El presidente del Patronato, Óscar Ravecca, afirmó que se ha dotado de recursos a la institución y que la principal dificultad está en conseguir empleos para los liberados.

El papel del Patronato con la nueva ley de cárceles

Desde la promulgación de la Ley de Modernización y Humanización del Sistema Carcelario, el Patronato del Encarcelado tendrá un rol protagónico. Su presidente, Óscar Ravecca, afirmó que se ha dotado de recursos a la institución como para jugar ese papel y que la principal dificultad está en conseguir empleos para los liberados.

(Emitido a las 8.52)

EMILIANO COTELO:
El 1 de marzo al asumir su cargo el presidente de la República, Tabaré Vázquez, anunció que el gobierno se proponía enfrentar la "emergencia carcelaria". Ahora, el miércoles pasado, el Parlamento completó la sanción de la "Ley de Humanización y Modernización del Sistema Carcelario".

El texto sólo fue acompañado por el Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), un desenlace que no sorprendió a la luz de las severas críticas que la oposición había venido realizando al proyecto desde hace seis meses cuando comenzó a trascender su contenido.

El capítulo más polémico de la nueva norma es el que establece la liberación de presos que cumplan con ciertos requisitos. ¿Cómo hacer para que esas personas no reincidan en la delincuencia? La ley le otorga un papel clave al Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados, que asume el enorme desafío de recibir a los reclusos, contenerlos y apoyarlos en su reinserción en la sociedad.

¿Está preparado el Patronato para semejante responsabilidad? ¿Cuenta con los recursos necesarios?

***

Para conocer estos aspectos vamos a dialogar con el presidente del Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados, don Óscar Ravecca, a quien es un gusto reencontrar después de unos años.

Don Óscar Ravecca tiene 85 años y es toda una institución en estos temas. Por ejemplo, entre 1950 y 1985 fue secretario general del Sistema de Asistencia Letrada de Oficio, o sea de los defensores de oficio; después fue encargado de poner en funcionamiento el Comcar (Complejo Carcelario de Santiago Vázquez) y lo dirigió durante sus primeros dos años de existencia, entre 1985 y 1987.

ÓSCAR RAVECCA:
Ahí actué y pasé en comisión al Poder Ejecutivo, que se lo pidió a la Suprema Corte de Justicia.

EC - Entonces el Comcar albergaba 400 reclusos; hoy tiene más de 3.000, ¿no?

OR – Sí, 3.000.

EC - Entre 1988 y 1990 presidió el directorio del Iname, hoy INAU; como representante del Ministerio del Interior integró la llamada "Comisión Tomassino", creada por ley en 1995 con el cometido de proponer medidas para el mejoramiento del sistema carcelario; y desde 1996 preside el Patronato.

Cualquiera diría que usted de estas cosas sabe.

OR – No sé; por lo menos alguna experiencia uno recoge. Es un sistema atrapante porque el Patronato es una base de política social para los trasgresores de las normas penales. Nosotros trabajamos con la franja más humilde, más desprotegida, personas que cometen delitos y cuando salen encuentran rota su relación familiar y a veces rotas sus relaciones con la sociedad, con el trabajo. Hasta este momento la asistencia a los liberados era facultativa.

EC – Esa precisión es interesante, capaz que se nos pasó a todos.

OR – Claro, era facultativa, era optativo del beneficiario que salía en libertad y pasaba a la condición de liberado o de liberado condicional, pasar a la órbita de sujeción del Patronato, venía para que el Patronato le enfocara la solución de determinados problemas de carácter social, moral o material. Pero esta ley trae un principio muy importante, que es la sujeción de la persona beneficiada por la ley al Patronato hasta que finalice el término de la vigilancia condicional.

EC – Está en el artículo 5º: "Los procesados y penados a quienes se les otorgue la libertad conforme a las prescripciones de la presente ley estarán sujetos a un régimen de atención y vigilancia a cargo del Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados, en las condiciones del artículo 102 del Código Penal y las que se establecieran por vía reglamentaria".

OR – Y usted ve a continuación de ese artículo lo siguiente: que en el caso de incumplimiento por parte del beneficiario de esta ley, el Patronato da cuenta al magistrado interviniente y se lo reintegra al establecimiento a cumplir todo el saldo de la pena que había recibido el beneficio de cumplir en libertad. Quiere decir que es un régimen que no regala todo. Además tenemos que hacer presente que este régimen de libertades excepcionales excluye a quienes cometieron delitos violentos, acá no entran quienes cometieron rapiñas agravadas, violaciones, homicidios, proxenetismo, delitos económicos, hay un conjunto de normas que no son alcanzadas por el beneficio. Y fíjese que una persona condenada a seis años con esta ley sale si cumplió cuatro; póngale cuatro y medio, porque no va a dar el tiempo, se va a beneficiar con un año y medio, en vez de cumplirlos dentro de este régimen penitenciario los va a cumplir en la calle con el régimen tuitivo del organismo del Estado que va a tener que cumplir con su función social, que es el Patronato, que va a atender todos sus problemas en la medida que sean atendibles.

EC – Allí llegamos al punto: ¿está el Patronato en condiciones de bancar semejante responsabilidad? Una primera pregunta para ir acercándonos al tema: ¿cuántos liberados atiende por mes hoy, hasta ahora el Patronato?

OR - Como casos nuevos hablamos de unos 80 mensuales.

EC – Recibe unos 80 casos por mes.

OR – Pero tenemos todo en funcionamiento, tenemos cerca de 9.000 carpetas, porque ¿cuándo dejamos de asistir a una persona? No tenemos plazo, de repente seguimos atendiendo hombres que cometieron un delito hace cinco años y tienen determinado problema y no volvieron a reincidir. Quiere decir que son personas que egresan nuevas, son un promedio de 80, en los que se incluyen las penas de alternativa, que las cumplimos nosotros.

EC - ¿Qué hace el Patronato con estos reclusos que salen en libertad? ¿Qué es lo que hacía hasta ahora? ¿De qué manera los apoyaba, los seguía?

OR – Primero el equipo técnico le hace una encuesta, se buscan los perfiles de la persona, sus actitudes y sus aptitudes, las carencias que tiene, los problemas familiares, si tiene que regularizar una situación de estado civil, si el hombre es un operario que sale de la cárcel, tiene conocimientos de electricidad y necesita los implementos le hacemos un préstamo no reintegrable. Si no tenemos trabajo para ofrecerle de nuestra bolsa de trabajo –que tiene pocas ofertas– podemos otorgarle una beca para que se vaya especializando en lo que conoce, dándole un aporte mensual para el traslado los días que tenga usufructo de la beca. Todo aquello que integra el mundo asistencial de una persona carente de recursos en el límite de la indigencia.

EC - ¿Le llegan a suministrar dinero? Algo sí, por lo que mencionó al pasar.

OR – Sí, señor, tenemos préstamos no reintegrables, préstamos necesarios, y el apoyo del aporte en lo que se necesite de ropa, de vestimenta, de alimentos. Incluso nos apoyamos con implementos para mejoras en su construcción, ampliaciones en predios de familia, contribuimos con los bloques, con el Pórtland y ellos con la mano de obra. Todo eso seguido por un equipo técnico que va monitoreando todas las etapas que se van cumpliendo.

EC – Si mis datos están bien, el Patronato cuenta con 39 funcionarios.

OR – Ahora somos más, debemos ser 44, 45.

EC – Cuando eran 39, de ellos 20 eran técnicos con una carga horaria de 20 horas semanales. Con esa dotación de personal, ¿están en condiciones de enfrentar esta nueva coyuntura?

OR – Para esta instancia hemos sido reforzados y tenemos para determinadas etapas del tratamiento necesario un equipo de voluntarios ya debidamente registrado y preparado. El gradualismo de la ley, que fija 60 días hábiles para que se vayan otorgando las libertades, con una acordada que dicta la Suprema Corte de Justicia, que se hizo la inteligencia con el Ministerio del Interior y el Patronato, cinco, seis o siete días antes los jueces nos van a comunicar quiénes son las personas que van a ser beneficiadas. Esas personas ya en el recinto carcelario van a ser entrevistadas, ya se hace la primera entrevista y se les hace el emplazamiento para la segunda entrevista que se va a hacer en la sede del Patronato, donde ya entran a jugar los equipos técnicos, es decir la parte asistencial, la parte psicológica y la parte psiquiátrica. Y ahí empieza uno a ver de qué forma va solucionando las carencias que están dentro de la órbita y las posibilidades del Patronato.

EC – Usted decía más temprano que hasta hoy el Patronato venía atendiendo, recibiendo, incorporando a su tarea unos 80 liberados por mes. Con la ley que acaba de sancionarse, que todavía no fue promulgada por el Poder Ejecutivo pero que está allí, ¿cuántos estiman que se van a añadir?

OR - ¿Cuántos estima usted que van a salir? ¿700, 800 internos?

EC – No me pregunte a mí cuántos estimo yo, la verdad es que no tengo idea. Se ha hablado de ese número.

OR – Hablemos de 700. Casi la mitad es del interior...

EC – Y por lo tanto van a ser atendidos en los patronatos departamentales.

OR – En los patronatos departamentales. Queda el otro saldo, esas personas van a ir siendo atendidas individualmente por el Patronato en distintas instancias. No todos van tener necesidad de asistencia por parte del Patronato, va a haber muchos que vendrán, se hará el control de libertad, el control de que no modifiquen el domicilio sin conocimiento y demás, pero que no van a necesitar la asistencia material del patronato, sí puede ser psicóloga.

EC – Enseguida vamos a ir al detalle de cómo va a trabajar el Patronato con ellos, creo que es algo que a la población le interesa mucho para estar más segura, más tranquila. Tengo la impresión de que hay mucha gente que tiene cifradas las esperanzas en el Patronato de una correcta reinserción de estas personas.

Para cerrar esta parte de la conversación, ¿está bien pensar que ustedes van a recibir 50 liberados por semana, un número que está hoy en la prensa?

OR – 50 liberados por semana.

EC – Que se van a agregar a los que ya reciben habitualmente.

OR – Nosotros ahora tenemos un equipo con otros recursos.

EC - ¿Han sido suficientemente reforzados?

OR – Claro, hemos sido reforzados desde el punto de vista logístico y desde el punto de vista material. En lo que tenemos más dificultades es en la obtención de trabajo, que es público que las tengamos cuando existe un índice de desocupación que está lindando el 12 por ciento. Tenemos que hacer unos convenios –se está un poco retrasado– con los gobiernos departamentales, con la Intendencia Municipal de Montevideo.

EC – Se lo pregunto mientras se discutía la ley, desde el propio Patronato, varios técnicos hicieron advertencias sobre las limitaciones con las que tenían que moverse para enfrentar este nuevo desafío. ¿Debo deducir que en estos meses hubo tiempo para que las cosas se acomodaran?

OR – Claro, el ministro del Interior, que conoce debidamente el Patronato porque ha estado en muchas oportunidades, ha dispuesto partidas de dinero para nuestro Departamento de Proveeduría, donde tenemos todas las necesidades materiales que se nos puedan formular. Y además tenemos un incremento de personal, más el equipo de técnicos voluntarios.

***

EC – Antes de continuar voy a repasar qué es lo que establece la ley, porque quizás no todos los oyentes lo tienen del todo claro. "El régimen excepcional de libertad anticipada y provisional" que introduce esta ley "se aplicará, por única vez, a los procesados y penados que estaban privados de libertad al 1 de marzo de 2005". O sea que se refiere a ese grupo, los que ya estaban privados de libertad el 1 de marzo de 2005. Se aclara además que esta disposición no será aplicable a los procesados y condenados que hayan cometido una serie de delitos, entre ellos el delito de homicidio, los delitos de lesiones gravísimas, los delitos de violación y atentado violento al pudor, el delito de corrupción, el delito de rapiña agravado por la circunstancia agravante específica de uso de armas, o cuando la rapiña concurre con el delito de lesiones, los delitos de rapiña con privación de libertad –o sea copamiento– y de extorsión, los delitos de quiebra fraudulenta y culpable y de insolvencia fraudulenta, etcétera.

¿Cómo opera el beneficio? Por ejemplo, para quienes ya tienen condena, según el artículo 2º, "el Juez, de oficio y sin más trámite, otorgará la libertad anticipada de los penados comprendidos en el artículo 1º, cuando hayan cumplido: las dos terceras partes de la pena impuesta, y la misma sea superior a tres años de penitenciaría; o cuando hayan cumplido la mitad de la pena impuesta en el caso de que la misma fuese de hasta tres años de penitenciaría".

Para el primer lote de liberados, el que está en condiciones hoy de salir, hay un plazo de 60 días hábiles. En este tiempo es que ustedes van a estar administrando una cantidad de ex reclusos que se acerca a los 250-300, porque el resto va a ser recibido por los patronatos departamentales.

OR – Puede ser que sean más, pero partamos de la base de que el 45 por ciento sea del interior y el 55 por ciento de Montevideo.

EC – Una primera parte de la tarea consiste en relevar al liberado.

OR – Se va a hacer dentro del recinto carcelario, porque se va a saber con anticipación el día que va a salir en libertad y por lo tanto nos adelantamos a hacer toda la encuesta, el relevamiento integral de la persona. Es decir, vamos a buscar todos sus datos de individualización. Y ya ahí se le fija la fecha para la primera entrevista dentro de las oficinas del Patronato y queda marcado el técnico referente para esa persona hasta que se clausure la medida condicional.

EC – Veamos cómo es todo ese trabajo que se hace con el liberado. El artículo 5º dice: "Los procesados y penados a quienes se les otorgue la libertad conforme a las prescripciones de la presente ley estarán sujetos a un régimen de atención y vigilancia a cargo del Patronato". En esa primera entrevista, que se fija cuando el preso todavía está en la cárcel, se fija una segunda entrevista en el Patronato. ¿Qué ocurre ahí?

OR – Primero lo encuesta el asistente social; están el psicólogo y el psiquiatra. Están los perfiles de la persona, primero cuáles son sus necesidades, cuál es su situación familiar, cuál es su condición laboral, cuál es su condición social, dónde vive, con quién vive, cuáles son sus antecedentes anteriores y cuáles son sus aptitudes para el trabajo, sus inclinaciones, sus conocimientos, tanto educativos, formativos como laborales, y a partir de eso entra el Patronato a suplir esa carencia o a contribuir a mejorar esa situación que el hombre tiene. Eso incluye determinados préstamos que se pueden hacer –estamos limitados por los recursos–, reintegrables o no reintegrables para el cumplimiento de sus artes, profesión u oficio.

EC - ¿Qué pasa con el trabajo, que es uno de los puntos críticos?

OR – Tenemos una bolsa de trabajo debidamente regulada a la que las personas ingresan después de un estudio en profundidad que realiza el equipo técnico laboral. En la medida que recibimos pedidos de trabajo los recomendamos, nosotros los acercamos hacia la oferta que pueda haber. Es un tema bastante complejo, tenemos posibilidades y hemos tenido de hacer convenios con la Intendencia Municipal y tenemos actualmente dos o tres convenios que cuantitativamente no son muy importantes, pero el actual intendente municipal ya ha manifestado la voluntad y la Intendencia estaba instrumentando la forma de crear unos instructivos para los Centros Comunales de modo que para el trabajo de carácter zafral sean tomados inscritos en la bolsa de trabajo.

Además tenemos para el futuro esa norma innovadora del 5 por ciento de inclusión en los pliegos de licitaciones, un artículo que usted va a encontrar en la ley, que establece que el personal de servicio debe ser tomado por bolsa de trabajo.

EC – El artículo 14 dice: "Inclúyese en todos los pliegos de licitaciones de obras y servicios públicos, la obligatoriedad del o de los empresarios contratantes, de inscribir en las planillas de trabajo un mínimo equivalente al 5% del personal afectado a tareas de peones o similares, a personas liberadas que se encuentren registradas en la Bolsa de Trabajo del Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados.

Asimismo, el Poder Ejecutivo podrá establecer un sistema de bonificaciones para aquellas empresas que inscriban liberados registrados en la Bolsa de Trabajo referida, por encima del 5% estipulado precedentemente".

OR – Y va a encontrar más adelante en esa norma la recomendación de que los gobiernos municipales, tanto el capitalino como los del interior, contribuyan con convenios de carácter laboral con el patronato departamental y/o el Patronato Nacional.

EC – Claro, pero todo esto es a futuro, son posibilidades que se van a ir abriendo de aquí en adelante.

OR – Todo no se puede lograr en el mismo momento en un sistema que estaba completamente quebrado, con un sistema penitenciario que no forma, que no educa, en régimen de hacinamiento. Se están buscando las vías y los medios para obtener posibilidades.

EC – El Patronato publica avisos en la prensa.

OR – Publica avisos en la prensa.

EC – Avisos que son muy discretos. ¿Podemos develar el secreto?

OR – Cómo no.

EC – Hoy, por ejemplo, en algunos matutinos se publica este aviso que quizás el lector encuentra y no sabe de qué se trata.

OR - ¿Cómo ubica usted que es del Patronato?

EC – Lo deduzco.

OR – Lo felicito.

EC – Dice: "Organismo estatal de servicios ofrece personal calificado y evaluado por profesionales para todo tipo de tareas. Por informes comunicarse con los teléfonos 916 90 40, 916 90 42, 916 90 49 de lunes a viernes de 9 a 18 horas". ¿Por qué no ponen que es un aviso del Patronato?

OR – El operativo de esto es: es preferible no poner porque dentro del margen de gente que necesita este tipo de trabajadores hay un margen que no llama porque los trabajadores son del Patronato, dejan de llamar. Entonces llamando todos nuestros equipos técnicos le explican al eventual empleador cuál es el sistema del Patronato, cómo y por qué están incluidos en la bolsa, cuáles son las eventuales garantías que se pueden dar, si se puede dar garantías, porque nunca podemos dar garantías absolutas de nada.

EC - ¿Suele haber reacciones negativas del que llama cuando se entera de que le están ofreciendo ex presos?

OR – Puede haberlas, pero por esa vía ampliamos la posibilidad de dialogar con los que necesitan trabajo y hacerles la oferta a través de nuestros técnicos que les explican qué es una bolsa de trabajo. Fue pensado y se optó por esa solución creyendo que es la que nos va a dar más posibilidades de obtener plazas laborales para gente que mucho las necesita y necesita también la solidaridad de la sociedad, porque en definitiva cometió un delito y después cumplió su pena, cumplió con las normas, tiene una ley que le otorga una libertad condicionada, para un cumplimiento de conducta que no sea observable y se ajuste a las prescripciones del artículo 102 del Código Penal, que también controlaremos nosotros.

***

EC – Usted recién explicaba cómo funciona la Bolsa de Trabajo del Patronato; explicaba además los convenios que se están haciendo y que van a desarrollarse más aun con intendencias municipales. Pero supongamos que para un determinado liberado no hay opciones de empleo, supongamos que pasa un mes, dos meses y no consigue trabajo. ¿Tiene el Patronato otras formas de apoyar a ese hombre o a esa mujer, porque la ley vale para presos y presas, para que se reinserte efectivamente en la sociedad?

OR – Si no tiene nada entra en el plan social del Ministerio de Desarrollo Social.

EC – Usted dice que también puede entrar en juego el Plan de Emergencia.

OR – Puede entrar perfectamente en el Plan de Emergencia, y tenemos asesoramiento para dárselo.

EC – El Plan de Emergencia ha venido funcionando con lentitud; ¿se va a encontrar algún mecanismo ágil en este caso?

OR – Trataremos de agilitárselo a él por la vía de ser un liberado recientemente, si podemos. Nosotros tenemos carencias, no tenemos Hogar del Liberado, y hay una ley, la ley de penas alternativas, que fija para el Patronato un Hogar del Liberado para cumplir arresto domiciliario. En determinado momento también tenemos que buscarle un lugar de refugio a la persona que no tiene alojamiento. Vamos a tratar de mejorarle los perfiles, si no tenemos trabajo le podemos ofrecer mejorarse en sus condiciones y buscamos si le podemos otorgar una beca, porque mientras no trabaja se va perfeccionando en su arte, en su oficio. Pero siempre tiene el Plan de Emergencia para inscribirse.

EC - ¿Cómo se llevará a cabo el seguimiento de estos reclusos que recuperarán su libertad? ¿El Patronato tiene los medios necesarios para esa parte de la tarea?

OR – El seguimiento va a ser lo siguiente. En la medida que se van cumpliendo las distintas etapas, las distintas citaciones, las distintas entrevistas que de repente en el término de un año van a ser ocho, diez o doce, a través de la encuesta que le va haciendo el técnico referente se va a ir dando cuenta de si es necesario hacer inspecciones domiciliarias o no, si hay que hacer algún otro tipo de control. Una asistencia a la fecha fijada si no hay una causa mayor debidamente justificada ya es una alerta para empezar a hacerle un control. El Patronato tiene sus medios de locomoción propios para empezar a verificar también dentro del medio ambiente donde vive.

EC – Usted dice que va a haber una rutina, un cierto cronograma de entrevistas con la persona, y si se produce la ausencia a una de ellas ya habrá una luz amarilla encendida. ¿Ustedes tienen efectivamente el personal y los medios para ir en busca de esa persona y desentrañar qué es lo que está ocurriendo?

OR – No se lo puedo decir en este momento porque no lo puedo evaluar cuantitativamente cuántos van a ser los que van a prender esa luz amarilla. Pero para un número racional tenemos un vehículo, los técnicos irán o irá el ayudante del técnico, buscaremos. Son soluciones que también se resuelven sobre la marcha. Si en un determinado momento vemos que nuestro accionamiento por parte del personal no es suficiente lo llevaremos fundadamente al conocimiento del señor ministro y él resolverá en definitiva. En la medida que vamos cumpliendo, perfecto; en la medida que se produzcan determinadas carencias que es necesario cumplir para la debida atención del proceso asistencial, daremos cuenta al Poder Ejecutivo, al ministro, y él dará las soluciones, como las ha dado hasta ahora.

EC – Recordemos que en caso de que uno de esos liberados incumpla, la sanción es severa.

OR – Severísima: vuelve a cumplir el saldo de pena que le quedaba cuando salió. El que salió beneficiado, que le faltaba un año y medio para la condena, vuelve a cumplir su servicio.

EC – Usted tiene una larga experiencia en estos temas, como ya comentamos al comienzo de esta entrevista. Entonces, ¿cuál es su opinión sobre estos instrumentos que la ley ha consagrado, en particular sobre esta idea de la liberación de presos que cumplen con determinadas condiciones? Está claro que usted va a ejecutar lo que la ley le encomienda al Patronato, pero usted tiene su propia opinión.

OR – Yo tengo mi propia opinión.

EC - ¿Hay un riesgo acá o no para la sociedad?

OR – Esto es una emergencia. Riesgos siempre se corren y yo creo que el estudio y la sanción de la ley han cubierto en general eliminando todos los riesgos mayores posible. En la aplicación de una ley de esta naturaleza, de normas de carácter penal, siempre hay un riesgo. Esta ley fue estudiada en un consenso de Suprema Corte de Justicia, Ministerio Fiscal, defensores de oficio en lo penal, Asociación de Magistrados. Es decir por todos los operadores del Derecho Penal. Es una ley de emergencia, creo que mejor norma en este momento para cubrir eso no hay. Además tiene un conjunto de avances desde el punto de vista criminológico y penológico.

Claro, yo soy de los que sostienen que tenemos que entrar con el bisturí a fondo. El ministro ya lo dijo: esto es una solución transitoria, pero apunta dentro de su ministerio a llegar al Centro Nacional de Rehabilitación.

EC – A ver, ahí usted va a la respuesta a esta pregunta que es el gran motivo de debate de estos meses: por un lado se corre un riesgo liberando presos –riesgo de que esos ex reclusos vuelvan a delinquir–, pero al mismo tiempo no se descongestionan suficientemente las cárceles, porque el número de presos que estamos manejando que van a salir en libertad en definitiva es reducido para el problema de saturación que tienen hoy los penales. Y por último, mientras tanto, dentro de los penales, ¿qué reformas se están implementando? Usted iba por ese lado.

OR – Yo entiendo que en este momento sin nuevos establecimientos carcelarios no se puede dar un avance en el sistema penitenciario.

EC - ¿Para usted hay que construir nuevas cárceles?

OR – Construir o buscar soluciones de emergencia. No podemos seguir con 7.500 internos en los establecimientos, de los cuales actualmente Montevideo debe tener casi la mitad. Las soluciones de fondo son costosas, en este momento lo dicen todas las autoridades nacionales y uno tiene que creer: no existen los medios para hacer una reforma integral del sistema penitenciario, como existe en los países avanzados. En toda América Latina son muy pocos los países –creo que Cuba y dos tres países más– que tienen la Policía dirigiendo los establecimientos penitenciarios. Todos son ministerios de Justicia.

EC – Pero esa reforma va a demorar.

OR – Claro, y mientras esto es un paliativo. Nadie pretende con esto descongestionar las cárceles, se pretende sí que salga un conjunto de personas procesadas que están sufriendo, primero, la lentitud de los procesos penales, tenemos una alta elevación de personas que están procesadas, no tienen condena y llevan largo tiempo de prisión preventiva; segundo, un sistema penitenciario perverso; entonces, ¿por qué a un individuo ahora, en vez de llevarlo a que cumpla los seis años, no lo largamos con cuatro años y medio con esta ley? ¿Con cuál se queda usted? ¿Con éste que va a salir con esta ley o con el que sigue metido adentro y sale dentro de un año y medio más? Le doy la opción que elija entre las dos personas, ¿a cuál elige usted, al beneficiario de esta ley o al que va a salir a fines del año que viene?

EC – Usted está diciendo que si sigue en la cárcel probablemente salga peor que hoy.

OR – A cuál elige. Es evidente, esto no es una regalía, esto dentro de todo es también una regularización de normas de proceso penal. Además se deroga una cantidad de delitos que tenían mínimos de penas de penitenciaría absurdos, penas demasiado elevadas. No se derogan, pero estaba dentro de la conciencia de todos los operadores penales. Ésta es una solución de momento, para ahora, todos tenemos que seguir mirando el sistema penitenciario, tratar de mejorarlo en la medida que sea ahora, porque es una obligación del Estado. La persona que es procesada pierde un solo derecho, el derecho a la libertad ambulatoria, los demás derechos los mantiene todos.

***

EC – Iba a agregar una frase más.

OR – Una frase más: lo que tenemos que pensar nosotros con firmeza –y ustedes los periodistas tienen que estudiarlo y formarse una opinión– es en cambiar la ubicación institucional del sistema penitenciario, crear un Centro Nacional de Rehabilitación, crear un organismo del 220 en la Constitución de la República, como lo establecen el proyecto Tomassino y el brillante proyecto de Díaz Maynard, e incluso un proyecto enviado durante el ministerio de Stirling.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn