Entrevistas

"La revolución del centro"

"La revolución del centro"

Candidato presidencial del Partido Colorado, Guillermo Stirling: El centro es la sensatez, el sentido común. Con el diario del lunes cualquiera dice cómo se hubiera superado mejor la crisis de 2002, pero ahora vamos a un crecimiento histórico de 10 por ciento, sobrepasaremos la exportación más importante, que fue en 1988, estamos bajando la desocupación, la tasa de pobreza... Si este gobierno tiene logros, ¿por qué negarlos?

(Emitido a las 09.10)

EMILIANO COTELO:
"La revolución del centro" es el título de las bases programáticas que hoy presentará oficialmente la fórmula presidencial del Partido Colorado (PC), Stirling-Viera. Es un título sugestivo, tanto por el uso del término "revolución", como por la reivindicación del "centro" del espacio político, algo que ha sido casi una constante entre los diferentes candidatos en esta campaña.

(Grabación)

No sólo voy a liderar en estas especiales circunstancias al PC, sino que voy a provocar la rebeldía colorada para generar la revolución cívica que llene las urnas de votos que apuesten al futuro del país. ¡Viva el Partido Colorado!

(Fin de la grabación)

Esa es la voz del escribano Guillermo Stirling, con quien vamos a conversar después de la convención colorada, que tuvo lugar el sábado y en la que hablaba de esa manera, después del sacudón que significaron las polémicas declaraciones del presidente Jorge Batlle en Santo Domingo.

***

La convención del PC sesionó este sábado en un clima enrarecido por las declaraciones del presidente Batlle en República Dominicana, en las que se había manifestado pesimista sobre las posibilidades electorales de su partido, e incluso había llegado a decir que no tenían candidato presidencial. Esos comentarios desanimaron a muchos militantes colorados y fastidiaron a otros; algunos dirigentes, sobre todo del Foro, criticaron a Batlle muy duramente, y desde la Lista 15, si bien se optó más bien por el silencio, también hubo alguna réplica venenosa lanzada hacia el sanguinettismo. ¿Cómo hicieron para enfrentar ese ambiente que se desató muy pocas horas antes de la convención?

GUILLERMO STIRLING:
Usted lo vio: se vivió un clima de optimismo, de unidad. Creo que fue un punto de inflexión de todo lo que venimos pasando en los últimos meses y las circunstancias tan especiales que vive el PC. Salimos todos tonificados, con ganas de pelear... de pelear en el mejor de los sentidos, en el sentido de que esta es una instancia muy importante para el país y tenemos que volcar todo nuestro esfuerzo, toda nuestra convicción, todas nuestras ganas de llevar adelante un programa y políticas que creemos sinceramente, profundamente que es lo que le está sirviendo al país.

EC - ¿La entrevista con el presidente Batlle en República Dominicana terminó teniendo un efecto al revés, fue una especie de acicate, entonces, en sentido contrario del pesimismo?

GS - Sin lugar a dudas, creo que fue una expresión... no sé si la vinculamos directamente a esas declaraciones, pero hay una actitud muy sentida por parte de los convencionales y de los dirigentes que en forma muy numerosa vinieron del país a darnos el apoyo y a expresarnos su deseo de trabajar fuertemente.

EC - Prácticamente no se mencionó a Batlle en toda la tarde. Sí hubo alusiones a sus dichos, por ejemplo cuando surgían llamados a la rebelión "contra los agoreros que predicen la derrota", etcétera.

GS - Sí; es parte natural de una campaña y de una situación política como la que estamos viviendo. Pero en general no hubo ninguna referencia crítica, ninguna referencia peyorativa. Yo rescato el clima en que se manejó, movió y sintió esa convención.

EC - ¿Cómo lo define?

GS - Excelente, muy positivo, fundamentalmente muy positivo.

EC - ¿Cómo observó el aplauso fuerte que recibió el senador Alejandro Atchugarry cuando le tocó emitir su voto cuando se estaba definiendo el candidato a la Vicepresidencia?

GS - Alejandro es un dirigente que ha generado respeto, credibilidad, simpatías políticas, eso es indudable. Entonces en un momento muy especial como el que se vivió, la convención también le tributó un homenaje.

EC - ¿Y esta frase de uno de los convencionales, Jorge Berger, que dijo: "Viva Batlle, pero viva Batlle y Ordóñez y Luis Batlle"?

GS - Está bien, son expresiones personales de dirigentes que sienten lo que dicen.

EC - ¿Había algún tipo de acuerdo en cuanto a no mencionar directamente al presidente y no enzarzarse en ese debate sobre lo que había dado tanto que hablar en los días previos?

GS - ¿Usted cree que en una asamblea multitudinaria se pueden acordar determinadas pautas? Una asamblea es incontrolable. El valor que tuvo, precisamente a partir de que es incontrolable, fue que cada uno sintió la responsabilidad del momento que estaba viviendo y volcó mucha prudencia, mucha sensatez, mucho sentimiento de unidad partidaria.

***

EC - Yendo al tema de la campaña y el trabajo que tienen por delante, que usted mismo se ha propuesto: "Asumo el liderazgo de llevar al PC a la victoria en octubre y en noviembre", antes que nada hay que desactivar esa idea de balotaje anticipado que ha ido quedando consolidada a partir de las encuestas y de cómo plantean el debate Larrañaga y Vázquez. ¿Cómo se logra?

GS - Trabajando fuerte, con mucha convicción, recorriendo el país, hablando con los dirigentes, transmitiendo las cosas positivas que tenemos que transmitir, transmitiendo qué ha significado el PC en los últimos años, cómo se posicionó el gobierno en la más profunda crisis que haya conocido este país y cómo hemos salido de la misma, cómo hemos proyectado las bases de afianzamiento de una política económica, cómo hemos recuperado credibilidad rápidamente, cómo en tan poco tiempo logramos tantas cosas que otros países con mayor potencial económico no han podido, que vivieron circunstancias tanto o menos dramáticas como que las que vivió Uruguay, fundamentalmente en 2002, y de las que realmente pudo recuperarse en base a una unidad partidaria monolítica, en base al apoyo del Partido Nacional (PN) hasta cierto tramo.

Eso es lo que nos ha ido generando expectativas de poder transmitirle al país: "Señores, manejamos la crisis en el peor momento de la historia, la manejamos bien, tuvimos una conducción económica muy bien planificada; eso permitió en el momento en que el mundo comenzaba a revertir los precios internacionales de los productos que Uruguay vende estar en condiciones de tener la casa en orden".

Y nos hemos proyectado. Creo que tenemos que alegrarnos todos los uruguayos de que vamos a crecer 10 por ciento, no se conoce en la historia del país un crecimiento similar. Vamos a exportar, la tasa de exportación más importante fue en 1988, ahí fue el punto culminante, y a 13, 14 meses de la crisis vamos a sobrepasar esa cifra y vamos a andar alrededor de los 3.000 millones de dólares. Estamos bajando la desocupación, la tasa de pobreza...

EC - Los números económicos dan bastante bien, empiezan a mostrar esa recuperación de la que usted habla. Son números sin duda interesantes, alentadores. Pero los números de las encuestas... al revés, en las últimas semanas han marcado incluso una caída para el PC. Si vemos la última encuesta de Factum, por ejemplo, el PC está en el 11 por ciento, con el Encuentro Progresista - Frente Amplio (EP-FA) en el 50 y Larrañaga creciendo y ubicándose en 32.

GS - De acuerdo, pero sin duda que en un país donde pasa lo que pasó, que en los años 2001 y 2002 se derrumba desde el punto de vista social, donde la tasa de pobreza se duplica, donde se pierde el poder adquisitivo de los salarios, de las jubilaciones, de las pensiones, donde hay una pérdida de calidad de vida de la gente como consecuencia de esta crisis profunda, eso tiene una repercusión política evidentemente. Nosotros somos los responsables de transformar esa situación, de transmitir: "El país pasó esto y está en esta dirección, hoy está recuperándose, tiene que empezar a volcar sobre los sectores más carenciados políticas sociales muy fuertes para revertir la situación de la pobreza".

En 1985, cuando accede el primer gobierno democrático, teníamos 46 por ciento de pobreza; en 1999, después de dos gobiernos colorados y uno blanco terminamos en 15 por ciento. ¿Cómo se hizo eso? Se hizo incrementando la economía, generando empleo. Ese es el proceso que vamos a vivir nuevamente, incrementando los empleos a través del crecimiento económico seguramente vamos a empezar a dar respuestas golpeando en estos puntos que son los más sensibles de la sociedad. Cuando hay pobreza, indigencia, marginación, ¿cómo resolvemos ese gran tema? Con esas políticas sociales que tienen como condición sine qua non el crecimiento económico real de la economía.

***

EC - Estamos charlando entre dos episodios políticos importantes: la convención del sábado pasado y la presentación este mediodía de las bases programáticas, un documento titulado "La revolución del centro". Parece que el PC no quiere quedarse atrás en dos terrenos que se han vuelto fundamentales en esta campaña: la promesa de cambios, pero al mismo tiempo la pelea por el electorado del centro del espacio ideológico. ¿Hay que entenderlo así?

GS - Del centro que significa sensatez, ponderación. Lo decía Felipe González en un artículo que se publicó el sábado: hoy no es un problema de ideologías, eso ya murió, con la caída del muro de Berlín murió el tema de las ideologías y los que siguen en procesos de ideologización, de tratar de traducir ideologías en las políticas están en el pasado. Lo que tenemos que discutir son ideas, por eso el centro, fuera del esquema de izquierda y derecha, el centro para analizar con objetividad, con ponderación, con responsabilidad y ver qué país queremos, adónde vamos.

EC - Pero están todos peleando por el centro. Larrañaga, por ejemplo, dice: "El PN es el centro político del país", es una frase que repite en cada discurso.

GS - Sí, pero por otro lado Iván Posada decía, refiriéndose a Larrañaga, que no se sabe cuál es el original y cuál la fotocopia, por sus inclinaciones a tratar de captar el centroizquierda. No es un problema de captar la centroizquierda o la centroderecha, al de abajo o al de arriba, es transmitir sensatez, ideas muy claras, un programa creíble. ¿Y en qué se basa la credibilidad de nuestro programa? En lo que hemos hecho. He escuchado permanentemente a economistas, sociólogos y políticos vituperar las políticas que se han llevado a cabo en los últimos años, y yo le digo que desde que arrancamos en 1985 hasta 1999, que fue otro punto de inflexión (ahí comienza el proceso de estancamiento económico regional)...

EC - A partir de la devaluación brasileña.

GS - A partir de la devaluación brasileña. Pero todo ese proceso de 15 años fue un período de crecimiento constante. Es muy difícil en un país ver 3,5-3,8 por ciento permanente de crecimiento, con bajas de inflación; recibimos la inflación en 44 por ciento, terminamos en 4 por ciento en 1999; crecieron las reservas, crecieron las exportaciones; bajó la tasa de desocupación... son todos aspectos que se vinculan. En ese período hubo dos gobiernos colorados y uno blanco que se vinculan a una forma de encarar el país, a una forma de desarrollarlo, a una forma de potenciarlo.

EC - Se saltea el último período de gobierno, este.

GS - Claro, porque en un momento donde el gobierno tuvo... En 1985 hubo un cambio en paz, hubo que restañar las heridas brutales que recibimos de la época de la dictadura, y hubo un gran esfuerzo de la sociedad uruguaya que el gobierno acompañó e interpretó, un gran esfuerzo por cerrar heridas. En la segunda presidencia del doctor Sanguinetti, ¿qué sucesos ocurrieron en este país? La reforma de la seguridad social y la reforma de la educación fueron los dos pilares básicos que absorbieron prácticamente todo ese período, un período también de crecimiento económico muy fuerte, hasta 1998.

¿Qué pasó? Cuando se pensaba que en este período del doctor Batlle se iba a consolidar todo ese proceso de reformas, comienza el estancamiento, comienza la crisis regional. Lo que todos tenemos que entender es que la crisis regional afectó a todo el país, afectó la crisis de Brasil, afectó la crisis de Argentina, el tema de la aftosa, la caída de los precios internacionales, la suba del petróleo, la crisis financiera, todo eso afectó. Este gobierno tuvo que administrar cómo superar los términos de crisis.

EC - ¿Hay una autocrítica incluida en estas bases programáticas a propósito de lo que fue la gestión de gobierno o las políticas de gobierno en este período que está terminando? Se lo pregunto porque, por ejemplo, en este anuncio de prensa que se ha publicado en el fin de semana con una síntesis, un adelanto de las bases programáticas, se señala en un momento: "Se propone una política de cambio libre fluctuante, para asegurar que no reaparezcan en el futuro circunstancias de atraso cambiario".

GS - Sí: con el diario del lunes es muy fácil...

EC - Usted mencionaba el año 1999, año en el que se produjo la devaluación en Brasil; desde entonces existió todo tipo de reclamos para que Uruguay abandonara el sistema de paridad deslizante que teníamos.

GS - De acuerdo, pero sin tener en cuenta dos aspectos muy importantes: el país estuvo muy dolarizado, ahora sigue dolarizado, aunque un poco menos; en segundo término la devaluación implica una caída del salario real. Son dos aspectos que estaban y siguen permanentemente acollarados. Quienes piden devaluación están pidiendo que los salarios reales sigan perdiendo poder adquisitivo. Hoy es fácil cuestionar por qué no se devaluó en 1999. Hubiésemos impactado a una sociedad que en ese momento comenzaba un proceso de estancamiento de la propia economía del país. ¿Qué hubiese resultado de una devaluación profunda en un país absolutamente dolarizado en todos los sectores, desde los más pobres hasta los de mayor poder adquisitivo, todos dolarizados? Gradualmente, porque la pérdida grande, el desfasaje monetario grande ocurre en el año 1991 en adelante.

EC - Pero ahí hay un aprendizaje, de ahora en adelante nunca más esquemas rígidos en materia de política cambiaria.

GS - Eso es pragmatismo, tenemos que aprender de esas cosas que tenemos que ir acompasando el tema de nuestra moneda. Pero tampoco podemos perder de vista un fenómeno: tenemos que seguir generando crecimiento económico para poder recuperar lo que se ha perdido desde el año 2000 a la fecha, que es precisamente el salario real.

EC - Una pregunta más del planteo general. Usted ya explicó por qué el nombre "La revolución del centro", pero llama la atención la primera palabra; llama la atención que los colorados recurran al término "revolución", una palabra fuerte que sorprende utilizada por el partido que ejerció el gobierno en estos años. ¿Cuánto hay de nuevo y cuánto de continuidad en esto que ustedes están proponiendo ahora, por qué eso de "revolución" ahora?

GS - De continuidad todo lo que hay de positivo, uno tiene que continuar todo lo positivo; de nuevo muchas cosas, la primera revolución tiene que ser en nuestras cabezas, en la cabeza de nuestro pueblo, revolucionarlo en el pensamiento, en no estar atado a ideologías, a expresiones conservadores, a eslóganes, a una concepción político económica que es parte del pasado y que nos debe hacer mirar aquellos referentes que hay lejos y cerca, lejos España, cerca Chile, referentes que han volcado pragmatismo, sensatez, inteligencia y han revolucionado todas sus estructuras educativas, sanitarias, económicas, laborales, las han revolucionado con pragmatismo. Eso es la revolución que tenemos que impulsar, la revolución de la creatividad, de abatir el eslogan, el prejuicio, la revolución de quienes quieren que nosotros nos mantengamos en el pasado.

EC - ¿Un par de casos de innovaciones, de quiebres con lo que ha sido hasta ahora la gestión de gobierno que estamos conociendo?

GS - En materia educativa seguir profundizándola, seguir ampliando el bachillerato tecnológico; en materia de reformas logísticas incorporar la logística en toda su plenitud en la parte portuaria, en la parte aérea, en la parte marítima. Tenemos elementos revolucionarios que están en nuestra mano, si invertimos 14, 15, 16 millones de dólares dragando el puerto de Montevideo a 13 metros, nada más que eso, nos convertimos en el centro regional portuario del Cono Sur. Y si pasamos del 3,5 en movimiento y mercaderías que hoy absorbe el puerto de Montevideo, al 5, crecemos nada más que 1,5 puntos, vamos a crear 30.000 nuevos puestos de trabajo directos y 56.000 indirectos, solamente con invertir 14-15 millones. Si invertimos en el dragado de los pasos del río Uruguay, que nos permitan venir fluidamente de Paysandú, pasar por Fray Bentos, seguir por Nueva Palmira y llegar a Montevideo, revolucionamos el litoral uruguayo. Si nos conectamos con la Hidrovía estamos revolucionando toda la parte portuaria, toda la parte marítima, toda la proyección. Tenemos que concesionar el puerto de aguas profundas de Rocha porque eso les va a abrir las puertas a los países del Mercosur, y tenemos que establecer un puerto libre para los países del Mercosur en el departamento de Rocha. ¿Sabe cuánto cuesta el puente sobre la laguna Garzón, ese puente que hoy es una estructura que es imagen de un Uruguay que no puede ser más?

EC - Ese puente que no fue.

GS - Como el Palacio de Justicia, son expresiones que no pueden ser más. Ese puente cuesta 1 a 1,5 millones de dólares. Eso significa que tenemos que concesionarlo para que lo hagan ya, porque va a irrumpir la inversión, va a conmocionar a Rocha, Treinta y Tres, Cerro Largo. Eso es lo que necesitamos.

***

EC - Seguimos con el escribano Guillermo Stirling, ahora en régimen de tertulia. Recibimos a Alejandro Nogueira, Gabriel Papa, Daniel Bouquet y Conrado Hughes.

Vamos a algunas preguntas de ustedes, quizás por el lado programático, a partir de los adelantos que se han conocido durante el fin de semana de esta "Revolución del centro" que hoy se presenta oficialmente. ¿Qué dudas tienen?

CONRADO HUGHES:
Me parece interesante la presentación del esquema que salió ayer en los diarios, hay como siete afirmaciones y tres negaciones. No es frecuente encontrar negaciones en un programa, pero aquí están: No al uso de los referéndum, No al impuesto a la renta y No a la amnistía de los presos comunes. ¿Esto es una reacción a como vienen las cosas, o forma parte central de la campaña que van a hacer?

GS - Forma parte central de la campaña, y es una reacción también, sin duda. Estamos contra las amnistías de los presos porque confiamos en la Justicia: si un juez determinó que un ciudadano por haber cometido un delito tiene que estar preso, evidentemente tenemos que respetar esa decisión, no podemos comenzar a cuestionar la decisión de la Justicia.

EC - Estamos aludiendo a una propuesta que lanzó hace pocos días el senador José Mujica.

GS - Exacto; todo para resolver un tema de superpoblación carcelaria. Cuando yo era ministro del Interior lo primero que le planteamos a este gobierno -ya lo veníamos trabajando desde la época de la presidencia del doctor Sanguinetti- fue la construcción de nuevas cárceles. Y ya se había estructurado un plan de inversiones para las nuevas cárceles precisamente para descongestionar las que están absolutamente saturadas, algo que denunciamos permanentemente. Lamentablemente comenzó el período crítico que vivió el país a partir del año 2001 y todos los recortes presupuestales fueron en el área de la inversión.

EC - Curiosamente su sucesor al frente del Ministerio del Interior, el doctor Borrelli, ha visto con buenos ojos la idea de Mujica.

GS - Los penalistas en ese sentido tienen causa común para ser condescendientes con las penalidades. Yo no comparto en absoluto esa posición, con el mayor respeto al ministro Borrelli. Me reafirmo: en un país donde la seguridad es uno de los temas de preocupación de la gente tenemos que reafirmarla por lo que significa para un país. Si alguna duda tenemos estamos mirándonos en el espejo de lo que está pasando en Argentina. Cuando hay un estado de inseguridad, cuando se ha descontrolado la seguridad, evidentemente tenemos que ser un referente de seguridad en toda América.

EC - Hasta ahora nos hemos detenido en uno de los tres "no" que había elegido Conrado Hughes.

GS - El otro "no" es el impuesto a la renta. El país ya ha tenido una experiencia con respecto al impuesto a la renta, que no ha sido positivo, se recaudaba muy poco, había una estructura administrativa emplazada para tratar de generar mayores recaudaciones, y nunca fue exitosa. Pero a su vez entendemos que se sigue penalizando el trabajo, el impuesto a la renta tal cual está planteado es penalizar el trabajo, y lo que tenemos que hacer es penalizar el no trabajo, la especulación, no a través de un impuesto a la renta.

CH - ¿Con respecto al agua van a tener una acción fuerte?

GS - Exactamente, creo que es el peor mensaje que Uruguay puede emitir con respecto al tema inversiones. Estamos diciéndole al mundo inversor: "Señores, acá hubo empresarios extranjeros y nacionales que invirtieron en función de determinada relación jurídica, de determinado cuadro jurídico; por obra y gracia de un plebiscito eso se cancela", y sobre todo se cancela sin indemnizaciones. Hemos encontrado una serie de interpretaciones realmente llamativas. El contador Cancela -asesor del EP-FA- decía en una exposición días pasados que él era partidario de indemnizar a los concesionarios a los que se cancelen las concesiones. ¿De dónde saca eso? No sale de la ley. El senador Danilo Astori en España, frente a los inversores españoles, titulares de las empresas concesionadas en Maldonado, dijo que por una ley interpretativa iban a resolver los problemas de la concesión. Creo que es imposible. Hemos encontrado una interpretación de uno de los distinguidos abogados del país, Juan Andrés Ramírez, de que esto no tiene efecto retroactivo; hasta ahora todos absolutamente teníamos y tenemos la certeza de que tiene efecto retroactivo; si no, no se hubiese consignado en la propia disposición a plebiscitarse que va a haber indemnizaciones.

EC - Además de este plebiscito en sí que está en discusión en esta campaña electoral, porque hay una reforma constitucional propuesta sobre la cual se resuelve el próximo 31 de octubre, junto con las elecciones nacionales, en estas bases programáticas ustedes anuncian que van a reglamentar el recurso del referéndum, no ya de esto que es reforma constitucional o plebiscito de reforma constitucional, sino el recurso de referéndum contra las leyes.

GS - ¿No encontramos acaso que la utilización del referéndum y el plebiscito le da inconsistencia a la certeza jurídica que un país debe dar? Hubo un referéndum por la ley de Ancap; más allá de las connotaciones que esa ley tuvo, más allá de las razones que se invocaron por parte de quienes querían derogar la posibilidad de asociar a Ancap con empresas privadas, hoy los mismos que votaron la derogación están hablando de asociarse con otras empresas, desconociendo.

EC - Pero el recurso de referéndum está previsto en la Constitución, se introdujo en la reforma constitucional de 1967, que redactó el doctor Sanguinetti.

GS - No es que estemos procurando eliminar los recursos, porque son elementos que hacen a un Estado democrático.

EC - ¿Y cómo se los reglamenta para que sean más restrictivos?

GS - Achicando los plazos para interponerlos. Si no vivimos en un estado de inseguridad o los inversores van a vivir en un estado de inseguridad. Y aún así, en los tiempos para interponer esos recursos, porque ¿cuánto tiempo hace que estas concesiones de agua están firmes? Hace mucho tiempo, muchos años. Sin embargo después de muchos años se genera una posibilidad de que todo eso caiga.

EC - La duda me queda porque es la propia Constitución la que establece un período de un año para presentar las firmas que eventualmente den paso a un referéndum. Si se quiere regular ese instrumento de manera más restrictiva habría que reformar la Constitución.

GS - Seguramente, que se expida el pueblo.

GABRIEL PAPA:
La ciudadanía, de acuerdo a los resultados de las encuestas, pide cambios, los dos candidatos que concitan la mayor adhesión plantean en sus discursos, en sus propuestas, una gran insatisfacción respecto de la situación actual, del modelo de crecimiento que ha habido, y cambios. Usted daba la explicación del gobierno, del PC: que los factores externos se fueron acumulando desde 1999. Ahí me permito observar que la economía está cayendo desde el segundo o tercer semestre de 1998, previo a la devaluación de Brasil. En ese sentido, con Emiliano estaban hablando previamente de las diferencias, es decir qué debemos esperar de la propuesta del PC, ¿más de lo mismo, la continuidad de Alfie en el ministerio? Seguramente el contador Davrieux, que ha sido bien definido por Sanguinetti como el "disco duro" de estos 20 años posteriores a la dictadura desde la OPP, ha trabajado mucho en estas bases programáticas. Entonces ¿debemos esperar la continuidad de estas líneas, excepto que acontezcan debacles externas? ¿Ese es el esquema?

GS - Lamentablemente en la primera parte de este programa usted no estaba y no pudo escuchar que desde el año 1985 hasta fines de 1998 este país tuvo un crecimiento permanente, exhibió resultados en el área económica, en el área social, en el área laboral, todos positivos. Comienza a resquebrajarse esa tendencia a partir del último trimestre de 1998, cuando ya se comenzaban a percibir las consecuencias de la situación económica fundamentalmente de Brasil, que después siguió Argentina.

Usted dice "más de lo mismo"... Este año vamos a crecer 10 por ciento, ¿vamos a cambiar las reglas para que el crecimiento no sea tan importante? Se está previendo que el año que viene se va a crecer 7 por ciento. Este año vamos a llegar a una cifra récord de exportaciones, cerca de los 3.000 millones de dólares. Tenemos que bajar la tasa de pobreza a través del crecimiento económico que trae aparejado el empleo. Son factores que hacen a la macroeconomía y que están dando muy buenos resultados. Eso tiene que ser una alegría de todos los uruguayos; son cifras objetivas, cifras que nos están marcando una realidad. ¿Para qué lado salir, qué espacio tienen los conductores económicos con programas tan definidos? Cuando accede don Patricio Ailwyn en Chile, que detrás tenía todo el esquema y el modelo económico de Buchi, que venía del gobierno autoritario de Pinochet, de la dictadura de Pinochet; ¿cambió él o su ministro de Economía el esquema? Lo fueron reformando, lo fue reformando Frei, lo fue ajustando Lagos. ¿Qué le pasó a Lula? Lula, que fue el marxista, el revolucionario, el cuestionador, cuando pierde tantas elecciones por ser revolucionario, marxista, cuestionador y se vuelve un hombre moderado, ¿qué le dice a Fernando Henrique Cardoso cuando estaba negociando con el Fondo Monetario Internacional? "Tiene mi apoyo." ¿Qué hace cuando tiene que nombrar a un ministro de Economía? Nombra a Palocci, el más conservador de los empresarios de San Pablo. ¿Qué hace cuando se encuentra con el programa económico de Fernando Henrique Cardoso? ¿Lo cambia? No, lo ajusta.

EC - Estamos hablando de eso. Entonces en el programa del PC para un próximo período de gobierno estamos hablando de ajustes, de correcciones.

GS - No, no, no, no. Estoy hablando de Lula. Yo no creo que tengamos que llegar a ajustes en función de lo que hoy es la economía.

EC - Continuar sobre la base de lo que hoy se está haciendo.

GS - Continuar, afirmarlo y consolidarlo.

DANIEL BOUQUET:
En relación con eso, si bien el discurso está centrado en una diferenciación de Vázquez y Larrañaga, que a su vez se parecen mucho entre ellos, da la sensación de que esa diferencia no coincide, en su discurso y en las líneas programáticas, con una defensa firme del PC, gobierno al que usted perteneció, que acompañó durante mucho tiempo. Esta relación ambigua con el gobierno, con el presidente, ¿es por razones estratégicas, porque no conviene quedar pegado centrando el discurso en una defensa del gobierno, o es por razones sustantivas, porque usted es del Foro y el Foro y la 15 en realidad tienen diferencias de pensamiento significativas en materia de políticas públicas?

GS - Nada de eso. Puede haber diferencias políticas con el presidente de la República, pero hay coincidencias en aspectos económicos, como las tenemos en la conducción, fundamentalmente por los resultados. Somos pragmáticos, ¿estamos inventando lo que estamos diciendo? Tenemos un crecimiento de 10 por ciento este año, nunca en la historia de la economía uruguaya había habido un crecimiento como el que va a haber este año.

GP - Nunca se había caído como en 2002.

GS - Macanudo, pero nunca en la historia de la economía uruguaya... Y caído, ¿por qué razones? ¿Por razones inherentes a malas decisiones de gobierno? No, eso está absolutamente probado.

GP - ¿Usted piensa que la plaza financiera fue bien diseñada durante los gobiernos de Lacalle y Sanguinetti, el esquema de la plaza financiera, la relación de regulación de los bancos del Banco Central (BCU)? En otras palabras, ¿tiene discrepancias con la manera como se diseñó esa plaza financiera, en particular con la gestión que hizo el gobierno colorado desde diciembre de 2001 hasta agosto de 2002, esa corrida fantástica, la maratón más larga de la historia bancaria?

GS - Seguramente usted hoy, con el diario del lunes, puede desarrollar perfectamente todo lo que pasó.

GP - Pero hubo muchos lunes.

GS - Pero hoy usted está con el diario del lunes. Puede decir: si hubiese habido más ajustes en el BCU, si hubiese habido una mayor precisión en los antecedentes de todo el proceso financiero, quizás hubiéramos evitado todo lo que ocurrió. Si hubiera habido... Pero hoy por hoy tenemos que enfrentarnos a las realidades, que son que este país sufrió el maremoto, el terremoto y el ciclón que provocaron Brasil en primer término, Argentina en segundo término, la estafa de los Rohm y los Peirano en tercer término, la aftosa, la caída de los precios internacionales de los productos que el país produce, la suba del petróleo. Todo esto se concentró en pocos meses. Entonces, ¿cuál fue el gran contenedor para que no fuera como un aluvión que arrastrara institucional, financiera, económica, social, políticamente al país? La trama social que este país fue generando durante muchos años. Nosotros gastamos 70 por ciento en políticas sociales. Es el país -tenemos que decirlo con orgullo, más allá de colorados, blancos, frenteamplistas, independientes- que mejor distribuye la riqueza en América. El presidente Lagos me decía: "Pese a lo que ustedes han pasado, siguen siendo el país líder en materia de distribución de la riqueza. Nosotros, con todo nuestro crecimiento económico, no hemos logrado eso".

ALEJANDRO NOGUEIRA:
Debo destacar de este programa electoral que, a diferencia de otros, tiene compromisos bastante concretos. Eso es una ventaja pero también un riesgo. Usted mismo señalaba todos los factores externos que jugaron en la crisis, sin embargo aquí se comprometen a un crecimiento de 4 por ciento anual y la creación de 150.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años. Considerando una economía tan pequeña, abierta, vulnerable, como la uruguaya, ¿en qué funda ese compromiso?

GS - Precisamente creo que tenemos que seguir estableciendo los parámetros de la economía, defenderlos y marcarlos, la macroeconomía, los déficit fiscales, controlarlos, controlar la moneda. Es decir controlar aquellos factores que hacen a una política. Si hoy tenemos un crecimiento de 10 por ciento y hay previsiones de 7 por ciento para el año 2005, ¿cómo no vamos a pensar que de aquí para adelante, de mantenerse estas circunstancias nacionales e internacionales, podamos crecer como estamos creciendo?

AN - ¿Aun cuando el petróleo llegue a 60 dólares el barril o que China caiga y todos los factores externos cambien?

GS - Esas son circunstancias que no creo que ningún economista ni ninguna economía del mundo pueda estar previendo. Pero si se mantienen los parámetros básicos hoy, nacionales internos e internacionales, estamos en condiciones de poder crecer como lo hemos pactado.

EC - Llama la atención entre las propuestas en materia social la introducción de la jubilación para el ama de casa. "El ama de casa podrá contabilizar los períodos trabajados en el hogar para acceder al beneficio de la jubilación".

GS - No es una propuesta demagógica ni electorera.

EC - Se atajó antes de que viniera la pregunta.

CH - Como dicen las advertencias: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

GS - No es que estemos incorporando hoy esto: estamos estableciendo las bases para el futuro. Hoy es impensable en forma muy responsable incorporar ninguna causal jubilatoria sin la correspondiente aportación.

EC - Es la pregunta obvia, la que todos hacemos cuando escuchamos este tipo de propuestas en la campaña electoral, vengan de donde vengan: cómo se financia.

GS - Se tiene que autofinanciar sobre la base de una aportación. Por eso es un proyecto a futuro, es incorporar un elemento importante. Tenemos que fortalecer el núcleo familiar de nuestra sociedad, núcleo familiar que tiene tanta importancia, la familia que tiene consecuencias impensables, cómo se ramifica el deterioro de las familias.

EC - Esa jubilación para el ama de casa no es para alguien que ya esté cerca de jubilarse y que podría computar los años trabajados en el hogar...

GS - No, porque el presupuesto de eso es la aportación.

EC - O sea, estamos hablando de un esquema que empezaría...

CH - Una modificación del sistema para que haya una canalización, que el ama de casa pueda constituir su jubilación aun cuando permanezca en el hogar.

GP - En términos de recursos, estábamos hablando de la crisis bancaria de 2002, ¿qué opinión tiene respecto de estos esquemas de compensación de los depositantes de más de 100.000 dólares, de los eurobonistas, de los depositantes en el TCB, en las Islas Caimán? Estos proyectos de emisión de nuevos bonos, o sea aun más aumento del endeudamiento público para financiar a estos depositantes de más de 100.000 dólares, eurobonistas, por 300 millones o más dólares, en el caso TCB. ¿Es usted partidario?

GS - Usted puso todo en una misma canasta y no es todo el mismo rubro; hay distintos rubros, el TCB por un lado y el resto los eurobonistas y los depositantes. A medida que el país pueda ir generando recursos, se los tendrá que ir contemplando.

***

DB - Me gustaría saber si podemos esperar a partir de ahora, una vez que se han calmado las aguas internas dentro del PC y después de una convención que apostó a la unidad de fuerzas, que el candidato presidencial del PC centre su discurso de aquí a las elecciones en la defensa del gobierno, de este gobierno, de sus medidas, de sus éxitos, si eso va a ocupar un lugar central en la campaña.

GS - Por supuesto que sí. ¿Por qué razón, si hay aspectos positivos, vamos a negarlos? ¿Porque estemos buscando una rentabilidad electoral? Creo que sería suicida. Si hay cosas buenas para destacar, vamos a destacarlas. La conducción económica de hoy le está dando resultados al país, esos resultados están reconocidos a nivel nacional e internacional, los organismos financieros internacionales hoy ven que esta conducción ha ido recogiendo experiencias que se están volcando en forma positiva.

EC - ¿Anuncia algún nombre para ministro de Economía?

GS - No, para nada.

EC - ¿Para jefe del equipo económico?

GS - No, no.

EC - Es otra de las preguntas de la campaña.

GS - El PC tiene muchos hombres capacitados para ocupar el cargo de ministro, y mujeres también, vamos a incorporar 40 por ciento en nuestro gabinete.

EC - 40 por ciento de los cargos en un gabinete sería para mujeres.

GS - Exacto.

AN - ¿Por qué no 50?

CH - Está empezando desde cero, ¿no?

DB - El PC es gradualista (risas).

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón