Entrevistas

Fernández Huidobro: bastaba la firma de Gregorio Álvarez

Fernández Huidobro: bastaba la firma de Gregorio Álvarez

Si bien dijo que es un hecho positivo, para el senador Eleuterio Fernández Huidobro sólo Gregorio Álvarez tendría que haber firmado la carta que se conoció hoy porque es el único ex comandante en jefe del Ejército que ocupó ese cargo en la dictadura que está vivo. "Los otros murieron y el único que queda vivo, y que es un vivo, es el 'Goyo' Álvarez", ironizó.


(Emitido a las 8.52)

EMILIANO COTELO:
Volvemos a la carta abierta a los poderes del Estado y la opinión pública que, firmada por diez ex comandantes en jefe del Ejército, está publicándose hoy en la prensa de nuestra capital.

¿Quiénes son los firmantes? Gregorio Álvarez, Carlos Beroit, Guillermo de Nava, Juan Rebollo, Juan Curutchet, Raúl Mermot, Fernán Amado, Juan Geymonat, Carlos Danners y Santiago Pomoli. O sea, del período de la dictadura sólo hay un firmante, Gregorio Álvarez es el único ex comandante en jefe del gobierno de facto vivo. Además en el caso de Álvarez estamos hablando de alguien que llegó a ejercer la Presidencia durante esa época.

Los comandantes en jefe de la era democrática están todos menos dos, el teniente general Daniel García, que comandó la fuerza de tierra entre 1993 y 1995, durante el gobierno del doctor Luis Alberto Lacalle, y el teniente general Ángel Bertolotti, que fue comandante en jefe durante todo 2005 y los primeros meses de este año 2006. Ninguno de los dos fue invitado a firmar esta misiva.

En esta carta los firmantes sostienen que comparten y asumen plenamente las responsabilidades institucionales y sus eventuales consecuencias por los actos de servicio cumplidos por los integrantes de la fuerza durante el gobierno militar.

Ya tuvimos más temprano la lectura completa de la carta, aportamos luego algunos elementos de contexto sobre cómo se gestó y qué es lo que buscan sus autores y también existió la posibilidad de entrevistar a uno de los firmantes, el teniente general retirado Raúl Mermot.

Vamos en busca de otras repercusiones, ahora con el senador Eleuterio Fernández Huidobro, del Movimiento de Participación Popular (MPP), Frente Amplio (FA).

***

Senador Fernández Huidobro, ¿usted sabía que esta carta se iba a publicar?

ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO:
No, no tenía la más mínima idea, me enteré hoy de mañana, por usted me enteré. Tampoco la leí, sólo conozco la versión que usted dio.

EC - Ah, entonces, ¿tiene ya elementos suficientes como para un primer comentario?

EFH - Sí, muy generales. De algún modo esto era esperable; incluso, en lo que me es personal, yo lo exigí muchas veces públicamente.

EC - ¿Qué fue lo que exigió?

EFH - Que los mandos asumieran, que faltaban jefes, que se notaba que faltaban jefes.

EC - La carta recuerda que de hecho ya había existido una asunción de responsabilidad en el año 1986 a cargo de los comandantes de las Fuerzas Armadas de la época.

EFH - Sí, aquella famosa declaración de los puntos de referencia.

EC - Sí.

EFH - Pero luego siguieron produciéndose acontecimientos en Uruguay, y lo cierto es que el caso más –incluso alguno de hace bien poco– espantoso, a mi juicio, fue la extradición de los oficiales subalternos a Chile y el silencio profundo de Rebollo.

EC - Que era comandante en jefe en la época.

EFH - Sí, y se supone que dio las órdenes, ¿no? Un profundísimo silencio, un silencio no propio de un ejército. Y creo que ahora se deslinda, esta carta se refiere a los hechos de la dictadura, no a estos otros, que son más graves porque fueron hechos en democracia.

EC - Está bien la puntualización que usted hace: si bien la carta evidentemente manifiesta preocupación por las solicitudes de extradición, parece claro que alude a las solicitudes de extradición venidas de la República Argentina, porque durante todo el texto de la carta la alusión es a los hechos abarcados por la Ley de Caducidad y cambios de interpretación de la Ley de Caducidad, no parecen estar hablando del caso Berríos.

EFH - Claro, vuelve a reiterarse lo que yo ya dije, enojando a mucha gente: que se mandaba a unos chivos emisarios para sacarse la responsabilidad de encima. A esos se los sigue dejando en banda. Y de la carta esta la única firma que importa es la de Gregorio Álvarez, porque era el que mandaba, los otros en esa época eran subordinados a Gregorio Álvarez.

EC - Justamente, ¿cómo interpreta usted que también asuman responsabilidad los comandantes en jefe de la etapa democrática?

EFH - Creo que lo hacen por solidaridad con Gregorio Álvarez, para no dejarlo solo, pobrecito. No tengo otra interpretación, porque ellos no eran comandantes en jefe cuando la dictadura. Los otros murieron y el único que queda vivo, y que es un vivo, es el Goyo Álvarez. Mete ahora a todos estos en la misma bolsa, salvo a Daniel García y a Bertolotti. Y además contamina al Ejército como institución, porque yo no puedo confundir responsabilidad del Ejército como institución en las barbaridades que ordenaron los comandantes en jefe durante la dictadura con la responsabilidad de las personas que comandaban el Ejército. Son dos cosas diferentes.

EC - La carta termina diciendo que asumen plenamente las responsabilidades institucionales y sus eventuales consecuencias por los actos de servicio cumplidos por integrantes del Ejército.

EFH - Y de su comandante en jefe, por ejemplo el actual. Mañana da una orden espantosa, que nos damnifica a todos los uruguayos y va a ser severamente sancionado, porque por más comandante en jefe que sea, no puede hacer un disparate con el Ejército. Y sancionado en el plano personal, no compromete a la institución, la institución es otra cosa. Pienso que eso hay que deslindarlo bien, si no, se quiere meter en la bolsa a la institución Ejército, que es una institución antiquísima, que nace con la patria y que todavía dura, existe y como institución hoy, por ejemplo, no tiene nada que ver con decisiones que fueron tomadas hace casi medio siglo por personas concretas.

EC - Hay algo que no entendí, usted señaló al comienzo de esta entrevista que hacía tiempo que venía reclamando un pronunciamiento de este tipo.

EFH - De jefes, sí, de los jefes personalmente, que asumieran la responsabilidad.

EC - Pero aquí hay una asunción de responsabilidades por parte de los jefes y usted critica que algunos de ellos asuman esa responsabilidad.

EFH - No, no, ya le dije que la impresión general que tengo es positiva. Luego entramos en detalles, le dije que para mi gusto habría bastado con la firma de Gregorio Álvarez, me habría dado por satisfecho. Porque si se refiere a sucesos de la dictadura, el jefe era Gregorio Álvarez, los otros no sé qué grado tendrían, pero algunos serían oficiales bastante subordinados.

EC - De todos modos, el teniente general Álvarez ya había asumido esta responsabilidad con una circular que el Ejército emitió en la dictadura misma.

EFH - Interna, internísima. Circular de la que nos enteramos hace poco, estaba guardadita en secreto.

EC - De hecho esa asunción de responsabilidad había existido, y sin embargo nunca nadie dirigió acusaciones o juicios contra el teniente general Álvarez.

EFH - Lo cual es muy extraño, es una de las cosas más extrañas que hay en Uruguay, donde hay muchas cosas extrañas. Realmente habría que preguntarse, investigar cuáles son los motivos.

EC - Dejando de lado todo lo anterior, ahora que la carta está sobre la mesa, ¿qué consecuencias supone usted que va a tener?

EFH - Me parece que tiene consecuencias buenas en el seno del Ejército. Porque pienso que una cantidad enorme de oficiales empieza a tener la sensación de que tiene jefes, cosa que estaba faltando, porque los que iban pasando por los juzgados y por otros avatares eran siempre subalternos, y los jefes guardaban profundo silencio. Aunque ya se haya hecho, lo que es bueno nunca sobra y esto por lo menos echa esa luz sobre este panorama.

EC - De todos modos queda pendiente la pregunta de cuál es el alcance exacto de esta asunción de responsabilidad, en la medida que se precisa que abarca los actos del servicio cumplidos por integrantes del Ejército.

EFH - Sí, ahí está el problema, incluso en la interpretación que daba en su audición el ex teniente general retirado Mermot, él aclaró muy bien que no creía que el caso Gelman, por ejemplo, haya sido una orden de servicio. Muy bien; para saber eso hay que investigar, porque los presidentes anteriores a Tabaré Vázquez no investigaron, no le ordenaron a la justicia investigar. La Ley de Caducidad dice con toda claridad que queda caduca la pretensión punitiva del Estado para los hechos cometidos en cumplimiento de órdenes de servicio o por razones políticas. Eso hay que averiguarlo, porque si no, ¿cómo sabe usted si fueron hechos cometidos en el cumplimiento de una orden o no? Alguien lo tiene que investigar. Aunque de la investigación no surja luego una pena porque queda claro que fue consecuencia de un acto de servicio, aunque la orden haya sido espantosa, hay que investigar, si no no se sabe. Anteriormente lo que se hacía era al barrer todo, incluso las muertes de Zelmar, de Gutiérrez Ruiz, una cantidad enorme de otros crímenes caían dentro de la Ley de Caducidad sin averiguar bien si se había dado o no la orden. El caso Gelman es paradigmático en ese sentido y nada menos que el ex comandante en jefe Mermot reconoce que sensatamente nadie pudo haber dado esa orden, por lo tanto...

EC - El teniente general Mermot distinguía entre lo que puede ser consecuencia de una orden y lo que pueden haber sido derivaciones.

EFH - Lo entiendo perfectamente y me parece correcto lo que dice.

EC - El caso Gelman, en todo caso, sería o habría sido una derivación, no una consecuencia de una orden. Y por una derivación ellos no están asumiendo responsabilidad.

EFH - Lógico, porque es claro, sí. Yo, habiendo sido preso, pude comprobar en mi propio físico cómo a veces subalternos violaban la orden del jefe y me torturaban sin que el jefe se enterara, y cuando se lo podía comunicar al jefe, el jefe sancionaba, porque había gente a la que le gustaba "mojar" gratuitamente, de paso; total, la impunidad era absoluta. Yo tenía conciencia de que lo que me estaban haciendo en ese momento era a escondidas del jefe, ahí yo no le puedo imputar responsabilidad al jefe, al contrario, y menos cuando si se lo comunico el jefe tomaba medidas. Hay una responsabilidad desde el punto de vista militar, que es muy estricto, por omisión, porque los jefes son responsables y también –en el Ejército, en las Fuerzas Armadas es clásico eso– cualquier soldado, cualquier oficial de cosas que pasen sin que se den cuenta, porque están para darse cuenta. Pero no es lo mismo.

EC - Entonces, ¿cuáles pueden ser las consecuencias prácticas de esta asunción de responsabilidad? Trato de razonar: si la asunción de responsabilidad se circunscribe a lo que fueron actos de servicio y estamos hablando de hechos abarcados por la Ley de Caducidad... ¿qué pasa?

EFH - En esos casos están amparados por la Ley de Caducidad los oficiales subalternos obedeciendo órdenes del mando, tal como lo dice la Ley de Caducidad, independientemente de la opinión que uno tenga sobre ella. La ley está vigente y, tal como ella dice, precluye por ella la pretensión punitiva del Estado, siempre y cuando se den esas condicionantes. Hay una condicionante expresamente puesta en la ley, que es que se trate de acontecimientos, sucesos cometidos por razones políticas o por orden de los mandos. Pero cuando gente que actuó por la libre, que actuó por su propia cuenta –incluso se insinúa en algunos casos que hubo dinero de por medio– no cabe para nada dentro de la Ley de Caducidad.

EC - ¿Entonces cuál es la utilidad de la disposición a declarar que manifiestan estos ex comandantes?

EFH - Una utilidad puede ser, para un juez, saber muy directamente, o incluso para el Poder Ejecutivo, si un determinado acontecimiento se produjo en virtud de una orden.

EC - En cuanto a las solicitudes de extradición venidas de la República Argentina, ¿cuál puede ser el impacto?

EFH - No lo sé. Pero yo soy partidario –ahí coincido con los generales– de que los asuntos entre los uruguayos los arreglemos entre los uruguayos, no me gustan las extradiciones, no me gustaron nunca, estuve incluso en contra de la detención de Pinochet en Inglaterra, porque me pareció una violación a la soberanía de Chile. Y porque hoy está en boga desde centros imperiales, la aplicaron con Milosevik, con Saddam Hussein, las grandes potencias se arrogan el derecho de hacer esto y nos utilizan a nosotros con casos que pueden generar simpatía en la gente pero que esconden una trampa peligrosísima para la soberanía de los pueblos. Mañana se pueden arrogar el derecho a llevarse preso a cualquiera, si les gusta. Estos institutos son un poquito peligrosos desde el punto de vista de la soberanía. De todos modos, el instituto de la extradición existe y es legal. Y además, cuando en el país donde las cosas debieron ser juzgadas no fueron juzgadas se abre la puerta a las extradiciones. El caso Gelman es típico, acá un fiscal archivó, y ahora, justamente, nada menos que un ex teniente general acaba de decir en CX14 que ese caso no está, con lo que está dejando en la puerta del avión a los que hoy están presos por ese caso.

Notas asociadas:
Mermot: "salimos a decir de lo que somos responsables". Entrevista con el ex comandante del Ejército.
Para Ramela la carta tiene repercusiones políticas pero no jurídicas. Entrevista con el ex integrante de la Comisión para la paz.
Serpaj asigna "importancia relativa" a la carta de ex comandantes. Entrevista con el abogado Guillermo Paysée.
La carta de los ex comandantes en jefe del Ejército y sus motivaciones. Informe.

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Edición: Mauricio Erramuspe