Eduardo Bonomi (MI): "Los clubes saben perfectamente quiénes son los que generan el problema"
Luego del cruce de acusaciones entre autoridades del Gobierno y de los clubes por el tema de la inseguridad en los partidos de fútbol, el Ministerio del Interior (MI) presentó un nuevo modelo de seguridad que todavía está sujeto al acuerdo con las instituciones y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). En estas medidas se establece, entre otras cosas, que el derecho de admisión lo tienen que ejercer los clubes y que el ingreso de la Policía a la tribuna será antes de que empiece el partido. El ministro del Interior Eduardo Bonomi dijo a En Perspectiva que no tiene "ninguna duda de que los clubes saben perfectamente quiénes son los que generan el problema". En cuanto a los disturbios del clásico, el ministro aseguró que "no necesariamente son responsabilidad del MI, porque fueron los clubes los que pidieron que no ingresara la Policía a las tribunas" y que para dicho acuerdo "había un acta firmada".
(emitido a las 8.49 Hs.)
EMILIANO COTELO:
En los partidos de este fin semana por el Torneo Apertura se estrenó el nuevo modelo de seguridad en el fútbol, que fuera anunciado el viernes por el Ministerio del Interior. Y la prueba de fuego ocurrió en el encuentro entre Nacional y Cerro, que se jugó ayer en el Parque Central. Cuando se produjeron disturbios entre hinchas de los dos equipos la Policía intervino rápidamente, reprimió y realizó varios arrestos.
Los cambios –en particular el despliegue de la Guardia Republicana en las tribunas potencialmente conflictivas– se dispusieron después de los incidentes graves que sacudieron al clásico del domingo 24, que generaron en los días siguientes un cruce de acusaciones entre las autoridades, a cargo por ley de la seguridad, y los clubes, que, como "dueños" de los espectáculos, deben garantizar esa seguridad.
A lo largo de la semana tuvimos la visión de los dirigentes del fútbol y también de funcionarios policiales a propósito de estos problemas. Hoy vamos a profundizar en la postura del Gobierno. Y para eso estamos con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi.
¿Los cambios que se instrumentaron desde este fin de semana implican que el MI admitió que fue malo el operativo del domingo en el clásico?
EDUARDO BONOMI:
No necesariamente. El operativo del clásico involucró a 900 policías que tuvieron actuación en distintos puntos de Montevideo. No hubo las situaciones que se daban en los ómnibus en todos los clásicos y en otros partidos importantes, que nos denunciaban los sindicatos y las empresas de transporte. No hubo robos alrededor del estadio; en el partido Uruguay-Jordania hubo 13. No hubo otros disturbios que se producen fuera, más allá de alguno puntual. Y hubo 11 minutos de complicación en la tribuna Ámsterdam, que además hay que ver si tuvieron que ver con el operativo o con los criterios que se establecen para esos operativos y que implicaban que la Policía no entrara a las tribunas. Se le atribuyó al MI, y eso tiene que ver con los criterios que se establecen, que no necesariamente son responsabilidad del MI, porque fueron los clubes los que pidieron que no ingresara la Policía a las tribunas, porque podía crear mayores problemas que los que podía solucionar.
EC - Usted enfatiza que esa es una solicitud que plantearon los clubes.
EB - Es el acuerdo establecido, hay un acta firmada. Un dirigente de algún club dijo que no, pero hay un acta firmada antes del clásico que establecía que la seguridad la iban a ejercer los clubes en los bordes del pulmón y sin vallas. Un día antes del partido Peñarol solicita que se pongan vallas, y después pone cuatro o cinco personas para cuidarlas. Entonces las vallas se las quitan y las usan como proyectiles.
EC - Usted está respondiendo a declaraciones que hizo el vicepresidente de Peñarol, Edgar Welker, quien señaló que Peñarol había cumplido con su parte y que quien no había cumplido era el MI.
EB - No, el que no cumplió fue Peñarol. Porque firmó la necesidad de poner un cordón humano, que iba a ponerlo, y terminó poniendo cuatro o cinco personas en toda la Ámsterdam para contener a la cantidad de gente que participó en los disturbios. Eso es ridículo. Además hubo dos reuniones, a una concurrieron el encargado de seguridad de Peñarol, el inspector Vega, y un referente de la hinchada. A la segunda no se le avisó al referente de la hinchada, fue solo el inspector Vega, y después el propio referente de la hinchada dice que fueron cuatro o cinco personas. Así que no es así.
Por otra parte, el presidente de la Comisión de Seguridad de la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol) dijo que el acuerdo había sido que una parte de la seguridad del borde de cada pulmón la iba a hacer la hinchada y la otra parte el MI o la Policía. Eso no es así. Lo que se estableció es que cada club cuidaba el borde, porque la Policía podía tener un efecto revulsivo. Eso es lo que cambió. Pero mire que en este fin de semana no se aplicaron las cinco medidas…
EC - Todavía no se aplicó el esquema completo. Permítame una precisión más a propósito de lo que venía señalando: ¿cómo pudo llegarse a aceptar esa situación, totalmente anómala, de que algunas tribunas terminaran siendo territorio liberado, por ejemplo la Ámsterdam o la Colombes en el Estadio Centenario?
EB - Es un protocolo que está establecido desde 2008, y tiene un aspecto que es razonable y otro que no. El aspecto razonable es que esto se está manejando para la gente a la que le interesa el deporte, los resultados, que va a ver fútbol, a ver cómo su club juega y gana. Entonces se entendía que muchas veces, cuando la Policía actuaba en la tribuna, sobre todo si se le iba la mano, provocaba un mal mayor. El problema es que los que provocan los desmanes en el fútbol no son aquellos a quienes les interesan el club, el resultado deportivo, el juego de su equipo; son los que utilizan el fútbol para otra cosa.
EC - Sí, eso está claro.
EB - Venden droga, venden sexo, venden cohetería, etcétera. Entonces tratan de que la tribuna se transforme en lo que usted dijo: un territorio liberado.
EC - ¿No había ya suficiente experiencia como para descartar esa idea de que la Policía no estuviera?
EB - Por eso mismo fuimos el otro día a la Comisión de Seguridad y planteamos cinco puntos…
EC - No, pero antes de eso…
EB - ¿Por qué llegamos a eso? Usted me está preguntando… (Sigue hablando.)
EC - No, le pregunto porque conviene entender las cosas que ocurrieron. Si se resolvía que la Policía estuviera fuera del estadio, ¿no era obvio que podía ocurrir que en el caso de que tuviera que ingresar lo iba a hacer en condiciones absolutamente desventajosas, como las que padecieron estos efectivos que terminaron entrando a la Ámsterdam el otro domingo?
EB - No, el otro día no entraron a la Ámsterdam, el otro día…
EC - Intentaron entrar.
EB - … la gente de Peñarol les fue a decir –además en otro tono– a los policías de puerta, que no son los policías de choque, que era conveniente sacar la bandera que estaba en la Colombes. Uno o dos de esos policías entraron a conversar con el referente de la barra de Peñarol y fueron agredidos. Pero esa no era la Guardia Republicana y no era de choque. La Guardia Republicana fue agredida cuando estaba abajo, pero la Policía no entró a la tribuna a reprimir porque consideró que no era conveniente…
EC - O sea que de ningún modo iba a entrar.
EB - … valoró que eso se solucionaba solo y no entró.
EC - Porque si entraban estaba claro que iban a estar en inferioridad de condiciones, sobre todo porque los iban a estar esperando en las puertas de ingreso, disponiendo además de esas vallas metálicas. Hasta ese elemento para usar en la agresión.
EB - Sí, pero la Policía más que eso valoró que si ingresaba iba a tener que hacerlo muy fuertemente. Y ahí se corría otro peligro, que es el peligro de que la gente –la amplia mayoría– que no estaba metida en el lío, al ver entrar a la Policía de esa forma y además calculaba que iba a ser atacada de los dos puntos, de los que están sobre el borde de la Ámsterdam y sobre los que están en el medio, iba a provocar un movimiento de la Policía que podía a su vez provocar una avalancha. Está estudiado que la mayor cantidad de muertes en el fútbol en todo el mundo son debidas a avalanchas, no a la represión. Entonces se consideró que el partido iba a continuar, que iba a tener las consecuencias que tuvo, pero no una mucho peor. Entonces ese día no entró la Policía. Los que entraron fueron dos o tres en plan de conversación, pero tampoco se puede conversar.
EC - ¿Y para usted fue un error que hayan entrado?
EB - No, porque fue solicitado por referentes de la hinchada de Peñarol pero no de los que estaban provocando el problema. Y eso fue aprovechado por los otros. Así no se puede seguir, porque acá hay dos formas de encarar la cosa, hay unos que van a ver fútbol y que se pueden enojar por motivos del propio partido, pero otros no es que se enojen, sino que calculan, razonan y determinan cómo pueden tener territorio liberado. Entonces hay que actuar de otra manera.
EC - Veamos esa otra manera. ¿Cuáles son los elementos principales?
EB - Primero, el derecho de admisión lo tienen que ejercer los privados. Por lo tanto son los clubes los que tienen que manejar quién entra y quién no entra. Y esto no significa que se paren en la puerta y digan: "Este sí, este no";. Hay que establecer criterios, sobre todo a partir de esta situación de clásico en la que cuando se judicializan más de 800 fotos y una cantidad importante de videos, la jueza pone en manos de la Policía el manejo de las fotos, entonces puede hacer otra cosa que antes no podía hacer. En una combinación de la actuación de los clubes y la Policía se puede establecer el derecho de admisión. Eso por supuesto que no estuvo en marcha este fin de semana.
El segundo punto es el ingreso de la Policía a la tribuna antes de que empiece el partido. Cuando la gente vaya entrando ya sepa que la Policía está ahí y cómo puede evolucionar la situación.
El tercer punto es que la seguridad de los clubes –porque todos los clubes tienen algo de seguridad– no se base en referentes de la hinchada a los que se les dan entradas u otras prebendas. Tiene que ser una empresa que esté en el Registro Nacional de Empresas de Seguridad y de carácter profesional. Esto no implica que no haya hinchas del club, puede haberlos, pero tienen que regirse por determinadas normas, van a ser controlados y eso los lleva a otra forma de actuación.
El cuarto punto es que las cámaras, las que hay o nuevas –se puede hacer con las que hay–, sean digitalizadas y tengan un componente de identificación facial biométrico que se pueda cruzar con los archivos de Identificación Civil. Esto porque la Policía –a pesar de que se insiste en no entenderlo, creo que a esta altura no se quiere entender– no puede manejar fotos que no formen parte de un registro legal. Para que el registro se pueda usar tiene que estar basado en procesados por jueces por temas vinculados al deporte. Ese registro es muy chiquito, pero la Policía no tiene ningún inconveniente en cruzar las imágenes con los archivos de Identificación Civil. Yo escucho a los periodistas deportivos decir "la Policía tiene fotos…";; si la Policía utiliza esas fotos y esas fotos no están legitimadas, los primeros que salen a reclamar por quienes están arrestados son los abogados de los clubes.
EC - Usted dice que la Policía no puede actuar tomando como base los rostros que hayan sido identificados por los videos o las tomas fotográficas de incidentes en distintos partidos de fútbol.
EB - Si la Policía identifica en fotos nombres, tiene que llevarlos ante un juez, y éste tiene que tomar una decisión que no sea la de dejarlos en libertad. Puede ser proceso sin prisión, pero si no intervino un juez esas fotos con sus nombres no se pueden utilizar en un registro.
EC - Pasemos en limpio. Supongamos que hay un video en el que se ve claramente a una persona protagonizando determinado tipo de desmanes ocurridos en un partido hace dos meses. Si no hubo una actuación policial, sobre la base de ese video la Policía no puede hacer nada con esa persona. ¿Eso es lo que usted está precisando?
EB - Es necesario llevarla ante un juez para que éste actúe tomando como base lo que estaba haciendo en el momento en que fue sacada la foto. La diferencia que hubo este fin de semana y el anterior es que las fotos y los videos fueron llevados ante la Justicia, y ésta legitimó el uso de esos videos para seguir investigando. Entonces sí lo puede hacer. Eso es lo que no entienden, que cuando existe una imagen se puede usar para investigar lo que estaba haciendo en el momento en que se sacó la foto, pero no para hacer un registro. Y yo oigo a los periodistas deportivos decir "la Policía tiene montones de fotos";; es verdad pero no las puede usar, y mucho menos para ejercer el derecho de admisión. Sí lo puede hacer el club, porque el derecho de admisión lo ejercen los privados, en los bares, en los bailes se dice "se reserva el derecho de admisión";.
EC - Acá llegamos a un punto crítico: ¿cómo va a funcionar el derecho de admisión, entonces?
EB - Acá es más fácil, si nos ponemos de acuerdo en que con la base de esas fotos actualmente autorizadas los clubes –y ni siquiera tiene que ser cada club, sino un conjunto de clubes– establezcan quiénes no pueden entrar, entonces la Policía lo ejerce después. Tiene la base de imágenes incluso, no de nombres.
EC - ¿Usted propone que sobre la base de esos videos y fotos legitimados por la Justicia, pese a que no haya habido procesamientos, los clubes identifiquen a esas personas más violentas, le pasen los datos a la Policía, y entonces la Policía prohíba los ingresos?
EB - Que se los pasen. Si los tiene identificados, fenómeno, este no entra, este tampoco. Y no cada club, ni siquiera el presidente del club, porque cuando digo esto veo cómo se lo ridiculiza, el presidente del club dice "yo no voy a estar en la puerta identificando a cada uno";. Y ya por esa vía ridiculiza el planteo, entonces no tiene sentido, y en cambio pide algo que no es legal, que la Policía ejerza el derecho de admisión. Ya le digo, no me importa si es un club, que haya una resolución colectiva, y después la Policía lo podrá hacer. Si no, vamos a seguir diciendo cosas que no tienen nada que ver –además se las dice gritando, golpeando la mesa, no sé cuántas cosas– y no tienen efecto, porque si se hace eso inmediatamente el que no se dejó entrar va a reclamar y va a ganar.
EC - Si entiendo bien, de ahora en adelante se va a prohibir el ingreso a las canchas de fútbol por dos motivos. Uno, cuando sobre una persona haya recaído algún tipo de actuación judicial, un procesamiento, por ejemplo.
EB - Eso ya está en la ley del deporte…
EC - Eso ya está previsto.
EB - … la Policía está legitimada para hacerlo.
EC - Y la otra forma de impedir el ingreso a un determinado hincha violento es que el club correspondiente, a partir de imágenes legitimadas por la Justicia, haya incorporado su caso al del derecho de admisión, pero en este caso por una resolución de tipo privado. ¿Es así?
EB - Vamos a decirlo de otra manera. Lo primero que usted dijo está bien; lo segundo es que se ejerza el derecho de admisión, que es un derecho de los privados. Cómo llegamos a quien no puede entrar es otro tema. No tengo ninguna duda –ninguna duda– de que los clubes saben perfectamente quiénes son los que generan el problema. Entiendo a los dirigentes que manifiestan reparos por cuestiones de seguridad, sobre todo en los términos que lo plantean, que es medio ridículo, el presidente parado en la puerta dejando entrar o no… Bueno, van a identificar al presidente, van a tomar… No, esa no es la situación. La situación es que se ejerza el derecho de admisión y después se ve cómo se instrumenta.
EC - Para eso usted hablaba de que se utilizaran imágenes legitimadas por la Justicia. ¿Qué quiere decir ese término?
EB - Quiere decir que cuando la Policía puso en manos de la Justicia la foto, ésta última dijo "que la utilice la Policía, investigue y me traiga los nombres";. Esa es una de las posibles situaciones, y no está resuelto, está propuesto por el MI. Lo que propuso -y efectivamente se hizo- fue que la Policía entre a la tribuna.
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EC - Retomamos la entrevista con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, a propósito del nuevo modelo de seguridad para la prevención y la represión de la violencia en las canchas de fútbol que se anunció el viernes pasado.
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EC - Vayamos a cómo actuará la policía de ahora en adelante. Estará ubicada en las tribunas desde antes del comienzo del partido. ¿Con qué criterios?
EB - Déjeme decirle algo antes. Usted vuelve a decir que es el "nuevo modelo";; es el nuevo modelo propuesto por el MI, todavía no fue adoptado.
EC - Todavía no es el que queda vigente y para ser utilizado.
EB - No, porque además se pone el acento en la presencia de la Policía; yo pongo el acento en la cámara digital con identificación facial biométrica. Porque si uno toma una imagen de alguien pegándole a otro, rompiendo algo, esa imagen se cruza, aunque se ponga barba, lentes, con las imágenes del archivo de Identificación Civil y sale el nombre. Entonces inmediatamente se traduce en una denuncia judicial, tiene que intervenir un juez con pruebas. Ahí sí se termina todo. Eso es mucho más importante que lo de la Policía.
EC - El desarrollo tecnológico al que alude no se implementa de un día para el otro, requiere una inversión importante además.
EB - Hay que verlo. Creo que es más simple de lo que parece.
EC - ¿Y en todas las canchas se va a instalar ese tipo de cámaras?
EB - Habrá que verlo también, porque se puede instalar como cosa fija o se puede tener como elemento para los partidos de riesgo. Hay que clasificar los partidos, uno no tiene por qué utilizar el protocolo en cada uno. Se pueden clasificar en partidos sencillos, de cierto riesgo, de alto riesgo, y después actúa.
EC - Volviendo a la pregunta sobre la actuación policial, ¿cómo es la propuesta?
EB - La propuesta es que tiene que estar en la tribuna. También se califica de partido sencillo, de bajo riesgo, de alto riesgo, de riesgo, y de acuerdo a eso serán las órdenes.
EC - ¿Por qué se trabaja con la Guardia Republicana para este tipo de operativos?
EB - Porque es la guardia antimotín, la que está especializada para esto.
EC - ¿Qué tipo de armamento va a utilizar?
EB - Es armamento no letal. En el protocolo interno –ese sí es un protocolo de la Policía– se planteó escudo, palo, no llevar gases químicos, no llevar munición letal, pero sí llevar munición con pintura.
EC - ¿Hay antecedentes de la utilización de estas escopetas con balas de pintura?
EB - En Uruguay no; en el mundo sí. Ayer –cada vez que se hace un planteo lo primero que aparece son las contras– decían: "Claro, pero si a uno lo manchan por error, lo procesan por error";. Ante un juez la prueba no es que tenga la mancha de pintura, la mancha de pintura permite detener a alguien sobre el que hay otro tipo de pruebas, que son las que valen ante un juez. Esto es una forma de identificación para detener afuera y no hacer una persecución continua en la tribuna afectando a gente que no tiene nada que ver. El identificado va a salir, cuando salga se lo va a detener.
EC - Si el episodio de violencia no se agota, ¿qué tipo de represión puede aplicar la Guardia Republicana?
EB - Le mencioné los elementos del protocolo interno que estableció la Guardia Republicana para estas situaciones. Es obvio que no puede llevar munición letal porque los que provocan estos problemas serán un 1% de los que están en la tribuna, entonces afecta a un montón de gente que no tiene nada que ver si se utiliza otro tipo de elemento. Se actúa contra las personas individualizadas, es lo que está planteado.
EC - ¿El Ministerio mantiene su criterio de que son los clubes quienes tienen que hacerse cargo de la seguridad dentro de los estadios?
EB - Los clubes de alguna manera ya lo están haciendo. Nacional, al menos cuando el presidente era Alarcón, aspiraba a que la Policía estuviera fuera del estadio cuando Nacional fuera responsable del espectáculo. Ellos controlaban el tránsito, los disturbios que se pudieran provocar afuera, y adentro de la tribuna los que el juez determinara –porque hay un grupo de protección que pide el juez, referido a él–. Y en tres tribunas quería tener un grupo de seguridad, que lo tiene, con más de 80 personas contratadas, para que ejerciera la seguridad. En un partido Nacional-Wanderers en el Parque Central que yo vi en un grupo hubo una o dos personas que empezaron a gritar, e inmediatamente fueron dos personas de traje, dijeron "no se puede gritar, no se puede insultar, no se puede…";. No pasó nada, quedó todo tranquilo. Y aspiraba incluso jugar sin alambrado de seguridad, hacerlo primero en una tribuna, después en otra, siempre en forma experimental. Es decir, los clubes van más lejos o van más cerca, pero ya tienen una seguridad. Lo que no admitimos es que esa seguridad sea de referentes de la hinchada a los que se les da una entrada u otra cosa, sino que tienen que manejarse con criterios de empresa y ser controlados como empresa, y si funcionan bien seguirán y si no, no.
EC - Eso es lo que de ahora en adelante exige el MI. Por lo tanto esto implica que en algunos clubes va a tener que cambiarse la modalidad; es el caso de Peñarol, por ejemplo.
EB - Creo que sí, pero Peñarol puede estar dispuesto a eso.
EC - Pero ¿el criterio que está siguiendo Peñarol no lo había sugerido el MI?
EB - ¿Lo qué?
EC - Lo de trabajar sobre la base del contacto con los referentes de las barras.
EB - Sobre la base de un protocolo; si cambiamos el protocolo sugerimos otra cosa. Propusimos cambiar el protocolo.
Pero yo quiero ver algo más de fondo en esto. Esta película ya la vimos en otros países; igual que otros temas de seguridad que vemos primero en otros países y si no ejercemos algún tipo de control pueden darse tal cual acá. Eso no ha pasado todavía. Pero en el caso del fútbol, las barras bravas terminan poniendo directores técnicos, echando o apropiándose de algunos jugadores, cambiando directivas, presionando para que el presidente sea tal o cual, haciéndose cargo de un porcentaje de los pases de los jugadores. Cuando eso pasa el fútbol se desvirtúa totalmente. No podemos llegar a eso, no podemos ser ingenuos y echarse la culpa uno al otro. Nosotros planteamos un protocolo. Discutámoslo, si tiene errores, corrijámoslos, pero hagámoslo en serio, no nos planteemos algunas cosas para que todo siga como está. Esto hay que cambiarlo. Tenemos que asumirlo todos, incluso los periodistas deportivos que se ponen en jueces y árbitros de quién actuó mal y quién actuó bien. Y cuando hablan de un partido se refieren a "la batalla";, "la guerra";, o hablan de alguna gente, como el Bochita Risotto, dicen "el Bochita, el Bochita";, cariñosamente, y el Bochita Risotto era un narcotraficante conocido por todos. Ese cariño que se ponía al mencionarlo no se pone cuando se analiza la actuación de la Policía. O nos ponemos las pilas o acá tenemos un problema grave.
EC - Entonces de ahora en adelante, la seguridad que los clubes pongan en marcha en cada uno de los partidos deberá estar a cargo de empresas habilitadas por el propio MI.
EB - No es que el Ministerio las habilite, se registran con las mismas condiciones que cientos de empresas de seguridad que lo han hecho en el Registro Nacional de Empresas de Seguridad y pueden actuar. La de Nacional creo que está hecha sobre la base de hinchas, pero desde el momento en que actúan como empresa, actúan con otro criterio. Todo el mundo vio cuando Nacional en la Colombes sacó la bandera de Rodrigo, en tres minutos la seguridad de Nacional le caminó por arriba, le sacó la bandera y desapareció de la tribuna. No fue porque los hayan convencido.
EC - Ya que menciona ese episodio del clásico, que por lo visto fue el origen de la violencia que se desató después en la Ámsterdam, ¿qué va a pasar de ahora en adelante con el control en el acceso en busca de elementos prohibidos? ¿Cómo se hace de ahora en adelante para que sean más exigentes?
EB - Una bandera de ese tamaño envuelta en el cuerpo de una persona, sobre todo si no era una entera, sino que se unió después, es difícil de controlar. Las imágenes de quienes desplegaron la bandera –desplegaron tres banderas, la de Peñarol estaba en el medio de las otras dos de Nacional y cuando esas estaban desplegadas sacaron una para que se viera la de Peñarol– están en la Justicia, denunciadas como elemento que desató los problemas.
EC - ¿Para usted estas actuaciones judiciales de la semana pasada implican un salto cualitativo importante en todo este proceso?
EB - Sí, una muy buena actuación, un buen compromiso, se puso al frente de esto.
EC - ¿Por qué hasta ahora no teníamos resoluciones judiciales en cantidad como las que se dieron en este caso? ¿Por qué recién ahora se produce esta novedad, que a su vez pesa sobre los hinchas violentos, porque tienen la convicción de que ahora la cosa va en serio?
EB - Esa pregunta no es para mí. Hace meses presentamos también las imágenes de los disturbios en 18 de Julio y recién ahora resuelven llamar a 89 personas que estaban en esas imágenes.
EC - ¿Cuándo se irá a una solución de fondo a los problemas de la violencia en el fútbol? Usted hablaba del ejemplo inglés; ¿cuándo se irá a un esquema como ese en nuestro país, por ejemplo, con la comercialización de las entradas asociadas al nombre de la persona, con su documento de identidad y con el control correspondiente al ingreso?
EB - Creo que la AUF ya lo está instrumentando. No me refería a Inglaterra, es mucho más cerca, me refería a Argentina. Sin solucionar el problema. Planteé los problemas que tiene Argentina, y usted me menciona Inglaterra y me menciona las soluciones que encontró ese país. Está bien, pero yo tenía en mente Argentina, por los problemas graves que son cada vez más.
EC - Entonces, ¿qué falta, además de estas medidas que ha propuesto el MI y que todavía están sujetas al acuerdo con los clubes y la AUF?
EB - Me parece que la AUF está instrumentando lo de atar la entrada a la cédula y al nombre. Pero eso va a necesitar algunas cuestiones técnicas que lo hagan posible. Hoy no llegué al quinto punto, mencioné cuatro, y esos cuatro –salvo el de la Policía en la tribuna– necesitan del quinto, que es la canalización de los que sacan entradas y de los que presentan la entrada en la puerta de acceso, porque si van en malón no hay control. La AUF ya está instrumentando un cerco exterior, viene a haber dos cercos –creo que ahí falta la autorización de la Intendencia, el MI ya la dio–, se canaliza desde ese cerco exterior hacia las puertas y hacia las boleterías, y al final hay un molinete de acceso y cámaras con identificación facial biométrica. Ahí sí cierra todo y se puede controlar. Si no, queda en buenas intenciones. Si uno tiene la entrada con la cédula y entran 50 juntos no se puede controlar, además si alguien está en infracción y los demás saben, cuando está ese empujan y lo meten para adentro. Entonces se necesita otra cosa. Nosotros lo planteamos el otro día dentro del nuevo protocolo.
EC - ¿Y los costos de todo este esquema cómo se distribuyen?
EB - Hay que verlo. La AUF ya está instrumentando el cerco externo; falta la autorización de la Intendencia.
EC - Pero allí está hablando de un estadio solo, el Centenario. ¿En las otras canchas cómo se hará?
EB - Esto de lo que estoy hablando ahora es fijo. Lo de las cámaras hay que ver, porque hay clubes que no instalaron cámaras definitivas, sino que las alquilan, hay que ver si no es posible hacerlo con la solución que le estoy dando. Creo que sí se puede.
EC - Pero por ejemplo el cerco fijo exterior…
EB - Ese es fijo.
EC - En el Estadio Centenario, pero por ejemplo en el Tróccoli, que es otro estadio complicado, ¿ahí cómo se solucionará ese tipo de situación?
EB - Ahí se necesita algo fijo también. Hay que estudiarlo. Es obvio que todos los esquemas de seguridad que nos estamos planteando tienen un costo. Pero, cuidado, se le paga a la Policía para que haga el control; el otro día había 900, no se cobró por 900, porque es un disparate, pero tiene un costo. Si hay otros elementos de seguridad quizás bajen sustancialmente los costos policiales.
EC - ¿En qué momento se supone que habrá un nuevo acuerdo con los clubes?
EB - Dejemos pasar un tiempo y hablamos de nuevo.
EC - Pero esto que ustedes propusieron el viernes, ¿cuándo va a ser considerado y cuándo va a tener una versión final?
EB - La comisión en la que lo planteamos aceptó todos los puntos y quedó en ver mejor el punto de derecho de admisión privado. Todos los demás los consideró positivos. Supongo que eso tendrá que verlo en otro ámbito la AUF.
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Transcripción: María Lila Ltaif