusión pública cuestiones que estén cargadas de ideología, que apunten a la fractura social. Y no me refiero sólo a acciones de gobierno, estamos hablando de discusiones que se instalan en la opinión pública y que muchas veces nos desgastan y nos hacen perder el foco de las cosas importantes que tenemos que definir para que el país pueda evolucionar con mayor ritmo y de esa manera superar los problemas sociales que la crisis nos impuso.

Por ejemplo, para que la opinión tenga claro a qué nos referimos en el tema de las relaciones laborales, estamos en una dificultad muy importante. Directamente en el sector agropecuario estamos al borde del absurdo de tener que tirar la leche porque existe un conflicto laboral en Conaprole. Las vacas se tienen que ordeñar igual, no se le puede trasmitir a la biología del animal "espere, no produzca más leche porque existe un conflicto laboral en la usina que recibe la materia prima". Si no se soluciona esto vamos a tener que llegar al absurdo absoluto de tirar la leche porque no se llega a condiciones lógicas de relacionamiento laboral.

Lo otro importante es que recurrentemente estamos discutiendo el respeto a la propiedad privada, la propiedad de la tierra, donde se mezclan un poco los conceptos con relación a las sociedades anónimas, a la extranjerización de la tierra, los aspectos de la propiedad, los respetos a los principios constitucionales y alguna interpretación del propio ministro Mujica y de algún otro jerarca del ministerio, de acuerdo con los cuales la propiedad privada de la tierra tiene un estatus distinto si la comparamos con otros bienes.

EC - Fue muy enfático el ministro ayer, dijo "para mí, mientras yo sea ministro, está muy claro que la tierra no es un fierro más, no es una inversión más de las que las empresas tienen que manejar y manejan a la hora de desarrollar su actividad".

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EC - ¿Por qué la ARU discrepa con el proyecto del Poder Ejecutivo a las sociedades anónimas que sean propietarias de tierras a tener sus acciones nominativas identificadas con personas físicas?

FM - En primer lugar discrepamos con el proyecto y con el concepto. Durante la campaña electoral hacia la elección presidencial recibimos al presidente Vázquez y al señor Nin Novoa, que componían la fórmula, más el contador Astori, y sabemos bien que es una bandera del Frente Amplio de hace mucho tiempo vincular la tierra con un nombre propio, con el propietario con nombre y apellido.

EC - Mujica remite a otros líderes políticos, a Wilson Ferreira Aldunate y más recientemente a Carlos Julio Pereyra, que ha seguido insistiendo en esa preocupación.

FM - Viejas banderas de un sector del Partido Nacional que las ha defendido por décadas. Los procesos de baja rentabilidad o de atraso cambiario que impactaron tanto en el campo propiciaron el debilitamiento de la estructura financiera, de la capacidad de mantenerse en el campo de muchos productores. Cuando eclosionó la crisis financiera de 2002 y el ahorro nacional se vio absolutamente defraudado y sin opciones de colocación, encontró en la revisión de la legislación del año 99 que nuevamente se autorizaba la posibilidad de que capitalistas pudieran invertir a través de sociedades anónimas con acciones al portador en tierras. Se volvió, después de 35 años, a autorizar que pudieran ser propietarias de tierras o explotantes de actividades agropecuarias sociedades anónimas o estructuras jurídicas que son legales, que están vigentes, que funcionan en el país desde hace mucho tiempo y que tienen su propio régimen de control y regulación. Se autorizó el advenimiento de las sociedades anónimas y eso permitió que muchos productores pudieran abrir el capital de sus empresas. Hoy se calcula que hay alrededor de 2.000 empresas con ese diseño. En muchos de estos casos permitió que los productores originales se pudieran mantener en su lugar de trabajo, en su tierra, arraigada la familia rural pero capitalizada por un ahorro que muchas veces no es extranjero sino ahorro nacional que posibilitó que esa familia se mantuviera en el campo solucionando problemas financieros surgidos en función de un proceso largo de debilitamiento.

EC - Esa ventaja está clara. Pero Mujica se pregunta: ¿por qué no identificar a los propietarios de las acciones?

FM - Y yo contesto esa pregunta que hace el ministro preguntando: ¿por qué se discrimina al sector agropecuario? Invito a los oyentes a leer la exposición de motivos del decreto donde se pretende vincular los capitales que vienen o que se refugian en las sociedades anónimas con origen espurio.

EC - Ayer mismo el ministro habló de la posibilidad de que haya compradores de tierras provenientes de Argentina que no quieren que el fisco de su país se entere de que tienen estos bienes acá en Uruguay.

FM - No sólo de Argentina, hay muchos inversores de carácter internacional que buscan alternativas de inversión refugiados en el anonimato. Y eso no tiene nada que ver con esconder una pretensión de eludir el fisco o con que el origen de esos dineros sea non sancto. El inversor preserva el anonimato para preservar su seguridad personal, la de sus empresas o lo que fuere. Evidentemente con este factor vamos a estar cercenando la capitalización de muchas empresas. Es por eso que desde el punto de vista conceptual estamos en contra.

EC - Mujica insiste. ¿Por qué esa diferencia, por qué en esas sociedades anónimas se exigiría que las acciones fueran nominativas y a cargo de personas físicas? Lo dijo ayer: "Mientras yo sea ministro a nadie le voy a permitir que me trate el concepto de la tierra como un fierro más, como un ladrillo más, porque la tierra es como la madre, nos sostiene, nos mantiene y es lo que tenemos que dejar con el máximo grado de integridad a los que vienen después de nosotros".

Y un oyente, Guillermo, va por el mismo lado cuando dice: "¿Qué persona física se hace responsable ante un eventual desastre erosivo en el suelo por mal manejo del mismo? Porque, recordemos, la tierra es un recurso no renovable".

FM - En esos conceptos generales estamos de acuerdo, como ingeniero agrónomo tengo muy arraigado ese concepto, la preservación de los recursos naturales, y aunque algunos no sean profesionales todos los productores hemos recibido como herencia de nuestros antecesores, de nuestros abuelos, bisabuelos, los que tenemos varias generaciones en el campo, ese legado. Es una cuestión sagrada para nosotros, preservar el recurso suelo para trasmitirlo a las generaciones que nos siguen es un mandato absolutamente imperativo y de absoluta prioridad. En ese sentido no tenemos ninguna discusión.

Tenemos que avanzar en la regulación de cómo penalizar a aquel productor que no preserve esto, porque la naturaleza construyó los primeros 15 o 20 centímetros del suelo, que son los que proporcionan la riqueza del mundo, a través de muchos siglos y nosotros los hombres los podemos destruir con un mal manejo en muy poco tiempo. Por lo tanto tiene que haber regulaciones. Pero tanto es responsable una persona física como el directorio de una sociedad anónima, en ese sentido no cambia nada, tiene que haber una responsabilidad que nosotros aceptamos. Vamos a aportar para la construcción de ese régimen de control.

EC - ¿Esa es la solución que podría terminar logrando un acuerdo entre las dos partes, podría terminar siendo el mecanismo de acercamiento entre la posición del Poder Ejecutivo y la de la ARU?

FM - Es un tema filosófico conceptual, como decía al principio, nosotros estuvimos en la Comisión de Constitución y Códigos del Parlamento, llevamos nuestra argumentación de por qué entendíamos que no era favorable que se hiciera una discriminación para con el sector agropecuario, porque en definitiva lo que puede haber es una espectacular generación de testaferros que van a seguir captando empresarios extranjeros o nacionales. Serán personeros en representación de algunos capitales cuya única pretensión en muchos casos es preservar el anonimato de las inversiones.

EC - ¿Por la vía de mecanismos de sanción a las empresas propietarias puede haber un entendimiento?

FM - No sé si pueden trazarse como cuestiones paralelas. Evidentemente la preservación del suelo es un tema que compartimos absolutamente, pero tenemos que ver los conceptos reales de por qué se cercena al sector agropecuario discriminándolo con relación a otras actividades productivas, cuál es la diferencia. Ahí está el problema conceptual que debemos discutir. ¿Es distinta la propiedad de la tierra de otros bienes de la economía? Yo no la comparo con un fierro, ¿pero por qué a una actividad económica que está sujeta a una reglamentación tributaria en una sociedad que es lícita en la actividad del comercio, de los servicios, de una industria vamos a cercenarle la capacidad de captación de capital? ¿Por qué no podemos tener una sociedad agropecuaria con capital abierto en la Bolsa de Valores? Es una de las vías modernas de capitalizar y lograr recursos financieros, no hay ninguna actividad económica que se pueda desarrollar en forma continua sin captar capital de riesgo. Las sociedades anónimas, eventualmente cotizando en bolsa, pueden ser una de las vías futuras para capitalizar las empresas agropecuarias.

***

EC - Ya que estamos con el tema de la propiedad de la tierra, hay un mensaje que llegó hace un rato de Rafael, un oyente del este de Durazno, que dice: "Soy un pequeño productor ganadero y técnico. Hasta hace dos años tenía seis productores más que me rodeaban, hoy lo que tengo rodeándome es una empresa, Stora Enso, que adquirió 20.000 hectáreas. Estoy de acuerdo con el gobierno actual pero no quiero que se diga en un futuro que durante esta administración se privatizó la mayor cantidad de tierra en la historia de Uruguay". Usted como cabañero, como productor en el sector ganadero, ¿qué dice de una observación como esta?

FM - Una precisión: no se privatizaron los campos, se privatizarían si fueran del Estado. Evidentemente serán productores parecidos a él que han tenido como mejor opción vender el campo, cosa que no es un tema positivo porque estamos hablando del desarraigo de una familia rural que va a buscar otros horizontes comprando otras tierras en algún otro lugar o yéndose a un cambio de vida en el medio urbano. Esto no es muy favorable porque se pierde un capital muy importante que es el productor rural.

Pero lo importante es ir al análisis de por qué ese productor vendió la tierra. Nadie vende obligado, tal vez la obligación venga de la situación en la que está inmerso. Seguramente muchos de estos productores no han tenido mejor opción porque han sufrido un proceso de descapitalización muy fuerte, la escala de producción no les permitía mantenerse como una familia digna, con ingresos razonables. Es un tema que hemos peleado siempre, cuando se habla de rentabilidad de la producción, de la competitividad de nuestros productos, del nivel de valor de la moneda nos referimos a la preocupación que tenemos porque los niveles de rentabilidad sean adecuados. El atraso cambiario durante toda la década de los noventa hasta el año 2002 representó casi 13 años de un proceso continuo de descapitalización de las empresas, con costos crecientes frente a ingresos muy magros. Eso descapitalizó y erosionó la rentabilidad y el capital de las empresas y ha redundado por un lado en el sobreendeudamiento de los productores que alcanzó casi a 1.400 millones de dólares, un endeudamiento proporcional mayor aun que el que tuvo el país como deuda externa. Fue un proceso muy largo que debilitó a la familia rural frente al capital extranjero, que ve una opción muy atractiva porque el valor de la tierra cayó a niveles muy bajos en Uruguay y estamos muy desfasados con la capacidad de pago y de precios del resto de la región.

EC - ¿Cómo se encamina esta competencia por la posición de la tierra que se da por ejemplo entre producción agrícola-ganadera y producción forestal? Se lo pregunto, entre otras razones, por lo que decía el viernes en la Tertulia el doctor Gonzalo Chiarino Milans, que un exceso de forestación alrededor de campos ganaderos puede provocar perjuicios en cuanto al abastecimiento de agua, por mencionar nada más que un detalle. ¿Cómo están observando esa carrera entre las dos producciones?

FM - Es bueno discutir los aspectos de ordenamiento territorial y al mismo tiempo de impacto ambiental. La forestación hoy ocupa algo así como un 7% del territorio agrícola disponible. Es un área importante que tiene perspectivas de algún crecimiento. Evidentemente ordenar eso es una cuestión de importancia, estamos de acuerdo, hay que sentarse y ponerse de acuerdo entre los agentes. Es un rol fundamental del Estado preservar las condiciones generales de mantenimiento del ambiente y potenciar la capacidad productiva de cada uno de los suelos. Esto debería estar antecedido de un gran debate y una discusión nacional que dejen claramente establecido cuáles son los parámetros. Una cosa es hacer una discusión y ponernos de acuerdo en cuáles son esos parámetros, muchos de los cuales compartimos, y otra cosa es depender de un sello burocrático para hacer una producción u otra, lo que sería una caricaturización de una situación extrema que creo que no va a llegar de ninguna manera.

EC - Hablando de diálogos necesarios entre el gobierno y gremiales agropecuarias, parece –quedó clarísimo ayer en el intercambio de discursos– que el capítulo relaciones laborales necesita un mayor acercamiento entre las dos partes.

FM - Hay un ámbito general que todos conocemos que está encauzando el gobierno, que hemos apoyado en primer momento, que es la instalación de los consejos de salarios. En la actividad agropecuaria por primera vez se realizan estos consejos y estamos tratando de avanzar en la reglamentación de muchos aspectos, entre ellos la extensión de la jornada laboral en el medio rural. Hasta ahora lastimosamente no ha habido un ambiente de negociación muy favorable, no ha habido la disposición de las otras contrapartes a un diálogo real, a una negociación real, si terminamos imponiendo las cosas por decreto es porque algo está fallando.

EC - ¿A qué alude concretamente?

FM - A la fijación de los salarios mínimos rurales cuando las gremiales agropecuarias en su conjunto han tenido una posición concreta de ir mejorando paulatinamente los niveles salariales del trabajador rural, se nos han impuesto aumentos que en el último año han superado el 100%. Si las pautas del gobierno son hacer un reajuste en torno a la inflación con una recuperación salarial, no podemos estar multiplicando por diez la pauta de reajuste. Los consejos de salarios se reúnen cada seis meses, estamos de acuerdo con la recuperación de niveles salariales, estamos hablando de mínimos, no de los salarios rurales en general, porque el mercado está funcionando muy por encima de los salarios fijados. Hay gente que no puede absorber aumentos tan importantes y por eso criticamos cuando el gobierno sistemáticamente impone su condición a través de la emisión de decretos dejando de lado lo que debería ser una sana negociación.

EC - El ministro fue muy insistente ayer: "Lo digo claramente, tenemos que asumir la enorme deuda social que tenemos con el interior más profundo". Y apeló a los productores, en particular a quienes estaban en el palco del predio de la ARU, a su sensibilidad para mejorar las condiciones del trabajador en el campo.

FM - Es un compromiso nuestro de toda la vida. El ministro Mujica es una persona de reciente incursión en los temas agropecuarios, nosotros nos hemos preocupado toda la vida; leamos nada más que el artículo 1º de nuestro estatuto que brega por ese particular. Todos compartimos que la deuda social existe y el gran responsable es el Estado.

EC - ¿Por qué es el Estado?

FM - Porque existen ciudadanos de dos categorías, está el ciudadano urbano que tiene acceso a una cantidad de servicios y está el habitante del interior, principalmente de la campaña. Si vamos a comparar vemos que el nivel de educación es muy distinto, el acceso a la salud, a las comunicaciones, a los servicios básicos, si usted quiere contar con el lujo de la energía eléctrica lo tiene que pagar. Evidentemente hay dos condiciones distintas. El Estado ha sido el gran ausente y no ha cumplido la responsabilidad constitucional que establece que todos los ciudadanos tienen que tener los mismos derechos. Cuando los servicios básicos que debe proveer el Estado no están presentes muchas veces tenemos que migrar para buscar –lo cual es un objetivo de todos los padres– la mejor educación para nuestros hijos, terminamos trasladándonos a la ciudad a engrosar los medios urbanos.

Por eso hicimos la propuesta ayer, estando tan de acuerdo con esa aseveración de disminuir la brecha social, bregamos por los aspectos de educación, por una actualización tecnológica del productor, por traer elementos fundamentales como el acceso a Internet, que hoy es diez veces más caro en el área rural que en el medio urbano. ¿Por qué esa diferenciación? El Estado tiene que apostar a proveer la tecnología para la democratización la información, el acceso al conocimiento de los ciudadanos de la campaña. Si no es así vamos a acelerar aun más el proceso migratorio de la campaña hacia la ciudad.

EC - Usted dijo que se pretenden regulaciones en las relaciones laborales del sector que aparejarán un distanciamiento entre los productores y sus colaboradores. ¿A qué regulaciones se estaba refiriendo?

FM - Me refería a la limitación de la jornada laboral.

EC - El debate a propósito de las ocho horas en el campo.

FM - La regulación vigente no limita la jornada laboral y se puede inferir de esta realidad que el trabajo en el campo es absolutamente excedido, con jornadas extenuantes, y no es así. Un estudio realizado por la OPYPA, del Ministerio de Ganadería (MGAP), apunta claramente que la jornada laboral en el medio rural tiene una duración de unas ocho horas y media a lo largo del año. Lo que nosotros pedimos es flexibilidad, porque no es lo mismo que en la radio, en un comercio o en una industria donde se llega a las ocho horas, se baja la cortina y reanuda de nuevo la jornada laboral al día siguiente, independientemente de las condiciones del clima. Decimos sí a las ocho horas pero con un criterio de cómputo flexible para contemplar la realidad de una jornada laboral que en el verano tiene que ser un poco más extensa para aprovechar a desarrollar determinadas tareas, y en invierno, cuando hay días más cortos con una incidencia del clima en temporales, días lluviosos, la tarea tiene que desarrollarse en forma más acotada, con una duración más restringida. Por eso pedimos el cómputo promedial a lo largo del tiempo de forma que el promedio general sean ocho horas, que no es mucho menos que lo que se está trabajando hoy.

EC - ¿Hay posibilidades de entendimiento en ese punto?

FM - El año pasado los consejos de salarios rurales estuvimos de acuerdo con el Poder Ejecutivo, no estuvieron de acuerdo los trabajadores, lo que motivó una manifestación del director nacional de Trabajo, Julio Baráibar, que atribuyó la falta de acuerdo final –del que estuvimos muy cerca– a la inmadurez de los gremios de los trabajadores rurales. Yo soy optimista en cuanto a que se pueda llegar a una conclusión, no creo que sea un tema de mayor relevancia porque aparentemente lo que se quiere trasmitir –y el ministro Mujica es muy hábil en esa trasmisión al público– es que nosotros estamos pidiendo una extensión de la jornada extenuante, prácticamente esclavizando al trabajador, y nada más alejado de eso. Nosotros tenemos una convivencia en el campo laboral con el trabajador rural de muchísimos años, de muchísima confianza, es distinto del medio urbano, nosotros compartimos el mismo espacio vital, muchas veces el mismo techo y la misma olla. Cuando me voy para fuera almuerzo y ceno con los propios trabajadores, eso genera una armonía en el relacionamiento, que se ha caracterizado durante siglos por un bajísimo nivel de conflictividad.

***

EC - Al final de esta entrevista me interesa conocer cómo quedan las relaciones ARU-gobierno. Ustedes ayer, además de estos temas de los que hemos estado conversando, plantearon una crítica muy severa a la reforma tributaria y el impacto que tendría en la actividad agropecuaria. No fue una novedad, es una discusión seria que vienen teniendo con el gobierno en los últimos meses. Y después en cuanto a cuestiones más generales usted decía "no podemos estar permanentemente sometidos a discusiones que ponen en tela de juicio aspectos esenciales de una economía capitalista en tiempos de globalización", enfatizó "no aceptamos como temas de debate el derecho a la propiedad privada, la ocupación de los lugares de trabajo como extensión del derecho de huelga, la amenaza de intervención de los mercados distorsionando los mismos, la discriminación del uso de sociedades anónimas en el agro". Queda claro que con la marcha del gobierno tienen algunas diferencias sensibles. Con respecto al MGAP en particular hubo pocas menciones en su discurso. ¿Cómo se llevan con el ministro? ¿Cómo observan la gestión de este MGAP?

FM - Ayer fue una oportunidad para, como es tradicional, colocar las cuestiones en las que tenemos consenso y aquellas en las que hay disenso. Normalmente aquello en lo que hay acuerdo no resalta mucho, llaman más la atención las discrepancias.

Hablamos bastante de la política tributaria porque es lo que está en discusión, era de las últimas instancias que teníamos para hacer una manifestación pública sobre una reforma cuyos objetivos, que compartimos –lo dijimos ayer–, tememos que no se cumplan al no atender las especificidades del sector agropecuario. El diseño del proyecto original puede estar determinando un aumento de la presión fiscal sobre el agro que puede comprometer el desarrollo futuro y la inversión en el sector. No matemos la gallina de los huevos de oro. Si bien hoy está instalado el concepto en la opinión pública de que el agro no paga impuestos, este año vamos a estar pagando alrededor de 190 millones de dólares porque el sector crece y si crece solamente aporta.

Con relación a la pregunta específica sobre las políticas agropecuarias, hablamos bastante de los aspectos de sanidad animal, que es un tema absolutamente crucial. Reforzar los aspectos de sanidad animal es fundamental porque sin sanidad la agropecuaria no va a tener un desarrollo propicio, no va a poder proyectarse al futuro porque lo primero que ocurrirá será el corte del acceso a los mercados.

EC - ¿No están de acuerdo con el ministerio en esa materia?

FM - Sí, estamos colocando cuestiones de consenso, incluso hablando de la trazabilidad. Hablamos también de la ausencia de algunas políticas de Estado como la reducción de las vulnerabilidades del sector agropecuario, porque además de los riesgos que tiene cualquier actividad económica, riesgos macroeconómicos, cambiarios y de mercado, tenemos otros dos, por eso me refería al aspecto de la sanidad. La sanidad tiene en el negocio agropecuario una incidencia que no tiene en otras actividades, como también la tiene el clima. Son dos vulnerabilidades muy importantes que pueden cambiar el negocio, es como si a un comercio le dijeran "hubo una peste determinada en determinado país –o en el país vecino– entonces a partir de ahora usted no va a poder vender". Esa situación sería dramática para cualquier otra actividad. Para nosotros lo es, la gente recuerda bien lo que ocurrió con la epidemia de aftosa. Y hay otras amenazas desde el punto de vista sanitario que pueden estar repercutiendo, como la influenza aviar, que seguramente se proyectará a nuestro continente en los próximos meses.

EC - Con respecto a las amenazas derivadas del clima el ministro hizo anuncios ayer, en particular a propósito del agua.

FM - Anunció la intención de propiciar aspectos de reserva de agua, no conocemos el contenido del proyecto. Compartimos la inquietud de impulsar políticas de riego de forma de reducir nuestra exposición a los problemas de sequía. Hace 15 días que no llueve en Montevideo si obviamos el pequeño chaparrón del lunes pasado por la mañana, si se continúa confirmando esta tendencia –no hay proyección climática de mediano plazo que lo confirme, estoy haciendo una suposición– podríamos tener regiones del país que por cuarto año consecutivo estarían enfrentando una situación de sequía. Y nos decían productores argentinos y brasileños que están con la misma situación. Por lo tanto la adversidad climática que impacta en todos los uruguayos por el bajo régimen pluviométrico en el tema de la energía, a nosotros nos impacta en la producción. Entendemos que políticas de Estado que propicien la instalación de los seguros agropecuarios en forma generalizada son muy importantes para la economía de las empresas y de la comunidad que las rodea, porque cuando un productor no produce no es sólo él que se ve afectado, se ve afectada toda la comunidad o la industria que procesa esos alimentos.

EC - El ministro habló de un plan de instalación de fuentes de agua en el norte del país, 200 fuentes de agua en los departamentos del basalto, Artigas, Salto, Paysandú, Rivera y Tacuarembó, utilizando para ello recursos del Banco Mundial. Y por otro lado habló de la necesidad de coordinar con la producción el establecimiento de riego que permitiera que por lo menos un porcentaje de las tierras destinadas a la producción agrícolo-ganadera esté sembrado con seguridad a los efectos de enfrentar la contingencia de una sequía. ¿Cómo ve este tipo de caminos?

FM - El objetivo es compartible, apunta a lo que nosotros mismos dijimos en el discurso sobre reducción de la vulnerabilidad, no existe cultura ni del seguro agropecuario ni del riego en el país, son políticas de Estado que se pueden propiciar y no sólo con 200 reservas de agua.

EC - 200 por departamento.

FM - Lo importante es dar el primer paso, no conocemos aún el contenido de la propuesta del ministro, pero estamos en el mismo sentido y vamos a apoyar no sólo con nuestro aporte técnico. Vamos a estar en el lanzamiento el 16 de octubre cuando parece que el ministro nos va a contestar el discurso.

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EC - Da la impresión de que con el ministro hay buen diálogo, más allá de discrepancias en algunos asuntos el intercambio ARU-MGAP funciona. ¿Cómo quedaron las cosas con el presidente, que finalmente no fue a la Expo Prado? ¿Qué pasa de ahora en adelante?

FM - Con el ministro tenemos un muy buen diálogo, queremos hacer aquí un gran reconocimiento al esfuerzo que hizo el ministro Mujica porque no sólo hizo el rol de ministro sino que hizo también el rol de presidente porque sustituyó al presidente de la República en su tradicional presencia en ese acontecimiento. Eso lo obligó a redoblar su esfuerzo, cosa que valoramos mucho y se lo agradecimos personalmente ayer.

La ausencia del presidente hoy ya pasa a lo anecdótico. No compartimos la decisión, le reconocemos el derecho a ir o no ir. Queda establecido que es un hecho inédito en la historia.

EC - Parece claro que el origen es un enfrentamiento personal con usted.

FM - Sobre ese particular no puedo opinar porque lo que hay son versiones de prensa. No he hablado con el presidente, recibimos hace unos 20 días la carta que nos envió comunicándonos su decisión de ausentarse transfiriéndole la representación al ministro Mujica, no la hicimos pública porque no queríamos generar una polémica sobre esto. Lastimosamente fue uno de los temas que más atención despertaron en la prensa, lo que nos obligó a contestar distintos requerimientos cuando habríamos preferido estar hablando de la propia exposición, de los proyectos de futuro del país.

En definitiva nosotros no instalamos esta situación, la generó el propio presidente. Es obvio que la gente la vincule con aquella crítica que realizó en junio cuando emparejó a los medios de prensa con nombre y apellido y yo caí en la redada, el presidente de la ARU y la institución. En primer lugar la persona y la institución son indisolubles y se puede estar vinculando esto con nuestra acción como portavoz de las gremiales empresariales con relación a los temas laborales.

EC - Desde la audiencia algunos oyentes dicen que su discurso de ayer en la ARU fue el discurso de la derecha uruguaya.

FM - Siempre hay gente a la que le gusta rotular de alguna manera. Acá no hay derecha ni izquierda, hay un proyecto y una propuesta para consolidar el proceso de desarrollo del país. Si una propuesta desarrollista puede ser catalogada para un lado o para otro, hay un sesgo en esa opinión con la que no estamos de acuerdo.

EC - ¿Pero es el trasfondo de este diferendo con el presidente?

FM - El presidente es el presidente de todos los uruguayos, si realmente se confirma la versión de que es un tema personal yo no tengo ningún tema personal, respeto mucho la persona del doctor Vázquez y la investidura del presidente de la República y siempre nos hemos manifestado en el acuerdo o en el disenso con el mayor respeto. El presidente de la República debe estar por encima de los temas personales, yo no puedo creer que sea un tema de una diferencia específica porque un jefe de Estado tiene que estar por encima de esas cosas.

EC - Gracias por acompañarnos esta mañana.

FM - Gracias a ti, nuevamente el agradecimiento por el apoyo de ustedes durante la jornada de la Expo Prado, que la gente disfruta porque las 600.000 personas que fueron son el pueblo y que el pueblo tenga las condiciones de estar cerca de los comunicadores es un tema muy importante, que ayuda mucho a ir al encuentro del mensaje del objetivo de la ARU, que es que la gente tenga una visión más positiva, de esperanza y de un país que puede lograr los objetivos que todos aspiramos.


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Documento:
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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn