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TLC, por ahora no; TIFA puede ser; ¿y entonces...?

No fue un TLC y tampoco TIFA. Ahora se abre la negociación de un acuerdo marco para ampliar el comercio y las inversiones entre Uruguay y Estados Unidos. El próximo paso es un viaje de Gonzalo Fernández al país del norte para avanzar en las conversaciones. En tanto, acá también habrá muchas reuniones para allanar el camino interno hacia un acuerdo que, se asegura, es voluntad de ambas partes. Informe de En Perspectiva.

(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
Llegó el mes de octubre y con él la fecha marcada para una nueva reunión, en este caso en Montevideo, de la Comisión Conjunta Uruguay-Estados Unidos para el Desarrollo del Comercio y las Inversiones.

Esta cita había sido fijada hace meses, a partir de la cumbre que en mayo celebraron en Washington los presidentes George W. Bush y Tabaré Vázquez.

Se sabía que el encuentro de octubre sería el puntapié inicial de las negociaciones para la ampliación del comercio entre los dos países.  ¿Y hasta qué profundidad llegaría ese acuerdo? "Hasta donde se pueda, no hay límites", insistían los principales voceros del gobierno uruguayo, que, en particular, no descartaban que el destino final fuese un Tratado de Libre Comercio (TLC).

Sin embargo, después de meses de controversia dentro del Frente Amplio (FA) y dentro del Mercosur, el jueves pasado el presidente Vázquez anunció que se había rechazado el ofrecimiento de Washington de negociar por la vía del "fast track" y tomando como base el TLC firmado recientemente por Estados Unidos y Perú. En su lugar, Uruguay proponía un TIFA, Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones, que se agregaría como un anexo al Tratado de Protección de Inversiones, ya vigente entre los dos países.

Apenas conocida esa definición, que en general fue vista como un retroceso, la pregunta inmediata fue qué ocurriría con la reunión del 2 y 3 de octubre en Montevideo. 

Los primeros pronósticos apuntaron a que naufragaría o terminaría en un intercambio anodino. Sin embargo, casi enseguida se confirmó que la delegación norteamericana estaría encabezada por Everett Eissenstat, el principal negociador comercial de los Estados Unidos para América Latina.  Ese dato reavivó el interés en estas primeras conversaciones formales y generó una gran expectativa. Una expectativa que se mantuvo durante los dos días de conversaciones y que alcanzó su clímax en el mediodía de ayer.

Sin embargo, el final de las sesiones de trabajo no trajo novedades trascendentes sobre el futuro de las negociaciones comerciales entre Uruguay y Estados Unidos refiere.

De hecho, a partir de lo que había trascendido, se esperaba para ayer una conferencia de prensa en la que el propio presidente Vázquez informaría el contenido concreto del TIFA, porque se daba como un hecho que el documento se firmaría ahora.

Pero, llegado el momento, el contacto con los periodistas estuvo a cargo del secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández. La comunicación fue, además, muy breve. Casi que se limitó a leer el comunicado.  Más allá de la confirmación de la entrada en vigencia del Tratado de Protección de Inversiones, no aportó más que un nuevo anuncio de buenas intenciones:

(Audio)

"GONZALO FERNÁNDEZ:
En la ocasión, y esto nos parece muy importante y significativo, se intercambiaron los documentos de ratificación del Tratado entre la República Oriental del Uruguay y los Estados Unidos de América, relativo a la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, el que por consiguiente hecho el canje de ratificaciones entrará en vigor el próximo 1° de noviembre del 2006, de lo que ambas partes signatarias se han congratulado. Y luego de examinada la evolución de las relaciones comerciales, las inversiones y las áreas de especial interés de cada parte, por ambas delegaciones, se resolvió el lanzamiento de negociaciones para la suscripción -a la brevedad que sea posible- de un Acuerdo Marco con el objeto de fortalecer nuestra relación bilateral en materia de comercio e inversiones".

"No es momento para adelantar contenidos", agregaba Fernández dando el golpe de gracia a la curiosidad de los periodistas que pensaban llevarse algo más de esta conferencia de prensa.

En fin, nada muy contundente; "lo antes posible" reafirmaba luego Eissenstat, respecto de los plazos para la eventual firma del TIFA.

Sobre la posibilidad de un acuerdo comercial, no hay nada firme todavía  pero tampoco se puede descartar nada. Esto va a seguir en las próximas semanas, decía Eissenstat ayer:

(Audio)

"EVERETT EISSENSTAT:
Vamos a continuar conversando y preparando de alguna forma la próxima visita que el doctor Gonzalo Fernández realizará a los Estados Unidos. Hasta que ella no se produzca seguiremos conversando con la Embajada del Uruguay en Estados Unidos a fin de ir armando, digamos, este esquema".

No se ha fijado una fecha aún para la próxima reunión, agregaba el funcionario estadounidense, lo que permite pensar que esto va a llevar un tiempo todavía.

¿Qué es lo que está en juego?

Mientras esperamos noticias más concretas, creo que vale la pena intentar sacarle un poco de "punta" a los conceptos que se han estado manejando, para tratar  de entender de qué es que estamos hablando concretamente.

Empecemos por una definición básica: el Trade and Investment Framework Agreement, o Tratado Marco de Comercio e Inversiones, constituye un modelo de negociación por el cual se establece que Estados Unidos y otro país o grupo de países asociados, acuerdan considerar caminos para potenciar el comercio y las inversiones entre ellos.

"Es un marco, un mandato, un acuerdo para monitorear el comercio  y negociar; y especialmente para esto último, para negociar", decía ayer una fuente de Cancillería a En Perspectiva.

Es decir, es un marco para la posterior negociación de acuerdos, ya sean estos de acceso a mercados, de inversión, de cooperación o eventualmente un TLC. Es decir, a tal extremo es un "marco" que ni siquiera explicita qué tipo de acuerdos podrían forjarse.

Aún más, según confiaban las fuentes de Cancillería consultadas por En Perspectiva, hoy Estados Unidos tiene firmados TIFA de todo tipo: desde los más explícitos, en los que se incorporó incluso las áreas pasibles de negociación (las áreas "de trabajo"), hasta los que, por el contrario, no explicitan nada en este sentido.

¿El TIFA como un paso hacia un TLC?

Lo que sí es importante es que el valor institucional de la firma del TIFA trasciende a su contenido; es decir, el sólo hecho de firmar el TIFA podría ser una base, un primer paso hacia la eventual firma de un TLC, sin importar el texto que finalmente tenga este "marco".

De hecho se cita el caso puntual de un país como Bahrein, que tiene similitudes con el caso uruguayo, en la medida que empezó por un Tratado de Inversiones (que entró en vigencia en mayo de 2001), pasó por un TIFA a mediados de 2002 y finalmente, en 2004, firmó  un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Otro ejemplo, diferente en la medida que los tiempos fueron algo más largos, es el de Tailandia, que en 2001 firmó un TIFA con Estados Unidos y está ahora negociando TLC, aunque todavía no lo firmó.

Incluso estos dos ejemplos sirven para terminar de entender en qué medida el texto del acuerdo marco no es algo decisivo a la hora de pensar en la factibilidad de transitar hacia un TLC. El TIFA con Bahrein no incluía ninguna referencia a la posibilidad de un TLC, pero en poco más de un año de negociaciones se terminó acordando un TLC que ya está vigente desde 2004.

Por el contrario, el TIFA con Tailandia sí contiene referencias concretas a la intención de avanzar en un TLC, pese a lo cual éste todavía se está negociando.

"Acá lo realmente importante es la voluntad política de los gobiernos", enfatizó una fuente cercana a las negociaciones, y agregó: "la cosa no pasa por lo que se incluya o no en el TIFA, sino por el interés real de los países y sus posibilidades de negociación".

Según pudimos saber, ambos TIFA – el de Bahrein y especialmente el de Tailandia – estarían entre los elegidos por el gobierno uruguayo para usar como referencia a la hora de redactar el texto de nuestro acuerdo. Estos acuerdos serían más concretos que el último firmado por Estados Unidos, que es el suscrito con la ASEAN, que agrupa a varios países del sudeste asiático.

Parece que existen algunos matices en cuanto a la terminología a utilizar, en particular en torno al uso o no del término "liberalización" del comercio. En este sentido, el acuerdo firmado con Tailandia es bastante claro: en su segundo anexo señala que "ambas partes acuerdan examinar los medios más efectivos para reducir las barreras al comercio y las inversiones entre ellos, incluyendo consultas sobre los elementos de un posible acuerdo de libre comercio".

Qué es lo que viene

¿Y qué es lo que hay que esperar ahora?

Más allá del viaje de Gonzalo Fernández a Estados Unidos, que anunciaba Eissenstat ayer, lo concreto es que ahora se vienen "un par de semanas de trabajo a nivel interno" de los técnicos de la Cancillería uruguaya en el análisis de estos antecedentes, en la búsqueda del texto que se pretende llevar como base de la posición uruguaya.

Sobre los plazos que se podrían manejar para que se concrete la firma del TIFA entre Uruguay y Estados Unidos, ayer se dijo "a la brevedad posible", lo que en realidad no quiere decir mucho. Según confiaron fuentes de la Cancillería a En Perspectiva "estaríamos hablando de semanas, aunque es muy difícil poner plazos".

Lo cierto es que, consultado por más detalles en este sentido, el secretario de la Presidencia declaraba:

(Audio)

"GF - Yo no hago futurología, si no es en este año será en los primeros meses del año próximo".

"Intención de avanzar en un acuerdo comercial hay de los dos lados", dijo, por su parte, una fuente vinculada a la negociación. "El tema –añadió- sigue siendo la forma y la profundidad del eventual acuerdo. Ellos tienen restricciones legales, nosotros diferencias internas".

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