Campaña electoral

Raúl Sendic (FA): "El clima político se tensa en las campañas, pero después existe la posibilidad de alcanzar diálogos y acuerdos"

Hace un año nadie ponía en tela de juicio que el oficialismo triunfaría en los comicios. Pero de un tiempo a esta parte, la campaña se ha vuelto más competitiva y los resultados, a decir de varias encuestadoras, son impronosticables. En la recta final, En Perspectiva continúa con su ciclo de entrevistas. Este miércoles el candidato a vicepresidente por el Frente Amplio Raúl Sendic estuvo en estudios para conversar sobre la campaña, los posibles escenarios tras conocerse el resultado del domingo, y las principales acciones en un eventual tercer Gobierno del FA.

(emitido a las 8.48 hs.)

EMILIANO COTELO:
Dentro de cuatro días los uruguayos vamos a llegar a la culminación de un proceso electoral muy largo.

La campaña arrancó en diciembre, o antes incluso, pero entonces casi nadie ponía en duda que, con Tabaré Vázquez a la cabeza, el oficialismo confirmaría otros cinco años en el gobierno. Sin embargo, ahora todos coinciden en que el próximo domingo el país se va a encontrar con una de las definiciones más disputadas de las últimas décadas.

¿Cómo se vive esta instancia en el oficialismo?

Vamos a conversarlo con Raúl Sendic, candidato a vicepresidente de la República por el Frente Amplio (FA).

(Una aclaración: para participar en esta serie final de entrevistas con los partidos, En Perspectiva invitó a los candidatos presidenciales. Pero el doctor Vázquez, que sí intervino en nuestra ronda anterior, el mes pasado, cuando organizamos el ciclo Presidenciables 2014, para esta nueva ocasión respondió negativamente, hace ya varios días.)

¿Se imaginaba que el FA llegaría a esta recta final "con lo justo", o sea: con una probabilidad altísima de ir a una segunda vuelta, como hace cinco años, pero además luchando por mantener la mayoría parlamentaria propia?

RAÚL SENDIC:
Sí, ese era el escenario más probable que nos planteamos al principio de la campaña. Sobre todo tomando en cuenta la experiencia de la elección anterior, en la que también, a pesar de que durante una buena parte de la gestión de gobierno, e incluso al final, Tabaré Vázquez tenía una altísima aprobación a su gestión y a su imagen, fuimos a una segunda vuelta. Hubo una mayoría parlamentaria asegurada en la primera vuelta y fuimos a una segunda vuelta.

EC - Está bueno recordar el antecedente, porque el FA confirmó esa mayoría parlamentaria justito también, en la distribución final.

RS - Justito también, con un diputado de Canelones, que entró con una camiseta de la selección uruguaya porque era el diputado 50. Y se confirmó además como dos días después, por los escrutinios de la Corte. Entonces era bastante probable que volviéramos a tener un escenario de estar muy cerca, un poco arriba o un poco abajo. Ese es el escenario que está planteado hoy.

EC - Pero en los actos ustedes están diciendo que tienen la convicción de que el Frente resulta primero el domingo y con mayoría parlamentaria.

RS - Yo no tengo ninguna duda de que el domingo el Frente Amplio va a ser la primera fuerza política, la más votada y con mayoría parlamentaria. La mayoría parlamentaria requiere un 47 y pico por ciento de los votos, con ese porcentaje es muy probable que tengamos mayoría parlamentaria. Para decirlo con confianza, tengo la intuición de que vamos a andar un poco arriba del 50 o un poco abajo del 50. Esa es la percepción que tengo. Si no ganamos, si no aseguramos la Presidencia de la República en esta primera vuelta, vamos a andar raspando.

EC - No es lo que dicen los analistas de las empresas de opinión pública.

RS - No, es cierto. Ayer lo comentábamos con Tabaré, estábamos llegando a San José, era impresionante la caravana, la cantidad de gente que había y el acto, y los encuestadores dicen que la gente no participa en los actos. No sé cuál fue la muestra que tomaron para esa encuesta. Yo no soy de los que descalifican a las encuestas, las encuestas son una muestra. Mucha gente efectivamente no dice lo que está pensando y puede contestar cualquier cosa. Ahora escuché que Zuasnábar estaba hablando de un voto volátil de última hora que es difícil de medir. Francamente, yo sigo con la idea de que vamos a andar en el 50 más 1 o raspando.

EC - Supongamos que el FA se mantiene en el gobierno, pero sin mayoría parlamentaria propia. En ese caso a usted le va a tocar una tarea dificilísima en su cargo de presidente del Senado y la Asamblea General.

RS - (Se ríe.) Voy a tener que cobrar horas extras.

EC - ¿Han hablado con Vázquez sobre cómo debería encararse ese papel en un escenario de ese tipo?

RS - Sí. Independientemente de si tenemos o no mayoría, estaría muy bueno, y tengo el propósito de hacerlo si soy el presidente de la Asamblea General y del Senado, instalar a nivel del Parlamento un debate sobre los temas estratégicos más importantes del país. Un debate que no abarque solamente al sistema político, sino al conjunto de los actores sociales, económicos del país, en temas como la infraestructura, la inserción internacional, la matriz productiva. Que podamos pensar en el Uruguay 2030, en el Uruguay 2050, mirando lejos, instalando un debate que permita buscar puntos en común sobre algunos de estos elementos.

EC - Usted ya puso en marcha una iniciativa de ese tipo con la fundación que armó hace ya un par de años.

RS - Sí, que justamente se llama Uruguay 2030.

EC - Ahora continuaría en ese impulso pero desde la presidencia del Senado y de la Asamblea General.

RS - Desde el Parlamento. Me parece que le haría muy bien al país. En las campañas electorales muchas veces se habla de creación de ministerios; nosotros no hemos hablado de crear ningún ministerio, pero si yo tuviera que crear uno, crearía el Ministerio de Planificación Estratégica, que en Uruguay no hay. Porque a países como los nuestros, que tienen que estar mirando cada vez más cuál va a ser su inserción internacional, cuál va a ser su posición en el mundo, qué rol nos va a tocar, es muy importante tener definiciones estratégicas desde ese punto de vista. Y es muy importante que esas definiciones estratégicas abarquen a los sectores más amplios desde el punto de vista político y de la sociedad.

EC - Es una iniciativa interesante, pero está enfocada en el largo plazo. Supongamos el escenario que le mencionaba: el FA mantiene el gobierno pero no tiene mayoría parlamentaria propia. ¿Cómo hace en la de todos los días? ¿Cómo hace para aprobar proyectos de ley, para sacar adelante sus iniciativas?

RS - Pensamos que hay que buscar acuerdos sobre los temas puntuales y tratar de lograr acuerdos en los temas más generales para una gestión de gobierno. Pongo el caso de la educación, que es uno de los temas más importantes, el tema de la seguridad, también muy sentido por la sociedad, algunos de los temas que tienen que ver con la orientación de la ley de inversiones hacia generar una matriz productiva más compleja, con mayor valor agregado. Creo que en algunos de estos temas que son claves para la gestión de gobierno se pueden alcanzar acuerdos importantes.

De hecho, en este gobierno con mayoría parlamentaria del FA, se han aprobado una enorme cantidad de proyectos que fueron iniciativa de la oposición. Incluso muchos de los proyectos que se aprobaron, que vinieron con iniciativa del Poder Ejecutivo, incorporaron una cantidad de propuestas y elementos que alcanzados por la oposición.

El clima político del país se tensa en las campañas electorales, y después en los otros cuatro años y pico de gestión tenemos la posibilidad de alcanzar diálogos y acuerdos que nos permiten llevar adelante un gobierno en beneficio de los uruguayos.

EC - Es cierto que hay una franja de coincidencia interesante entre los programas de los partidos. La otra posibilidad, en esa hipótesis que estamos manejando, es que el FA modere sus expectativas, no pretenda aplicar su programa, sino que lo negocie y lo atenúe en función de la búsqueda de acuerdos.

Pero hay otras posiciones. Me llamó la atención lo que decía la senadora Lucía Topolansky en Brecha el viernes pasado, que si las mayorías no se consiguen en el Parlamento, "el FA puede conseguirlas en la calle". Cuando la consultaron sobre este punto, la senadora dijo que cree "en la negociación con movilización al mismo tiempo. Todas las organizaciones sociales tienen que jugar un rol importante, lo jugaron en estos 10 años y ahora lo tienen que seguir jugando". ¿Usted se imagina ese manejo?

RS - No, la verdad es que no.

EC - ¿El FA presionando con movilización en las calles para conseguir la salida de un determinado proyecto de ley?

RS - No. Yo estuve en el Parlamento durante cinco años, el Parlamento es un ámbito donde el trabajo legislativo, el trabajo de las comisiones da lugar y tiene la posibilidad de escuchar a los múltiples actores involucrados en determinados proyectos. A mí francamente no me gusta pensar en un Parlamento presionado por la gente fuera del Parlamento, el Parlamento tiene que actuar con responsabilidad y con tranquilidad.

No me gustan ni siquiera las leyes de urgencia. El otro día Luis Lacalle mencionó que una de sus primeras propuestas va a ser enviar una ley de urgencia para derogar unas cuantas leyes. A mí no me gusta que el Parlamento trabaje presionado ni por el tiempo ni por la movilización ni por la gente. Lo lógico es que el Parlamento se tome sus tiempos, analice, busque acuerdos, invite y convoque a todos los involucrados en determinadas propuestas, en determinados proyectos, y después en función de eso se tomen las decisiones y se aprueben las leyes que se tienen que aprobar. No creo en los parlamentos presionados.

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EC - Entre los mensajes de los oyentes, hay varios que dicen, a propósito de su idea de eventualmente crear un ministerio de planificación estratégica, que ese "ministerio" ya existe, es la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto).

RS - Justamente, ojalá la OPP fuera un ministerio de planificación estratégica, aunque no tuviera el nombre. Pero la OPP no ha cumplido ese rol. A nosotros nos pasó cuando hicimos la reestructura y el plan estratégico de Ancap –yo estaba del otro lado del mostrador, en una empresa pública–, llevamos ese plan estratégico y la reestructura, con toda la nueva escala salarial y la nueva forma organizativa que la empresa iba a tomar. Eran dos documentos importantes. Pero a muchos de los funcionarios que estaban ahí lo único que les interesó fue la reestructura, cuál era la nueva escala salarial de los funcionarios y los gerentes de Ancap. A nadie le interesó demasiado cuál era el plan estratégico que habíamos fijado para la empresa.

Lo ideal sería que la OPP fuera efectivamente y cumpliera el rol de un ministerio de planificación de largo plazo, pero hasta ahora no lo ha hecho. Creo que cada vez más esa tarea tiene que estar muy pegada al gobierno y es posible que la OPP asuma ese rol.

EC - Otros, a raíz de su rechazo a la idea de un Parlamento que funcione presionado, quieren saber si entonces usted evalúa negativamente la experiencia de la ley de responsabilidad penal del empleador, en que el Sunca (Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos) y otros sindicatos se movilizaron de manera muy fuerte en torno al Poder Legislativo.

RS - No me pareció la mejor manera de aprobar un proyecto de ley.

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EC - En los últimos días, Tabaré Vázquez sorprendió con una propuesta en materia de educación que no aparece en ninguno de los documentos programáticos del FA. Habla de otorgar bonos a estudiantes para que sus familias puedan elegir si asisten a instituciones públicas o privadas. ¿Cómo se entiende esta salida en este momento?

RS - Lo he estado conversando estos días, porque no habíamos conversado sobre este tema. Después de que lo escuché conversamos sobre cómo lo había concebido, cuál es la propuesta real.

Estamos yendo hacia un plan muy ambicioso a nivel de secundaria. Ese plan ambicioso requiere incluso la construcción de nueva infraestructura. Además, somos conscientes de que el desafío más fuerte que tenemos para el próximo gobierno con relación a la educación está concentrado en la educación secundaria, en abatir los niveles de deserción y de repetición que tenemos en secundaria en este momento. Quizás ese sea el punto más grave o más difícil que tiene la educación en este momento.

Entonces, como el plan es muy ambicioso en infraestructura, en fortalecimiento de la secundaria, está concebido que en aquellos lugares donde todavía no tenemos las condiciones para brindar los servicios que el alumno requiere se pueda utilizar este sistema de vouchers, que no es nuevo. Por ejemplo, un sistema similar se está aplicando en la zona de Casavalle, con el Plan Siete Zonas. La concepción del plan es que los niños menores de cuatro años tienen que tener la cobertura de un centro CAIF. Como el centro CAIF se está construyendo, se instrumentaron 500 becas, 500 vouchers para los niños menores de cuatro años de la zona para que vayan a guarderías privadas. De esas 500, en la zona de Casavalle hay 350 niños menores de cuatro años que están utilizando los vouchers para concurrir, los padres los llevan a guarderías privadas mientras no está construido el centro CAIF.

En secundaria el voucher está pensando como una herramienta transitoria para mantener la cobertura en aquellos lugares donde la infraestructura de la educación pública todavía no está suficientemente desarrollada. Pero la gran apuesta es al fortalecimiento de la educación pública.

EC - Vázquez ayer manejó otra hipótesis, la del funcionario de un colegio privado que quiere que sus hijos vayan a ese mismo instituto, hasta por razones prácticas, y no puede pagarlo. Si el chico tiene buenas notas, el Ministerio de Educación y Cultura podría aprobar que se le diera el voucher correspondiente.

Tanto usted ahora como Vázquez ayer aplicaron este concepto a situaciones especiales. Sin embargo en la entrevista de Búsqueda del jueves pasado, cuando le consultaron si era cierto lo que había trascendido en cuanto a que se proponía asignar bonos a los estudiantes para que pudieran elegir entre universidades públicas o privadas, Vázquez contestó: "Así será", contundente. Y agregó: "Tenemos que ir hacia un sistema educativo integral, del mismo modo en que se fue al Sistema Nacional Integrado de Salud mixto, que contempló a las instituciones públicas y a las privadas". Parecía estar hablando de algo generalizado, para todo aquel que prefiriera estudiar en un centro privado, como pasa hoy con las mutualistas, que si uno quiere se anota en ellas y si no, va a ASSE.

RS - Estoy en condiciones de afirmar, por lo que hemos conversado estos días –y lo hemos conversado a fondo–, que la interpretación de los famosos vouchers es esta que acabo de decir. Van a ser herramientas transitorias que se van a utilizar en aquellos lugares donde la infraestructura de la educación pública está en construcción o no es suficiente para atender las necesidades del lugar, y para los hijos de funcionarios de determinados colegios. Esa es la concepción. Estoy en condiciones de afirmarlo porque lo conversamos a fondo.

EC - ¿No es una idea que coloca al FA en un lío en este momento de la campaña? Se lo pregunto teniendo en cuenta las reacciones.

Jorge Larrañaga, candidato a vice del Partido Nacional (PN), dijo ayer: "Esto es discriminatorio y peligroso. Se trata de una propuesta privatizadora y clasista. Procura un sistema de privatización a la chilena: si se portan bien, les vamos a dar un voucher; si no, se quedan en penitencia en la educación pública".

También reaccionó la Fenapes (Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria). Dijo que, más allá de que veía un tono conservador en todos los partidos respecto a la educación, la propuesta de Vázquez "va en consonancia con la idea de privatizar la educación pública". Explicó que en América Latina esas políticas tomaron dos modalidades, la del voucher que se aplicó a Chile, junto con procesos de municipalización de la enseñanza, y la de las escuelas chárter que se aplicó en Nueva York, que implicaba darles a instituciones privadas la gestión de centros educativos públicos. "Ambas se están revisando, porque no dieron resultado."

RS - La propuesta que estamos haciendo para la educación, lejos de ser conservadora, va a ser tremendamente movilizadora. Espero que Fenapes acompañe ese proceso, porque los desafíos que tenemos por delante son enormes. La necesidad de cambiar los planes de estudio, para que los chiquilines no sufran la situación que tienen hoy, que vienen de la educación primaria, pasan a la educación secundaria y ocurre un verdadero colapso que hace que, de los 50.000 muchachos que entran a la educación secundaria, 15.000 abandonen en el primer año de estudio. Es absolutamente inadmisible.

Por tanto es evidente que es necesario cambiar los planes de estudio, cambiar los sistemas de asignación de horas, cambiar la concepción de la relación entre el docente y el estudiante, establecer un staff fijo en cada centro de estudio. Es necesario que el staff de cada centro, el equipo de docentes y de funcionarios, conozca a fondo a cada estudiante, y no vivir todos los años este proceso de elección de horas en que cada uno elige las horas que más le convienen y después quedan clases dos meses colgadas sin docente, porque el docente eligió otro lugar que le servía más que ese liceo. Vamos a ir un cambio sustancial desde ese punto de vista, y espero –y no es nada conservador el plan que estamos planteando, al revés, es tremendamente movilizador– que podamos conversarlo, acordarlo con la Fenapes, con el conjunto de los docentes, con todo el sistema educativo, y por supuesto estar involucrados la familia, los padres y los estudiantes, que son el objeto fundamental de este proceso de educación.

EC - Es una jugada de riesgo. Varios anotan: ¿dónde está eso en el programa del FA?

RS - El programa del FA establece orientaciones generales de hacia dónde tienen que ir las políticas de gobierno, no tiene los detalles. Si uno mira el programa del FA del año 2004, el Plan Ceibal por ejemplo no estaba, ni estaban muchas de las cosas que después se concretaron. El programa establece un marco general de orientación de hacia dónde tiene que ir la política de gobierno.

EC - El profesor Olivera, de Fenapes, sugirió que podría tratarse "de una jugada de campaña de último momento para tirar un cabo a sectores de la clase media, un guiño a la clase media".

RS - No es eso. Muchos sectores de la clase media ya mandan a sus hijos a los colegios privados y no necesitan el voucher. En todo caso se podría pensar que estamos tirando un cabo a los sectores de menores recursos. Pero no es así, hay una concepción global sobre el peso y la prioridad que va a tener secundaria como desafío para el próximo gobierno, y esta es una herramienta que va a ser utilizada transitoriamente o circunstancialmente para resolver situaciones puntuales.

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EC - Otra de las polémicas en las que ha quedado inmerso el FA con la oposición en particular en estos días viene por la relación con dirigentes del oficialismo en Argentina. Este lunes, el gobernador de la provincia de Buenos Aires y precandidato presidencial del justicialismo, Daniel Scioli, se reunió con ustedes en Colonia y después declaró que espera en lo personal e institucional que exista un triunfo del FA.

¿Por qué ustedes escenifican este acercamiento en este momento, teniendo en cuenta lo mala que fue la relación de Tabaré Vázquez con Néstor Kirchner en su momento, y con Cristina Fernández luego, por añadidura –todo a raíz de la planta de Botnia (hoy UPM) en Fray Bentos–, y teniendo en cuenta además que Scioli era vicepresidente con Kirchner en aquel momento, cuando empezó el conflicto por la papelera?

RS - Cuando fuimos con Tabaré Vázquez, dos meses atrás, recibimos una solicitud de entrevista del gobernador Scioli y lo recibimos en el Hotel Alvear. El viaje estaba previsto para hacer una presentación frente a los empresarios argentinos y una reunión con la colectividad uruguaya, pero recibimos en ese momento al gobernador Scioli y hubo una conversación de mucha franqueza y confianza. Él es candidato a la Presidencia de la República en Argentina, Tabaré es candidato a la Presidencia en Uruguay y estuvieron conversando –yo participé en la reunión– sobre cómo instalar un ámbito de diálogo y de relacionamiento a futuro en el caso de que los dos alcanzaran la presidencia. Y en ese momento se acordó que antes de las elecciones haríamos una segunda reunión del lado uruguayo para trabajar ya con un equipo de personas y hacer un listado de los temas prioritarios. Y eso fue lo que hicimos.

EC - Le preguntaba por qué escenifican ese vínculo en este momento, porque también puede pensarse que es algo contraproducente, teniendo en cuenta que una parte de la población, que incluye frenteamplistas y no frenteamplistas, rechaza al kirchnerismo por la actitud que tuvo con Uruguay en los últimos años.

RS - Sí, pero es importante tender puentes desde ahora. Tenemos la certeza de que vamos a ganar las elecciones y es importante que tengamos puentes tendidos para establecer una nueva forma de relacionamiento con la República Argentina a partir del próximo gobierno. Una nueva forma de relacionamiento que nos permita instalar un ámbito de diálogo más fuerte que nos permita abordar firmemente los problemas que tenemos, que fueron listados en la reunión. El dragado del río Uruguay, los permisos de exportación, la utilización de nuestros puertos, el monitoreo del río, las iniciativas llevadas a los organismos internacionales con relación a UPM, todos esos temas estuvieron planteados en la reunión.

EC - ¿Usted dice que Daniel Scioli no es igual a Néstor Kirchner/Cristina Fernández en cuanto a la relación con Uruguay?

RS - No es lo mismo, hay matices importantes. Creo que es una buena noticia que podamos pensar que hacia delante vamos a tener otro tipo de relación en el caso de que Scioli gane la Presidencia en Argentina y que Tabaré gane la Presidencia en Uruguay. Si había la posibilidad y la oportunidad de tender puentes desde ahora, nos pareció oportuno hacerlo.

EC - Dando vueltas en torno a lo mismo, el fin de semana pasado Larrañaga planteó otra objeción al FA, pero específicamente a propósito de la ayuda que estaría recibiendo de "La Cámpora" desde Buenos Aires. Dijo que "la gente no quiere la intervención de otro gobierno", "guarda cuando se celebran compromisos de esa manera, porque ya tuvimos cinco años de puentes cortados por los compromisos celebrados entre el primer gobierno del FA y la administración del presidente Kirchner".

RS - ¿Esto me lo pregunta usted?

EC - Ahora se lo pregunto yo, a partir de la objeción de Larrañaga.

RS - (Se ríe.) Porque yo a Larrañaga no le contesto.

EC - Se lo pregunto yo a partir de la objeción de Larrañaga, que venía a raíz de noticias que el semanario Brecha había planteado la semana pasada sobre cómo estaría colaborando parte del aparato de La Cámpora a los efectos de la venida de uruguayos residentes en Argentina a votar acá.

RS - El único apoyo que ha habido del gobierno argentino es dar un asueto de dos días a los uruguayos para que vengan y voten, si quieren. Les permite a los uruguayos tener libres el día viernes y el día lunes para poder viajar al Uruguay. Esto incluso lo reafirmó el gobernador Scioli, dijo que también en la provincia de Buenos Aires, donde viven la mayor parte de los uruguayos que viven en Argentina. A eso se refería cuando dijo "el apoyo institucional", a que ellos también tomaron la decisión de dar este asueto.

EC - El informe de Brecha señalaba a varios dirigentes de La Cámpora que estaban en esta colaboración con el operativo voto en Uruguay, incluso que se había cedido un local de La Cámpora para instalar un callcenter a efectos de llamar a uruguayos residentes en Argentina.

RS - No es cierto, no hay dirigentes de La Cámpora trabajando en la organización del viaje de los uruguayos para aquí. El FA tiene un equipo de personas trabajando en la Argentina para organizar esto, se moviliza una enorme cantidad de gente y no es sencillo organizarlo. Siempre se ha hecho, siempre se ha procurado que vengan y voten. Nosotros desearíamos que pudieran votar allá, para eso tomamos iniciativas parlamentarias y no tuvimos éxito. Entonces vienen y votan. Yo no sé a quién votan, cada uno cuando entra al cuarto de votación está solo con su conciencia y ahí toma la decisión y vota. Por eso no entiendo la negativa de Larrañaga y otros dirigentes políticos a que los uruguayos que viven en Argentina vengan a votar. Si están cerca y tienen la posibilidad de venir y participar…

EC - No, la negativa sería a un acuerdo, a un tipo de colaboración que se estaría dando en Argentina, que podría después implicar compromisos, etcétera.

RS - No existe esa colaboración, lo único que hay es el apoyo institucional, las decisiones que se tomaron de dar asueto para que pudieran venir a votar. Ese es el alcance del apoyo que se ha recibido.
 
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EC - Cuando el mes pasado el doctor Tabaré Vázquez participó en el ciclo Presidenciables 2014, de El Espectador y Deloitte, lo consultamos sobre gobernabilidad, economía y educación. Además él eligió dos asuntos para agregar a la agenda: Sistema Nacional Integrado de Cuidados y políticas para el agro. Aparte, en las entrevistas programáticas de En Perspectiva, hemos dialogado con voceros del FA sobre infraestructura vial, el plan para entregar una tablet a cada pasivo, edades de retiro para la jubilación, seguridad pública y educación.

Además de estos temas, ¿qué otro u otros asuntos incluye usted como prioritarios en sus actos de campaña ahora en la recta final?

RS - Uno que me parece sustancial para los próximos años es el impulso que hay que dar hacia una matriz productiva más compleja que el país tiene que tener. A lo largo de estos años hemos tenido un desafío importante de convertir al Uruguay en un país de producción y de trabajo. Cuando el FA llegó al gobierno el país tenía un producto de 15.000 millones, y hoy está cerca de los 60.000 millones por año. Nos hemos especializado fundamentalmente en una matriz exportadora primaria, en una enorme cantidad de productos primarios, y el mundo está necesitando los productos primarios y la materia prima que nosotros exportamos, pero también productos elaborados. Entonces tenemos que ir hacia una matriz más compleja, que nos reduzca los riesgos o la exposición que hoy tenemos a los precios de algunas de las materias primas, como la carne o la soja, y que nos permita, diversificando la canasta exportadora, tener una menor vulnerabilidad a los precios de estos commodities a nivel internacional.

De hecho, por ejemplo, el mercado chino crece un 6% anual en los requerimientos de materias primas, mientras que en los requerimientos de productos elaborados está creciendo entre un 9 y un 12% anual. Por lo tanto hay una oportunidad enorme para ir hacia una canasta exportadora más compleja si, utilizando herramientas como la ley de inversiones y otros estímulos, vamos generando inversión hacia la industrialización, la incorporación de valor, la innovación, la incorporación de tecnología en todos estos procesos.

De hecho, ayer tuve una presentación ante la CUTI (Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información), y el planteo fue que uno no se puede imaginar que todos los procesos productivos que se están desarrollando en el país no vayan incorporando cada día más y más tecnología de la información. El ejemplo más claro es el caso de la trazabilidad del ganado bovino, pero hay otros. Está la incorporación de los sistemas de georreferenciamiento para el uso de fertilizantes en el agro, o para los sistemas de seguridad o para los sistemas de bioprospección que se están desarrollando o para los sistemas de explotación y prospección minera, prospección petrolera. Hay nuevas actividades que se empiezan a desarrollar en el país que van a requerir una enorme incorporación de nuevas tecnologías y de innovación en todos los procesos.

Por lo tanto vamos a orientar, mediante la ley de inversiones y otras herramientas, que la inversión vaya hacia estos nuevos rubros.

EC - ¿No está ocurriendo ya, no ha ocurrido ya en estos gobiernos del FA, en particular en este?

RS - Ha habido. La ley de inversiones en la primera etapa estuvo volcada fundamentalmente a la generación de empleo, se premiaron mucho las inversiones que estaban destinadas a generar una cantidad de fuentes de empleo. Se fueron haciendo modificaciones que permitieron orientar inversiones hacia el interior o hacia determinados lugares donde veníamos más rezagados. De hecho ha habido un proceso de incorporación de tecnología e innovación, pero estamos pensando en darle un fuerte estímulo a esto para una fuerte incorporación de innovación y tecnología en el país, que nos permita ir a esta canasta exportadora más compleja, e incluso que podamos convertir en valor algunos elementos.

Por ejemplo, tenemos que trabajar mucho en una nueva generación de patentes, el Uruguay tiene que entrar al plan de generar investigación científica, patentes que nos permitan convertir en valor algunos elementos. Por ejemplo, el sistema de trazabilidad bovino en sí mismo es un valor que podríamos colocar en el exterior. Y tengo otro ejemplo muy claro de Ancap: el sistema de control vehicular, que es una aplicación que en parte tiene un origen israelí pero que fue perfeccionada por Ancap, se ha ido colocando fuera del país. El sistema se convierte en un valor. Entonces tenemos que dar un fuerte impulso a la investigación científica, a la innovación, a la incorporación de tecnología para convertir todo eso en un valor para los próximos años.

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EC - Tradicionalmente, el FA ha realizado siempre sus actos de cierre de campaña electoral en el Centro de Montevideo, es un clásico. Esta vez, sin embargo, lo está anunciando para mañana jueves, de noche, en la rambla esquina bulevar Artigas, en la zona de Punta Carretas y el Club de Golf. ¿Por qué resolvieron un cambio tan fuerte?

RS - La única idea que manejamos con Tabaré fue hacerlo en un lugar diferente de donde se ha hecho otras veces. Se ha hecho en el Centro, se hizo en Gral. Flores y Bulevar, se hizo a la altura de la plaza de la Bandera en la zona de Tres Cruces, y el acto del jueves va a ser en Punta Carretas, exactamente al lado de la estación de servicio que hay ahí, en todo ese predio verde que hay entre la rambla y el agua.

EC - ¿Están respondiendo a tendencias sociales nuevas o a movimientos electorales dentro del padrón en Montevideo? ¿Hay razones de ese tipo?

RS - No, no, hay un elemento muy importante, que nos pasó el otro día en el Cerro: que hay una mucha gente que tiene vehículo, que es algo bastante nuevo. Entonces el otro día en el Cerro hubo una enorme cantidad de gente que fue, no encontró dónde estacionar y se volvió. Entonces hoy cuando uno prevé la realización de un acto, tiene que prever también que haya un área importante para que la gente pueda dejar su vehículo. Se ha convertido en un problema. Nos manejamos entre esta zona de Punta Carretas y el Parque Hotel, la zona donde está instalada la sede del Mercosur, y decidimos que ese era un buen lugar porque distorsiona menos. En un momento pensamos en hacerlo en las canteras del parque Rodó, pero al final decidimos que fuera en este lugar.

Va a ser este jueves a partir de las ocho de la noche.

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Transcripción: María Lila Ltaif