Entrevistas

Alzheimer: se avanza en la búsqueda de una droga para su cura

Doctor Henry Engler: El premio otorgado al trabajo del equipo repercute favorablemente en el apoyo para continuar con la investigación en Uppsala, y tiene mayor repercusión en las compañías que están tratando de desarrollar medicamentos. Eso hará que se busque al equipo que avanzó en el trabajo para testear las nuevas drogas. El científico aclaró que, aunque corrió el rumor de que el equipo estaba nominado para el premio Nobel, ese trascendido no es cierto.

(Emitido a las 09.09)

JOEL ROSENBERG:
"En épocas de olimpíadas, donde los uruguayos soñamos con obtener alguna medalla, de pronto parte de nuestra gente sentirá un poquito de alegría [al enterarse] de que, siendo tan pocos en el mundo, logremos todavía reconocimientos internacionales (no sólo en el deporte) y esto sin renunciar a nuestros principios". Con estas palabras terminaba el correo electrónico que hace pocos días recibíamos del doctor Henry Engler, desde Uppsala, Suecia.

Seguramente muchos de ustedes habrán recibido en sus casillas de correo electrónico una carta del doctor Engler en la que explica sus razones para no asistir a una importante conferencia en Estados Unidos adonde había sido invitado para presentar su trabajo en el combate al mal de Alzheimer.

Precisamente en esa conferencia este destacado médico científico uruguayo recibió uno de los premios de la Asociación del Alzheimer sobre "neuroimaginología" al mejor artículo científico sobre esta enfermedad publicado en el mundo entre agosto de 2002 y julio de 2004.

En febrero de este año conversamos con él para conocer de qué se trata el trabajo que viene desarrollando en Suecia, cuando ya se estaba hablando mucho de sus primeros resultados, pero nos pareció bueno volver a entrevistarlo hoy para saber en qué consiste el premio que recibió y cómo han avanzado sus investigaciones.

Hemos ubicado hoy en Uppsala, Suecia, al doctor Engler, médico, 57 años de edad, director médico del Centro PET de la Universidad de Uppsala. ¿Qué temperatura hay en ese momento ahí, qué hora es en Suecia?

HENRY ENGLER:
Son las 14 y 10, y tenemos alrededor de 15 grados de temperatura.

JR - Repasemos de qué se trata el trabajo que usted está realizando en la Universidad de Uppsala y que ha sido motivo de tanto reconocimiento en los últimos meses.

Usted ha desarrollado una técnica a través de la "tomografía por emisión de positrones", o PET, por su sigla en inglés. ¿De qué se trata exactamente?

HE - Es una técnica que nos permite por primera vez constatar, o ver, procesos biológicos que antes solamente se podían ver después de que la persona había fallecido realizando una autopsia y constatando la presencia de sustancias que causaban la enfermedad. Lo que ahora se está logrando es hacer este tipo de diagnóstico en seres que están vivos. Al mismo tiempo hacerlo en etapas muy prontas de la enfermedad, de manera de posibilitar diagnósticos tempranos y abrir una puerta para el uso de nuevas drogas en las que se está trabajando intensamente.

JR - Esto tiene ventajas con respecto a los tratamientos que se venían realizando hasta ahora.

HE - El método por el cual se nos ha premiado es todavía de diagnóstico, pero hay un enorme interés en usarlo para todas las nuevas drogas que están apareciendo.

JR - Emiliano Cotelo habló con usted en febrero; ¿qué avances hay desde ese momento hasta ahora en la investigación?

HE - Hay varios avances. En este momento estamos examinando pacientes con muy poca alteración de la memoria y tratamos de ver si podemos prever cuáles van a desarrollar Alzheimer y cuáles no. Nos encontramos en el medio de este estudio.

Además, este mes empezamos a probar una droga que en animales ha demostrado parar el desarrollo de las placas.

JR - ¿De cuándo es esto?

HE - Lo veníamos discutiendo desde hace unos meses, pero recién ahora hemos firmado un contrato para comenzar a estudiar esta nueva droga.

JR - ¿Ya está publicado este trabajo?

HE - No, no, tenemos que realizarlo. Los primeros pacientes van a llegar entre este mes y el que viene.

JR - El trabajo del que hablamos en febrero, fue reconocido, premiado; a mediados de julio se realizó en Filadelfia, Estados Unidos, la IX Conferencia Mundial sobre la Enfermedad de Alzheimer, usted fue invitado a presentar los resultados frente a 5.000 científicos de todo el mundo, pero declinó hacerlo, algo que sorprendió. ¿Por qué fue eso?

HE - El problema fue la publicación de las fotos sobre torturas en Irak, que para mí tuvo mucha repercusión personal.

JR - La presentación era en Estados Unidos y usted está hablando de la cárcel de Abu Ghraib, en Irak.

HE - Sí. Mi decisión no significa un boicot a la conferencia de ninguna manera, porque William Klunk, a quien le entregaron el premio, habló en mi lugar. Es un problema personal mío, como lo planteé: consideré elegir entre la civilización y la barbarie, a qué extremos se está llegando, es inconcebible. Yo individualmente no pude concurrir en esa circunstancia, lo que tampoco significa que exija a todos los científicos que tomen una actitud como la mía, tampoco me parece lógico.

JR - ¿Cómo tomaron en la conferencia esta actitud suya?

HE - Yo comuniqué desde aquí a los responsables que me invitaron las causas y no hubo comentarios. En lo que respecta a mi sitio de trabajo, lo comuniqué al jefe del centro, también tenemos un responsable científico; no hicieron ningún tipo de comentario, respetaron totalmente mi actitud.

JR - Esta conferencia concedió a su trabajo sobre la enfermedad de Alzheimer uno de los dos premios sobre neuroimagenología al mejor artículo científico sobre esta enfermedad publicado en el mundo entre agosto de 2002 y julio de 2004. Usted acaba de decir que otro científico recibió el premio en su nombre. ¿Se puede saber cuál fue el monto del premio?

HE - Son 5.000 dólares.

JR - No es una cifra muy alta.

HE - No es una enormidad de dinero; es más un reconocimiento.

JR - ¿Qué significa haber ganado?

HE - Uno siente que lo que hace es valorado internacionalmente. Porque a veces uno cree que lo que hace va a tener importancia de futuro; es un reconocimiento internacional muy importante.

JR - ¿Tiene alguna consecuencia directa acerca de la publicación de la investigación, alguna repercusión a nivel mundial? Ganar el premio ¿da más apoyo financiero para continuar con la investigación allí en Uppsala, Suecia?

HE - Se puede decir que sí. Además hay más repercusión en todas las compañías que están tratando de desarrollar medicamentos. Obviamente eso va a hacer que se busque tanto a Pittsburg como a nosotros para poder hacer el test de las nuevas drogas.

JR - Hablando de repercusión, usted nos adelantaba hace algunos días que quería hacer alguna aclaración con respecto a la difusión que se le había dado a la posibilidad de que usted y los otros científicos que desarrollaron este trabajo pudieran acceder al premio Nobel.

HE - Eso me parece muy importante porque se corrió el rumor de que estábamos nominados para el premio Nobel, cosa que no es cierta. Pienso que en la comunicación siempre tiene que haber una transparencia y una honestidad muy profundas. Hay datos que son ciertos y otros que no lo son; lo del premio Nobel no tiene ningún asidero real, fue un rumor que se extendió y que no se ajusta a la realidad.

JR - ¿Usted dice que la prensa lo difundió? ¿Cómo fue que se llegó a manejar? Capaz que por el premio obtenido...

HE - No sé. Ya antes de que hiciéramos esta publicación había gente que me había llamado preguntando si yo estaba nominado para el premio Nobel. Luego supongo que apareció en algún artículo un comentario en el que se especulaba que era tan importante el descubrimiento que podía recibir el Nobel. Esto es una especulación, no tiene ningún asidero en la realidad...

JR - Es una posibilidad.

HE - ...y luego se difundió por Internet ese tipo de comentario que no se ajusta a la realidad.

JR - Para quienes no escucharon aquella primera entrevista de febrero, recordemos en qué consiste el método que usted ha desarrollado? Digo por la expectativa que genera, hubo muchas llamadas desde la mañana temprano.

HE - El método en sí consiste en inyectar una cantidad pequeña de radiactividad intravenosa, una cantidad microscópica, casi homeopática de sustancia, que luego se difunde por el cuerpo y se fija a lo que se llama placas de amiloides que se encuentran en la enfermedad de Alzheimer. Entonces luego podemos registrar con la cámara la acumulación de esa sustancia en el cerebro e incluso cuantificarla, o sea que podemos ver si aumenta o disminuye con el tiempo. Si se empieza a tratar a las personas con alguna droga que rompa las placas, vamos a poder verlo.

JR - Cambiaría radicalmente el tratamiento de la enfermedad, ¿no?

HE - Se están haciendo enormes esfuerzos mundialmente para encontrarle una solución a la enfermedad. Muchos de los nuevos tratamientos van a pasar por aquí por Uppsala o por Pittsburg.

JR - Usted daba en febrero algunos datos para nosotros sorprendentes: este método también puede identificar el tipo de funciones que está desarrollando determinado segmento del cerebro.

HE - Sí, esa es la técnica de la tomografía, de emisión de positrones. Lo que yo estaba contando del Alzheimer era sobre un marcador especial, pero tenemos otros que permiten registrar actividades cuando uno piensa, cuando ve, cuando uno forma palabras, cuando uno mueve la mano, el pie...

JR - Incluso conocer dónde se asienta el miedo en el cerebro.

HE - Sí, también es real.

JR - ¿Les parece tan sorprendente a ustedes como a nosotros?

HE - Sí, es sorprendente, es algo fantástico.

JR - En cuanto a las expectativas y el manejo de las mismas para gente con el mal de Alzheimer u otras enfermedades, ¿cómo informar a la gente para que no genere inmediatamente una ansiedad?

HE - Es importante tener en cuenta que se están haciendo avances sumamente importantes, pero que en este momento no hay una solución. Yo había especulado -es una especulación de mi parte- que en cinco años seguramente haya alguna sustancia que pueda estar dando un resultado más positivo que las que existen hoy.

JR - ¿De qué dependen los tiempos en este caso? ¿De financiación, de pura investigación?

HE - Hay un problema de financiación y un problema de inversiones, en buena medida por parte de la industria de medicamentos. Pienso que se está haciendo mucho por el Alzheimer porque es una enfermedad muy común en el mundo industrializado, en los países ricos, entonces ahí se está dando dinero.

JR - Usted decía en otro momento que también puede ayudar en otro tipo de enfermedades.

HE - Sí, por supuesto. Estamos tratando de mejorar el diagnóstico en una enfermedad que se llama esclerosis lateral amiotrófica, en la enfermedad de Parkinson; estoy muy focalizado en ese tipo de enfermedades neurodegenerativas. También estamos trabajando con diferentes tipos de cáncer.

JR - El cáncer de próstata, por ejemplo.

HE - Ese es uno de los fundamentales, sí.

JR - ¿Y algunas otras enfermedades neurológicas? Se me ocurre preguntar por la epilepsia, por ejemplo, sobre la cual puede haber mucha gente interesada en saber.

HE - Tenemos algunos trazadores en epilepsia, pero es un campo que no hemos desarrollado como se podría. No es en este momento el centro de nuestros esfuerzos.

JR - ¿Cuál es el centro de sus esfuerzos? ¿Cómo es un día habitual de un investigador de estas características hoy?

HE - Es bastante ocupado; generalmente vengo y tengo un montón de encuentros; es mucho trabajo, mucho tiempo de contestar cartas, de informarse, de leer, de programar nuevos estudios -tenemos muchos estudios muy interesantes en producción-. Trabajo hasta tarde, pero es un trabajo que da muchas satisfacciones.

JR - Uno lo imagina dentro de un laboratorio, muchísimas horas de túnica blanca. ¿Es así la realidad de la investigación científica, o eso pasa sólo por nuestra imaginación?

HE - La túnica blanca sí, pero yo no estoy mucho metido en el laboratorio. Sí estoy mucho tiempo mirando imágenes y calculando cantidades de diferentes sustancias; lo hago con un aparato de computación muy desarrollado.

***

JR - Usted tiene una historia muy particular, es uruguayo pero es sueco también.

HE - Sí, tengo las dos nacionalidades.

JR - Claro; los cables que recorrían el mundo con la premiación de su trabajo científico en algún momento hablaban de tres científicos suecos.

HE - Sí.

JR - En Uruguay usted estuvo preso durante la dictadura muchos años.

HE - Sí, estuve 13 años preso.

JR - ¿Cómo fue su etapa de estudios? ¿Cuántos años tenía cuando estuvo detenido?

HE - Tenía 25 años cuando me capturaron y 38 cuando me liberaron.

JR - Usted integraba el Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros.

HE - Sí, exactamente.

JR - ¿Cómo surgió irse a Suecia después de la liberación?

HE - Yo estaba dedicado a la música en Uruguay en esa época, estábamos difundiendo el "Plan por la Tierra y Contra la Pobreza", en el cual colaboraba con Sendic, que lo había fundado. Teníamos un espectáculo que se llamaba "Cantares del calabozo" mediante el cual difundíamos las canciones que se habían producido durante el cautiverio. Vine a Suecia por un período corto, invitado por el gobierno sueco, y lo que sucedió fue que conocí a quien es mi actual esposa y me quedé.

JR - Usted ya había estudiado medicina antes aquí.

HE - Sí, pero no me había recibido en Uruguay. El sistema sueco de estudios es muy rígido, traté de revalidar una parte de mis estudios pero no fue posible e hice toda la carrera de vuelta.

JR - Tuvo que arrancar de cero.

HE - Sí.

JR - ¿A qué edad empezó la facultad nuevamente?

HE - Tenía 42 años.

JR - Quizás en el primer mundo es normal que la gente estudie a esa edad o se reconvierta en alguna otra profesión; aquí suena directamente increíble empezar a esa edad en una universidad.

HE - Tampoco aquí en Suecia es muy común. En este momento hay una nueva ley por la cual si uno tiene 42 años no puede empezar a estudiar, no recibe ayuda; si quiere estudiar tiene que pagarse los estudios.

AD - ¿Le sirvió de algo la base que recibió en Uruguay en la Facultad de Medicina? Comparando el nivel académico de Uruguay y Suecia, ¿qué puede decir?

HE - Cuando yo estudié medicina en Uruguay -empecé en 1965- había un nivel excelente que era reconocido prácticamente a nivel mundial. Había figuras reconocidas universalmente, como Caldeyro Barcia, García Austt, MacKinon... El nivel de la Facultad de Medicina era muy alto en esa época. Gente con la que yo estudié en Uruguay, como Carlos Ormaeche, luego fue profesor de microbiología en New Castel y estuvo como profesor adjunto muchos años en Cambridge. O sea que había una tradición excelente en Uruguay. Yo llevé eso como herencia.

AD - ¿Ya no tiene esa tradición?

HE - No lo sé, no he oído comentarios como los que se oía en 1965, pero puedo estar equivocado, por supuesto.

JR - ¿Cómo fue su carrera para llegar a ser el director médico del Centro PET?

HE - Yo me interesé muy rápidamente por la técnica, cuando no despertaba ninguna curiosidad entre los médicos, porque se la consideraba una técnica de experimentación. Me integré en este lugar y me dio la impresión de que era una técnica de futuro y aposté a ella cuando todavía no había muchas posibilidades. Fue una apuesta que salió bien.

AD - ¿Qué contactos mantiene con su Paysandú natal, con nuestro país? ¿Tiene alguna vinculación política desde donde se encuentra ahora?

HE - Yo no estoy trabajando políticamente, pero trato de mantenerme en contacto con grupos que trabajan en todo lo que sea lucha social y la parte de solidaridad. Pero no tengo una actividad política.

JR - ¿Tiene previsto venir?

HE - Estoy invitado a la conferencia de psiquiatría que tiene lugar en Punta del Este en noviembre. He respondido que estoy dispuesto a concurrir.

JR - ¿Va a exponer, va a participar...?

HE - Sí, voy a hablar en general sobre la tomografía de emisión de positrones y en particular sobre problemas de neurodegeneración y métodos de diagnóstico.

JR - ¿Cuánto hace que no viene a Uruguay?

HE - Estuve en enero pasado.

JR - Ahora va a recibir el reconocimiento de sus colegas uruguayos por estos premios que ha obtenido a lo largo del año.

HE - Sí, he tenido muy buen contacto, por ejemplo con Fernando Nutt, que es médico nuclear; tanto él como yo tenemos mucho interés en desarrollar la posibilidad de en un futuro contar con la técnica en Uruguay.

***

JR - Le agradecemos muchísimo su presencia esta mañana.

HE - Yo les agradezco a ustedes, que habían demostrado interés antes. Me siento en la obligación de tener informado a Uruguay. Considero que el pueblo uruguayo hizo muchísimo para que yo pudiera salir de la cárcel y siento que de alguna manera esto es una forma de mostrar agradecimiento.

***

Notas relacionadas:

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Respuesta del Dr. Engler

Artículo del equipo integrado por el doctor Henry Engler, ganador del Premio de Neuroimaginología de la Asociación Internacional del Alzheimer

The Proteomics of Positron Emission Tomography. William Jaugust, MD, School of Public Health and Helen Wills Neuroscience Institute. University of California, Berkley, CA.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón